Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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Cómo sobrevivir 50 años en el mismo rubro y seguir creciendo

Inmobiliaria Bochile surgió en 1970 como un emprendimiento de Leopoldo, acompañado por su esposa Alicia. Hoy mantiene la impronta de empresa familiar con Lucas y Karina, dos de sus hijos.

Foto: Pablo Presti y Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]  

   Cuando Leopoldo comenzó en 1970 a vender terrenos en el sector hoy denominado Vista Alegre seguramente no imaginó el crecimiento que le depararía el futuro.

   Leopoldo Bochile inició de esa manera el camino de Bochile Inmobiliaria, una empresa de fuerte arraigo familiar que ya lleva 50 años de vigencia en el rubro.

   Acompañado siempre por Alicia Tamborindeguy, quien dejó la docencia (es profesora de Filosofía y Pedagogía) para apoyar en el nuevo emprendimiento a su marido, “Bocha” utilizó su propio domicilio como sede.

   “Más tarde alquilé una oficina en Mitre 378, donde estuvimos tres años, hasta que pudimos construir nuestra propia oficina, en Caronti 360, donde todavía estamos”, rememoró.

   Y añadió: “Luego de vender terrenos, seguí con casas, departamentos, galpones comerciales, alquileres, y administración de propiedades. Fuimos adaptándonos a los cambios que se produjeron en el mercado inmobiliario. Hoy en día nuestra cartera de clientes es mas variada”.

   Con la impronta familiar que le transmitió a su empresa, con el paso de los años se sumaron sus hijos Lucas y Karina, mientras que Mónica abrió su propia escribanía y Laura se inclinó por la medicina.

   “La clave para la vigencia de la empresa fue mantener inalterable una conducta basada en la Honestidad y la responsabilidad. Y en ese sentido, la incorporación de mis hijos al trabajo inmobiliario se realizó de forma natural”.

   “Si la gente sigue eligiendo Inmobiliaria Bochile creo que es o se debe a varios factores, entre ellos, la atención personalizada, y la conducta a la que ya hice referencia”.

   Leopoldo reconoce que no imaginó en los primeros momentos mantenerse vigente por 50 años en un mercado tan competitivo.

   “No lo imaginé, pero tampoco me detuve a a pensarlo. El tiempo pasa rápido y tuve una verdadera vocación y cariño por lo que hacía”, señaló.

   Lucas y Karina asumieron la responsabilidad de mantener, renovar y hacer crecer la inmobiliaria.

   “La decisión de unirnos a la empresa se dio fue de forma natural, pero significó una gran responsabilidad”, señaló Karina.

   “El mejor consejo que nos dieron nuestros padres fue la dedicación que pusieron ellos, teniendo siempre como premisa brindar el mejor servicio”, agregó Lucas.

   “Hemos formado un equipo  de trabajo que nos permite atender las necesidades de cada cliente ya sea en administración, venta y tasación de propiedades”, dijo Karina.

   Con la pandemia, el sector inmobiliario entró en una crisis difícil de superar.

   “El contexto ya era complejo antes de la pandemia. El mercado está expectante a la espera de nuevas oportunidades y, como todos, hemos tenido que adaptarnos a las nuevas condiciones de trabajo y no tenemos duda que marcarán una nueva manera de vincularnos con nuestros clientes”, explicó Lucas.

   Mantener los estándares de trabajo es el objetivo que se plantean para el futuro.

   “Obviamente no tenemos que dejar de lado la innovación, incorporando las herramientas y tecnologías que nuestro tiempo demanda. Y contando siempre con el apoyo de nuestros clientes, que nos han acompañado a lo largo de todos estos años”, cerró Karina.