Bahía Blanca | Martes, 22 de julio

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Qué es el defusing, la técnica de los bomberos para canalizar el estrés

La iniciativa apunta a que los servidores públicos voluntarios puedan manejar sus emociones luego de cada emergencia y tomen hábitos de autocuidado.

Qué es el defusing, la técnica de los bomberos para canalizar el estrés Qué es el defusing, la técnica de los bomberos para canalizar el estrés

Gerardo Monforte / gmonforte@lanueva.com

   Mejorar la calidad de vida de los bomberos voluntarios que, día a día, se someten a situaciones de estrés y riesgo, así como fomentar entre ellos el autocuidado, son los objetivos centrales de la técnica de descarga emocional o defusing, una metodología enmarcada en la psicología de la emergencia.

   Mediante la intervención de psicólogos en cuarteles del país, los servidores públicos reciben asistencia luego de operar en cada siniestro y el mecanismo además contempla el dictado de un curso con foco en el manejo del estrés.

   La licenciada en Psicología Estela Gamero, integrante del cuartel de bomberos de General Daniel Cerri desde 2003, es pionera en la implementación del método defusing (en castellano, desactivar) en los 26 establecimientos de la zona que conforman la Federación Centro Sur de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Buenos Aires.

   Después de cada incidente crítico, como un siniestro vial en el que presencian “cosas terribles”, se reúne a la dotación que asistió a esa emergencia y se habla de lo sucedido.

   “Hay cinco preguntas pautadas: qué pasó, qué hice bien, qué puedo mejorar, qué necesito para continuar y un agradecimiento. Esto se hace porque el bombero debe irse a su casa libre de esa carga emocional extra para poder asistir al próximo toque de sirena”, sostuvo Gamero.

   Paralelamente, durante los cursos anuales obligatorios, los capacitadores explican a los bomberos voluntarios que pueden mejorar su calidad de vida con la técnica de descarga emocional, específica para este tipo de ocupación.

Por niveles

   “El nivel 1 del curso consiste en el autocuidado del bombero, porque si él no se cuida nadie lo va a cuidar. En el nivel 2 trabajamos y les enseñamos cómo contener a las personas afectadas como víctimas, familiares de ellas o compañeros damnificados”, expresó.

   “También les dan un ejercicio de respiración y un plan de manejo de estrés. Ahora nos piden hacer mucha más ejercitación como playback y simulacros”, explicó.

   “El curso dura un día, se extiende de 8 a 18 y consta de una parte teórica y otra práctica. Se habla sobre la generalidad de la psicología de la emergencia y el trabajo estresor del bombero”, completó Gamero.

   De las capacitaciones participan dos bomberos de cada uno de los 26 cuarteles integrantes de la Federación.

   “También se les explica qué es el estrés, cuáles son las reacciones que provoca en una situación de emergencia y cómo pueden aplicar herramientas para mitigar esas consecuencias”.

  Los cursantes reciben instrucción sobre técnicas para activar recursos positivos, dialogar con la familia, hacer ejercicios físicos, actividades placenteras y cumplir con sus horas de descanso.

   Estos consejos apuntan a lograr el cuidado mental y emocional del bombero.

Duros que se  ablandaron

   “Hay un antes y un después en el cuartel (de Cerri) con la incorporación del departamento. En un principio los bomberos varones fueron muy reticentes (a participar de los cursos); decían que no les afectaban los hechos a los que asistían y se negaban a hablar”, recordó la psicóloga.

   “Porque vienen de la cultura y la educación de 'los hombres no lloran, tenés que ser fuerte y al bombero nunca le pasa nada'; son un poco más duros que las mujeres bomberos, o se hacen. Pero una vez que empezaron a notar que aplicando las técnicas y hablando se puede mejorar la calidad de vida, cambiaron muchísimo”, añadió.

   “Hoy en día, cuando un bombero sufre muchas pesadillas y recuerda todos los accidentes, viene y me pregunta. Las técnicas son muy efectivas y no solo sirven para el ámbito bomberil, sino también para cuestiones personales y laborales”, dijo la psicóloga de los 26 cuarteles de la federación.