Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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De la Recoleta a Bahía Blanca; o una forma del Golpe del 55 roto en mil pedazos

“Recoleta es un barrio con buena basura. Los hallazgos se han hecho más difíciles desde que pusieron los containers, pero siguen ocurriendo. Pero en la bolsa había algo mucho mejor que fotos viejas. Había fotos rotas”. Manuel Cantón, revista Contrastes, 2019.

Los recortes hallados por Manuel Cantón. / Fotos: Gentileza M. Cantón.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Caía el sol en Buenos Aires cuando Manuel Cantón, un joven periodista y escritor, caminaba por el barrio de Recoleta, de regreso a su casa. Advirtió entonces que, en una bolsa de residuos en una vereda, la presencia de varias fotografías. O mejor dicho: de retazos de fotografías. No de cualquier tipo, sino de tinte profesional, tamaño grande, en blanco y negro y rotas. No lo dudó. Su espíritu periodístico, su papá fotógrafo, su curiosidad natural llevaron a tomarlas. Estaban cortadas en mitades, o en cuatro, y mostraban escenas de calle, la mayoría con la presencia de vehículos y personal militar.

   En su casa, el hallazgo entusiasmó y todos colaboraron en el rearmado de las fotos. No lograban identificar ninguna cara o lugar reconocible. A medida que las unían notaron que faltaban partes. Manuel volvió al lugar del hallazgo y encontró algunos retazos más. Con todo lo hallado rearmó unas 50 fotografías.

   Mientras las pegaba le llamó la atención la forma en que se las había roto. Porque quien fuera su poseedor la podía haber tirado sin romperlas, colocarlas en una bolsa.

Quien las rompió, o en dos y en cuatro, con un corte vertical y otro horizontal, como reforzando una voluntad definitiva de sepultar cualquier recuerdo o referencia.

   Era cuestión, ahora, de buscar quien pudiera dar algún indicio sobre esas imágenes, una pista para saber qué mostraban, qué historia contaban.

Todos los caminos conducen a Bahía Blanca

   Un fotógrafo-investigador allegado a Manuel dio los primeros indicios. “Este es Aramburu”, dijo de una de las fotos, en referencia al expresidente de la Nación, Pedro Eugenio.

   “Este lugar es en la provincia de Buenos Aires”, agregó, luego de identificar la patente de un automóvil estacionado en una de las calles. Luego sumó una tercera aseveración: “Es Bahía Blanca”. 

   Un posterior contacto con periodistas y fotógrafos de este diario permitió confirmar que ese era el lugar y aportar datos adicionales.

   Luego, la investigación llegó a un punto muerto, un estado en que Manuel asumió, recordando una expresión de su abuelo, que para avanzar necesitaba la ayuda de un nuevo interlocutor, “o del cosmos”.

   Esa ayuda llegó, otra vez desde este diario. Un contacto con Manuel, el envío de las fotos desde Buenos Aires y el archivo de La Nueva. Ahí estaban las respuestas.

   Casi la totalidad de las fotos fueron tomadas en nuestra ciudad en el año 1955, por un fotógrafo de este diario y publicadas en las ediciones de septiembre de ese año, como parte de la crónica de los hechos ocurridos el 16 de septiembre, cuando militares de la Base Naval Puerto Belgrano tuvieron activa participación en la llamada Revolución Libertadora, que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón.

   Otras corresponden a la visita que el presidente Pedro Eugenio Aramburu realizó a la ciudad en diciembre de ese mismo año. Muestran su paso por La Central Faiazzo, donde tomó un copetín, y su salida al balcón de esa confitería para saludar a la gente que, reunida en calle Alsina, reclamaba la creación de la Universidad Nacional del Sur.

Las fotos, los detalles

   “Por el tipo de impresión y por los ángulos de algunas tomas —desde lo alto, arriba de un auto quizás— parecía razonable concluir que habían sido sacadas por un fotoperiodista. Había que mirar el fondo, los detalles. Lo importante no era lo que el fotógrafo había querido retratar, sino lo que no había podido dejar afuera”. Manuel Cantón, Contrastes, febrero/marzo 2019, Para no verte más.

   Las siguientes son algunas de las fotografías encontradas en Recoleta. Tendrá el cosmos la respuesta a quién, cuándo, cómo y porqué fueron rotas y descartadas.

Despacho tomado

Guillermo Castellanos Solá, de sobretodo oscuro, escucha un reporte de las acciones del viernes 16 de septiembre de 1955, mientras observa un plano de la ciudad. La escena ocurre en el despacho que, hasta unos minutos antes, ocupaba el intendente Bergé Vila. Castellanos Solá no ha tenido tiempo todavía de quitar la fotografía de Eva Duarte detrás suyo. Cuando asuma el cargo, un par de días después, en ese lugar habrá una foto del general José de San Martín. Quedarán los otros dos cuadros: el de un prócer sin identificar y el de Luis Caronti, por entonces mencionado, erróneamente, como primer intendente municipal.

Yo pisaré las calles

Un único corte para esta fotografía de la primera cuadra de calle San Martín, vista desde Alsina hacia Belgrano. Con los efectivos de infantería de Marina ocupando las calles, una enorme cantidad de gente comienza a celebrar el derrocamiento de Perón.

Un abrazo en la plaza

Castellanos Solá llega a la plaza Rivadavia. En la esquina de Alsina y San Martín es abrazado de manera efusiva por un vecino. Soldados armados controlan la situación, en medio de un ambiente de mucha tranquilidad.

Copetín al paso

Esta foto es de diciembre de 1955, tres meses después del golpe militar. Aramburu visita la Base Naval Puerto Belgrano y nuestra ciudad. Luego de visitar al jefe comunal, decide tomar un copetín en la planta alta de la confitería La Central Faiazzo de calle Alsina, frente a la plaza Rivadavia. Comparte la mesa con funcionarios, militares y unas mujeres. Minutos después saldría al balcón para saludar a la gente agolpada en la calle que al grito de “Universidad, Universidad” reclamaba la creación de esa casa.

La Libertadora

Las fuerzas sublevadas ocupan la municipalidad con un importante despliegue de armamento. Como ocurrió en gran parte del país, no hubo disturbios, ni reacciones contrarias al golpe. Los que salieron a las calles eran todos adherentes a la revolución. “El dictador prófugo”, según se comenzaría a nombrar a Juan Domingo Perón, ya estaba embarcado en una cañonera de bandera paraguaya para iniciar su exilio de 17 años.

El balcón inesperado

La gente pide la creación de la universidad y Aramburu decide salir al balcón de La Central Faiazzo y saludar a la gente con un gesto y desde un lugar tan identificado con Perón. Dos meses después, firmó el decreto fundacional de la Casa de Altos Estudios en nuestra ciudad.

Un álbum para armar

   Manuel Cantón y sus fotos. “Escritor, corrector y jugador de básquet amateur”, según se presenta, publicó sus trabajos en Revista 27, Cuarta Prosa, Contrastes y Notitrap.

   En 2019 fue uno de los ganadores de la Bienal de Arte Joven de la Ciudad de Buenos Aires. Ese año publicó Un año sin verano, su primer libro. Conoce nuestra ciudad de manera esporádica: de paso para Puerto Madryn, se tomó tiempo para pasar por la cortada de Vergara y conocer, desde afuera, la vivienda familiar de Emanuel Ginóbili, su ídolo deportivo.