Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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Muertes por COVID-19: recomendarán la cremación y ponen límites a las sepulturas en tierra

El Concejo Deliberante prohibió las inhumaciones en nichos, panteones y bóvedas familiares a fallecidos por coronavirus o ante sospechas de la enfermedad y permitirá enterrar a los fallecidos con varias limitaciones 

   Con varias modificaciones al proyecto propuesto por el Municipio, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad “recomendar” que toda persona fallecida por coronavirus o ante sospechas de la enfermedad sea cremada de manera inmediata en el cementerio municipal.

   Sin embargo, si es que hay objeciones de conciencia o cuestiones religiosas, las familias de los difuntos podrán optar por la sepultura en tierra, aunque con algunas limitaciones. La más importante es que los restos de esa persona no se podrán mover nunca más del lugar.

   Además exige requisitos sobre los terrenos donde se sepultará al fallecido: deben tener una distancia mayor a 200 metros a cursos o fuentes de agua y el espacio no podrá ser inundable o anegable. También quedará prohibido el uso de nichos, panteones o bóvedas familiares.

   Al mismo tiempo se establece que la persona que no cuente con obra social o la posibilidad de pagar por la cremación, el municipio deberá hacerse cargo de los costos de traslado e inhumación.

   El proyecto de ordenanza había sido enviado ayer por la comuna y está basado en el protocolo que exige el Ministerio de Salud de la Nación y en el Manejo Seguro de Cadáveres ante casos de enfermedades infecciosas.

   Ese manual exige que la persona que muera con diagnóstico o sospechas de la enfermedad solo podrá ser visitada por sus familiares en la sala del hospital antes del traslado del cadáver, pero sus familiares no podrán tener contacto físico.

   "Puede permitirse el acceso de los familiares y amigos a la habitación antes de proceder al traslado del cadáver. Estos no deberán establecer contacto físico ni siquiera con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado. Deberán observar las precauciones de transmisión por contacto y gotas, siendo suficiente una bata desechable, unos guantes y una mascarilla quirúrgica".

   Además se afirma que "el cadáver debe introducirse en una bolsa sanitaria estanca biodegradable y de traslado con ataúd, que reúna las características técnicas sanitarias adecuadas de resistencia a la presión de los gases en su interior, estanqueidad e impermeabilidad y que la introducción en la bolsa se debe realizar dentro de la propia habitación de aislamiento".

   También se determina que "no se realizará comitiva para el enterramiento ni despedida en el cementerio. Los familiares o allegados del fallecido diagnosticado de COVID-19 no podrán ingresar al cementerio durante la cremación o inhumación en tierra. Únicamente ingresará el féretro con el fallecido",

   Luego de la cremación se establece que las cenizas pueden ser objeto de manipulación sin que supongan ningún riesgo.

   "Se hará entrega de las cenizas al familiar que las haya solicitado o a quien este haya autorizado, el día que se hubiese pactado al momento de la suscripción de la documentación".

   Durante la vigencia del aislamiento social preventivo y obligatorio podrán concurrir a realizar el retiro de las cenizas pero sin acompañantes.

   "De igual modo, si el familiar que solicitó la cremación así lo considerase, las cenizas podrán ser retiradas por personal autorizado de la empresa de servicios fúnebres".

   Si las cenizas no fueran reclamadas por familiar o responsable alguno, dentro de un plazo de 30 días corridos, contados desde el día que fuese pactado su retiro, las mismas serán depositadas en el cinerario común del cementerio.

Con barbijos y varias emergencias

   Por motivos de espacio y para mantener el aislamiento los concejales sesionaron en el Salón Héroes de Malvinas. Lo hicieron con barbijos y bien distanciados unos de otros.

   Además del proyecto vinculado a los fallecimientos por coronavirus aprobaron por unanimidad y sin hacer uso de la palabra la extensión de la emergencia sanitaria, la de transporte público ante la caída en la venta de pasajes, la alimentaria y una emergencia económica por la pérdidas de ingresos que tendrá el Municipio ante la pandemia.