Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La demolición de La Teresa

Una de las pérdidas patrimoniales más sentidas.

Mario Minervino

Hace 38 años, en el mes de  agosto de 1981, comenzó la demolición de La Teresa, una de las obras arquitectónicas más relevantes que se hayan realizado en nuestra ciudad.
Ubicado en la avenida Alem 262, el pintoresco chalet fue construido a principios del siglo pasado por Teresa Caviglia de Parodi. 
Retirado de la línea municipal y ocupando un terreno de 1.090 metros cuadrados, la vivienda tenía se imponía con sus tres plantas y su revestimiento color, donde se destacaban sus pequeñas cubiertas a dos aguas y un techo tipo mansarda que conformaba un aporte por demás pintoresco.
Luego de servir por décadas como vivienda familiar, fue teniendo otros usos. 
En 1938 se habilitó allí el Dispensario Anticanceroso de Bahía Blanca, uno de los más modernos del país para el diagnóstico del cáncer. 
Tras este particular destino, quedó desocupada y salió a remate en 1942. Para entonces, su planta baja contaba con sala, escritorio, comedor, cocina, toilette, sanitarios, sótano y garaje. 
La planta superior tenía cinco dormitorios, pieza de costura y baño y la segunda, tres habitaciones, habitación de servicio y azotea.
En el año 1948 se instaló en el lugar el Instituto de Previsión Social, que fue la primera delegación inaugurada en el interior de la provincia.
A fines de los 70, quedó desocupada y abandonada. Así estaba en 1981, cuando comenzó su demolición. 
Unas pocas fotos sirven como testimonio de la belleza de esta vivienda, que jerarquizó la avenida Alem y enriqueció el paisaje urbano bahiense. 
Fue en parte una de las primeras en desaparecer de la geografía urbana tan particular de esta calle, que se fue reconvirtiendo en un polo comercial y gastronómico, destino y tendencia que se sigue manteniendo hasta hoy.