Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Epecuén recuperó su viejo manto de sal

Una inmensa alegría provocó en los habitantes de Carhué un fenómeno que tiene como protagonista al lago Epecuén y que, según los más memoriosos, hacía al menos 30 años que no se producía: la concentración de grandes cantidades de cristales de sal en las costas del espejo de agua, que vistas desde la distancia se asemejan a un grueso manto de nieve.
Epecuén recuperó su viejo manto de sal. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

 Una inmensa alegría provocó en los habitantes de Carhué un fenómeno que tiene como protagonista al lago Epecuén y que, según los más memoriosos, hacía al menos 30 años que no se producía: la concentración de grandes cantidades de cristales de sal en las costas del espejo de agua, que vistas desde la distancia se asemejan a un grueso manto de nieve.


 El fenómeno es originado --señalaron ayer antiguos habitantes de la ciudad-- por la solidificación del sulfato de sodio presente en el agua. En ello intervienen dos factores: la creciente concentración de sales en el lago, por efecto de la sequía; y la fuerte ola de frío que se está dando en la región.


 Una vez formados los cristales, por efecto de las corrientes y oleaje, son arrastrados hacia las orillas. Así se forma una capa blanca de entre 15 y 35 centímetros de espesor, y dos a siete metros de ancho, que rodea el espejo de agua y que, por estos días, causa tanta sorpresa como alegría en la ciudad de Carhué.


 El fenómeno,


 En cuanto a los granos de sal, tienen el tamaño de una arveja, o aún mayor. Debido a la densidad de los cristales, se puede caminar sobre el manto sin problemas.

Explicación.
El licenciado Gastón Partarrieu, director del Museo Regional Adolfo Alsina, señaló ayer a "La Nueva Provincia" que este fenómeno no ocurría desde, aproximadamente, la década del '80.





 "Dejo de ocurrir porque el cuerpo de agua era muy extenso y le entraba agua dulce, por lo que no permitía el proceso de enfriamiento y la cristalización de la sal. Dicho de otro modo: la laguna estaba diluida con agua dulce", señaló.


 "Actualmente, Epecuén ha entrado en los valores de agua y sales adecuados para que se produzcan los mismos efectos químicos que se producían hace 30 años atrás", añadió.


 Partarrieu señaló que no se debe olvidar que el lugar es una salina.


 "En el siglo pasado se explotaba comercialmente el fenómeno: se sacaba sulfato en invierno, se hacían grandes pilas, se dejaba secar y luego se juntaba. Esta laguna es una salina", indicó.


 "Aquí la sal está diluida en el agua; entonces, cuando la temperatura baja a partir del mes de junio, por efecto del enfriamiento, se produce la cristalización de la sal", agregó.


 El especialista señaló que, a mayor profundidad, mayor cristalización.


 "Por eso se va a comenzar a formar lo que se llama la costra de sal. Cuando ello ocurra, se va a formar una capa de sal en el fondo y, debajo de ella, un fondo compacto de barro", adelantó.

Felices.
Rubén Besagonill, presidente de la asociación de hoteleros de Carhué, señaló ayer que ese fondo de barro que mencionó Partarrieu es una capa de fango "muy consistente, impregnada de sales, que tiene una gran utilidad para tratamientos medicinales y de belleza".





 "El próximo verano se va a generar una capa de sal en el piso del lago, que era lo que antiguamente molestaba a los turistas cuando entraban descalzos al lago Epecuén", avizoró.


 El directivo dijo que, con lo ocurrido, Epecuén sigue demostrando que es un "importante, único e inigualable recurso, un verdadero tesoro".


 "Por suerte ahora estamos mejor preparados que hace 30 años. Cuando existía la villa turística Lago Epecuén, el turismo era sólo de verano, pero hoy en día tenemos la bendición de tener turismo de invierno gracias a los distintos complejos con piletas climatizadas", remarcó.


 El director de Turismo municipal, Javier Andres, sostuvo ayer que lo ocurrido es "un regalo de la naturaleza".


 "Recién estaba hablando con los hoteleros acerca de que hace más de 30 años que el lago no se comportaba de esta manera. Espero que siga así, porque uno puede ver sal hasta abajo del agua. Esto, sin dudas, nos dará un importante impulso turístico, que es lo que estábamos necesitando", resaltó el funcionario.


Concentración





 Una de la últimas mediciones de minerales presentes en el lago Epecuén arrojó que posee 180 gramos de sales por litro. La cifra es muy elevada, pero a partir de lo ocurrido en los últimos días se estima que el nivel de concentración podría ser aún mayor.

No se come




 La sal presente en las costas del Epecuén, si bien contiene una gran proporción de minerales que son beneficiosos para la salud, no es comestible. Tiene uso comercial, pero de tipo industrial.

Blanco y rosado




 A la vista, el fenómeno luce como una nevada que, en forma selectiva, cayó sobre las costas del lago Epecuén. Sin embargo, si se observa con detenimiento, se puede ver que una parte del manto de sales está fuera del agua y es de color blancuzco, mientras que otra parte, aún dentro del espejo de agua, tiene un tono rosáceo.

Como hace 80 años




 Hace 80 años, en marzo de 1930, el lago Epecuén, famoso por las propiedades curativas de sus aguas, estaba cerca de convertirse en un "espeso y enorme solar cetrino". Era tal la sequía que sufría la región que en este diario se escribió: "Desde las que fueran sus orillas, junto a los hoteles balnearios, el agua se ha retirado a una distancia de 1.000 a 1.500 metros y su caudal es una masa espesa circundada de cristalizaciones de sal".