Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Dos especialistas bahienses analizan la alta inflación de enero y proyectan lo que vendrá

Juan Manuel Larrosa (IPC Online) y Gonzalo Semilla (jefe del CREEBBA) brindaron un amplio panorama.

Fotos: archivo-La Nueva.

   La inflación de enero en Bahía Blanca fue muy alta.

   De acuerdo al informe elaborado por el CREEBA (Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca Argentina) alcanzó el 4,2 %.

   Mientras que fue del 5,2 % según lo demostrado por IPC Online (Índice de Precios al Consumidor Online de Bahía Blanca).

   CREEBA señaló que durante enero en la ciudad, el mayor aumento a nivel capítulos tuvo lugar en "Transporte y comunicaciones", con un alza del 6,8 %. El mismo respondió a incrementos del 9,3 % en combustibles y lubricantes, 6,7 % en teléfono, y 6,6 % en automóviles.

   Y que "Alimentos y bebidas" se ubicó en segundo término con una suba del 5 % influenciada por aumentos del 19,9 % en frutas frescas, 16,8 % en refrigerio, 14,8 % en carnes de ave fresca y 10,6 % en almuerzo, por citar los más relevantes. 

   Por su parte, IPC Online sintetizó que las principales alzas de los precios se debe a los aumentos en el combustible, que ya sufrió tres subas en lo que va del año, que probablemente trasladaron efectos a otros capítulos, junto a una suba puntual de los servicios de telefonía impactando fuertemente en Transporte y Comunicaciones. 

   La Nueva. dialogó con los principales responsables de ambas instituciones: Juan Manuel Larrosa (IPC Online) y Gonzalo Semilla (jefe del CREEBBA).

Juan Manuel Larrosa y Gonzalo Semilla.

   —¿A qué se debe la cifra tan alta de inflación de enero?

   —Semilla: Básicamente, a dos capítulos en nuestra medición del CREEBA. En primer lugar, transporte y comunicaciones, arriba del 6 %, y también alimentos y bebidas, con un 5 %; ambos con valores muy altos. Cuando uno desagrega la información lo que observa es que transporte fue traccionado por los sucesivos aumentos de combustible.

   —Larrosa: Hay un aumento generalizado de todos los precios, con alzas puntuales muy fuertes en todo lo que es el transporte. En IPC Online detectamos después que todo lo que es libros aumentó muchísimo también, superando el 50 % de aumento; eso afectó al capitulo de esparcimiento. Y "alimentos y bebidas" subió al 6,2 % que es el doble del promedio que venía subiendo durante 2020.

   —¿Febrero y marzo mantendrían la tendencia?

   —Larrosa: Esperemos que no se mantenga esta tendencia. Tal vez, en nuestro caso lo que hubo fue que diciembre marcamos por debajo de INDEC y probablemente hubo subas que capturamos luego en enero. Pero es difícil ver si eso se va a repetir en febrero o marzo. Vamos a ver cómo se resuelve el inicio de las clases, pero en principio no esperamos que en los próximos meses se repita lo de enero.

   —Semilla: Si tomamos el REM, que es el Relevamiento de Expectativas de Mercado que publica el Banco Central, con participación de más de 50 instituciones y consultoras, estiman una inflación 2021 del 50 %: Teniendo en cuenta esto, vamos a tener altos índices inflacionarios, no solo febrero-marzo sino a lo largo del año. Podría llegar a ser arriba del 3 o 3,5 %. Incluso, en febrero ya estamos evidenciando cambios en el precio de los combustibles y esto tracciona al resto de las cadenas productivas. Y si se implementa la escolaridad presencial, posiblemente nos encontremos con algunos ajustes en las cuotas de los colegios.

   —¿En caso de no volver a una cuarentena extrema, es decir, si se mantienen los niveles de actividad actuales, cuánta presión a la inflación puede hacer la emisión de los últimos meses?

   —Semilla: Es un tema muy delicado. La caída tan abrupta de la actividad económica con el inicio de la pandemia implicó caída de la oferta, caída de la demanda, no circulación... Y el Gobierno, la única alternativa que tuvo fue la emisión de dinero por parte del Banco Central. Si bien la emisión fue muy grande e inédita, no se condijo con una enorme circulación de dinero porque la gente no podía andar. Entonces, lo que se estimaba era que una vez que empiece a circular, iba a presionar sobre los precios. Cosa que no ocurrió a lo largo del año pasado pero sí sobre fin del último trimestre y lo que va de este año.

   —Larrosa: Mucha, eso va a ser siempre una espada de Damocles que va a haber sobre la inflación. De todos los años anteriores, siempre la variación que hubo en la oferta monetaria terminó equiparándose con la variación del IPC a fin de año. Si bien el 2020 tuvo circunstancias muy especiales, va a haber presión en los precios con toda la emisión que todavía se sigue haciendo. A eso hay que agregarle que, porque va a haber inflación, el tipo de cambio se va a ir actualizando. Y si unido a eso tenés el hecho de que los combustibles también van a ir aumentando, te encontrás con tres puntales que van a fijar la inflación durante 2021.

   —¿Se observa alguna política por parte del gobierno que pueda contribuir a bajar la inflación en los próximos meses?

   —Larrosa: En principio, tienen una medida que es más psicológica que real, de Precios Cuidados, que ya tiene repudios en cuanto a la calidad de los productos. Se fijaron precios para las carnes y salieron productos de muy mala calidad. En cualquier caso, toda política de precios máximos abarca un porcentaje muy bajo de todo lo que llega a la góndola. Es una política muy poco efectiva porque va a terminar impactando en pocos productos. Sí puede el Gobierno, para ayudar un poco, lograr que el dólar quede lo más quieto posible. En ese sentido, todo lo que facilite obtener dólares del exterior va a permitir contar con una mayor reserva y atenuar el impacto de cualquier potencial devaluación. También estamos en un año electoral, así que ojo con eso: una típica política que se va a intentar es impulsar el consumo.

   —Semilla: Está claro que intenta contener la escalada de precios, con aciertos y fracasos. Muchas medidas no han sido contundentes. ¿Me preocupa? Sí. ¿Es nuevo? No, todos los gobiernos lo hacen. Hubo paritarias a fin de año, muchas por debajo de la inflación. Hubo planes, como el Ahora 12 o precios máximos, etcétera. Este año, el objetivo del Gobierno es autorizar aumentos de los servicios como telefonía, cable, luz, gas, agua, transporte, combustible; pero viendo que el año ya empieza con alta inflación está recalculando. Y tenemos tasas de interés negativas, por lo cual no hay incentivo para que las personas depositen sus ingresos o ahorros. Si el Gobierno no aumenta las tasas, la gente no demanda pesos. Exigimos un plan económico, al menos con cuatro o cinco lineamientos generales.