Bahía Blanca | Domingo, 07 de septiembre

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¿Faringolaringitis o Boudoutitis aguda?

Escribe Eugenio Paillet

Como podía esperarse, la información oficial del Gobierno sobre el inesperado proceso de faringolaringitis aguda que afectó a Cristina Fernández ayer, y que la obligó a suspender, entre otras actividades de la agenda, su previsto viaje a Asunción del Paraguay, disparó al instante una andanada de especulaciones, y no pocas ironías, en las redes sociales.

Tal vez la punta de lanza la dio la legisladora porteña Graciela Ocaña, de Confianza Pública, que en su cuenta de Twitter instaló de movida la sospecha sobre la indisposición presidencial que después terminó por viralizarse. ¿“Tendrá CFK faringolaringitis aguda o Boudoutitis aguda?”, inquirió sin la más mínima inocencia.

A esa hora, poco antes del mediodía de ayer, las consecuencias del problema de salud presidencial y el “reposo estricto” por 24 horas que le recomendaron sus médicos estaban a la vista: Amado Boudou no iba a ser presidente interino del país, como hubiese ocurrido si la jefa de Estado realizaba nomás su visita de un día al vecino país.

Al ver ese y otros múltiples tuits en las redes con los más diversos comentarios, sospechas sobre la veracidad de la dolencia y otras yerbas, en la Casa Rosada se espantaron y un vocero habitual de la presidencia intentó salir al cruce. Dijo la verdad de lo que pasó la noche anterior en el Salón de las Mujeres: allí, con algún síntoma que la obligó a expresarse en un tono menos encendido que el de otras oportunidades,

Cristina contó que estaba un poco afectada de la garganta y que la faringolaringitis se la había contagiado su nieto Néstor Iván. Para reforzar, el vocero contó a este diario que también Máximo Kirchner estaba en reposo en su casa de Rio Gallegos, afectado por un fuerte resfriado.

El parte médico que difundió la Unidad Médica Presidencial, con la firma de los doctores Marcelo Ballesteros y Daniel Fernández, corroboró oficialmente la dolencia.

Precisó que se le había recomendado estricto reposo por 24 horas, lo que le impedía realizar cualquier agenda prevista para ayer, como también el proyectado viaje a Paraguay.

No hay razón para dudar de la palabra presidencial y la de sus médicos, aunque los usuarios de las redes no lo hayan entendido así, como el caso de Ocaña, o del embajador Diego Guelar, que milita en PRO, que publicó: “La faringolaringitis patriótica evitó que Vudú asuma la Presidencia de la Nación. Gracias virus”.

De todos modos hay que decir que en las segundas líneas del gabinete, y en alguna primera también, respiraron aliviados cuando se enteraron que Amado no sería presidente por un día, en medio del escándalo político y judicial que lo tiene en el ojo del huracán tras su procesamiento por parte del juez Ariel Lijo por cohecho y funciones incompatibles en el marco de la causa Ciccone. Son los mismos que, en voz baja, claman por un gesto del vice para que pida licencia y le aliviane las cosas a su jefa.

Es de esperar que la presidente no vuelva a sufrir ninguna dolencia dentro de dos semanas cortas: ella no quiere perderse por nada el viaje que hará a Fortaleza, Brasil, para participar el 14 y 15 de julio en la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a la que fue invitada por Dilma Rousseff.

Los habitantes de las redes sociales supondrían en ese caso que se trataría de otra enorme casualidad que le impediría nuevamente al procesado Boudou asumir la primera magistratura del país.