No quiso la prisión domiciliaria, ahora pide salidas transitorias y se lo rechazan
La llamativa situación corresponde a Rubén Darío Fisch, a quien condenaron por el homicidio del quiosquero Alejandro Mieres, cometido a mediados de 2003 en la primera cuadra de Lamadrid. Por ahora seguirá preso.

Audionota: Romina Farías
Ningún reo debe anhelar algo más que salir de la cárcel, aunque en ese proceso se pueden dar situaciones insólitas, como la que vive Rubén Darío Fisch, detenido hace 17 años como autor de un homicidio en ocasión de robo.
En abril pasado se le había otorgado el arresto domiciliario, pero el interno rechazó ese beneficio por un tema particular y prefirió quedarse en la Unidad Penal N° 4.
Ahora, sin embargo, pidió salidas transitorias y fue la justicia la que desestimó el planteo, con lo cual continuará entre rejas.
Fisch purga una condena a 18 años por el crimen del quiosquero Alejandro Mieres (51), registrado en el negocio que funcionaba en Lamadrid 68.
La madrugada del 1 de julio de 2003, poco antes de las 2.05, el comerciante recibió un disparo calibre 32 que le ingresó por el brazo izquierdo y se alojó en el tórax, lo cual le causó una hemorragia masiva y el deceso.
Dos años después Fisch recibió la sentencia, a partir de las pruebas reunidas.
Un remisero confirmó que esa madrugada lo había trasladado desde la zona, muy nervioso y que el pasajero, antes de descender, le había advertido "vos no me viste...cualquier cosa vos no me trajiste".
También se sumaron los dichos de otras 3 personas que sabían que Fisch se quería deshacer de un arma 32 y la declaración de un menor ante quien confesó que se había mandado "una macana".
Primero, no quiero
En abril del año pasado -en los inicios de la cuarentena y cuando se temía un brote de Covid-19 en los establecimientos penitenciarios-, la justicia de Ejecución Penal le concedió el arresto domiciliario a Fisch, teniendo en cuenta que se encontraba en los grupos de riesgo por una patología preexistente.
No obstante, y a contramano del sentido común, el acusado decidió quedarse en la prisión y así desistió de volver a la casa de su pareja, ubicada en Coronel Suárez.
En su descargo aludió a un motivo puntual: dejó en claro que prefiere no ir a esa vivienda porque en las cercanías vive un hombre con el cual tienen problemas y ese vecino, incluso, fue denunciado por un delito en perjuicio de la familia del condenado.
De ese dato se dejó constancia en un acta que labró el personal de Vigilancia y Tratamiento de la cárcel de Villa Floresta y que fue elevada al juzgado de la avenida Colón 46.
"Quiso evitar cualquier tipo de inconvenientes y preservar a su familia y a él mismo, que no lo vayan a provocar, porque está a un año de agotar la pena y al menos en los últimos 8 tuvo conducta ejemplar 10", explicó en ese momento una fuente judicial sobre la inesperada decisión.
Después, no puedo
Luego de aquella situación particular, Fisch volvió a pedir un beneficio, pero esta vez la justicia no le dio esa posibilidad.
El acusado pretendía salidas transitorias. Sin embargo, el juez Claudio Brun rechazó el planteo y en las últimas horas la Cámara Penal confirmó esa resolución.
Según la defensa, Fisch presenta numerosos aspectos favorables para su reinserción, no se muestra agresivo ni impulsivo y que los informes psicológicos demuestran que se adaptó a la normativa.
De todas maneras, el juez Brun remarcó cierta incertidumbre sobre "posibles reacciones desajustadas" y la Sala I de la Cámara Penal adhirió a su postura.
Los camaristas Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou consideraron que no fue "irrazonable" la postura del juez de alejarse del dictamen del Departamento Criminológico y tener en cuenta "la relevancia que puede adjudicarse a la '...incertidumbre sobre sus posible reacciones desajustadas...' y la falta de seguridad sobre la capacidad de contener sus impulsos que de esa apreciación puede inferirse".
En el mismo sentido, consideraron "conveniente" contar con "un amplio examen psicológico y psiquiátrico del penado", que se podría realizar a través de la Asesoría Pericial Departamental.
Buscarán profundizar las implicancias que derivan de esas incertidumbres y cuáles podrían ser las estimaciones sobre la eventual conducta de Fisch con el medio libre.
Por otro lado se tuvo en cuenta que en un momento de la condena se le dio la posibilidad de salidas y las incumplió, con lo cual afectó "la confianza de las autoridades" sobre el compromiso asumido.
Infracción en 2015
Lejos de su casa. En 2015 Fisch había obtenido salidas transitorias para afianzar lazos familiares. Debía quedarse en su casa las horas que salía de la cárcel, pero no lo cumplió.
Operativo. El 23 de abril, la policía lo interceptó en la vía pública de Chiclana al 2100, en circunstancias que viajaba como acompañante en una motocicleta Yamaha. Fue después que algunos vecinos se comunicaran al 911 para denunciar la presencia sospechosa de los motociclistas observando viviendas ajenas.
Documento. Al ser identificado, Fisch mostró un salvoconducto emitido por las autoridades carcelarias, con salidas de 24 horas cada 15 días, pero solo para estar en su casa de Saavedra al 2000.