Bahía Blanca | Miércoles, 09 de julio

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El espíritu olímpico aún perdura

Hizo historia siendo tan pequeña... Pasaron 33 años de que Susana Norma Coppo, la mejor nadadora que entregó Bahía Blanca, integrara --con escasos 16 años-- la delegación olímpica argentina en los Juegos Olímpicos de Montreal (Canadá), en 1976. Quien representara al club Olimpo durante dos décadas, tuvo el privilegio de estar en permanente contacto con las energías --positivas y de las otras-- que semejante cita mundial transmite, cuando a su edad lo cotidiano era cumplir con lo educativo y disfrutar de las amistades.

El espíritu olímpico aún perdura El espíritu olímpico aún perdura
Foto: La Nueva.

Hizo historia siendo tan pequeña...

Pasaron 33 años desde que Susana Norma Coppo, la mejor nadadora que entregó Bahía Blanca, integrara —con escasos 16 años— la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.

Quien representara al club Olimpo durante dos décadas, tuvo el privilegio de estar en permanente contacto con las energías —positivas y de las otras— que semejante cita mundial transmite, cuando a su edad lo cotidiano era cumplir con lo educativo y disfrutar de las amistades.

Por entonces, Coppo rompió la rutina para ganarse, en la pileta, el boleto que la depositaría en una cita de ensueño. Sucedió en la etapa de clasificación nacional, desarrollada en la pileta corta de Obras Sanitarias.

"La marca para participar en los Juegos la conseguí en los 100 metros libres, algo que no había planeado. Fue un cambio de estrategia que hice en los últimos seis meses, ya que mi especialidad era el estilo mariposa y, en ese momento, no podía superar el tiempo para clasificar. Y como en los 100 libres venía bajando los tiempos a grandes pasos, hicimos la jugada que, por suerte, tuvo buenos resultados".

—¿Cómo viviste los días posteriores al logro?0

—Cuando volvimos de Buenos Aires, esa misma tarde, sabía que había clasificado, pero todavía me sentía algo incrédula, como congelada. De todas maneras, me llevó un tiempo tomar conciencia de lo que realmente significaba integrar una delegación olímpica. También me tomó por sorpresa formar parte de la posta, algo muy difícil de conformar en aquel tiempo, y la designación de mi profesor (Julio César Serrani) como entrenador del equipo de natación nacional.

* * *
Un toque femenino entre tantos hombres

Argentina presentó, en aquella cita ecuménica, a 69 deportistas, de los cuales 65 eran hombres. Pues Claudia Belloto, Patricia Sophn, Rosana Junto y nuestra Susana Norma Coppo aportaron el toque femenino. Ellas, conformaron la posta nacional que compitió en los 4x100 libres y combinados.

Para el Comité Olímpico Internacional, Montreal `76 debía obligatoriamente recuperar el espíritu olímpico inexistente en la masacre de Munich `72. Sin embargo, de antemano, 24 países africanos optaron por no participar.

En medio de esa tensión de carácter internacional, sumadas a las de nuestro territorio, Coppo armó el bolso y se embarcó en la ilusión, con las pruebas de 100, 200 y 400 metros libres instaladas en su mente.

—¿Las particulares condiciones en las que te tocó representar al país hicieron mermar tu entusiasmo?

—Con mis 16 años solo vivía y, en cierta medida, no entendía lo que estaba pasando en el país, ni era consciente del momento histórico que atravesaba Argentina. Lo terminé comprendiendo mucho después. Hoy, puedo decir que fui parte de un Juego Olímpico, el cual disfruté mucho. El resto de la información es como que se agregó al cuento, pero más tarde.

—Con tu juventud, ¿cómo manejaste el codearte con todos los deportistas de la elite mundial?

—Lo más curioso fue que corrí la serie de 100 metros libres junto a Cornelia Ender --a la postre, ganadora del oro--, quien fue una de las grandes estrellas de los Juegos.

—¿Influyó en tu concentración verte a escasos metros de tan importante personalidad?

—No, porque a pesar de que uno sabe que no va a tener otra oportunidad de enfrentarla, ya que tenía un rol secundario en la carrera, no te olvidas de los argentinos que ponen sus ojos en vos deseándote lo mejor. Varias veces, en Holanda, me preguntan cómo me fue, si gané alguna medalla, y mi obligación es explicarles que lo importante fue haber competido.

—¿Cambia el pensamiento o la forma de ver ciertas cosas luego de semejante experiencia?

—Creo que sí, pero después de algunos años. Haber participado de los Juegos fue un gran empujón para seguir adelante en los momentos complicados. Particularmente, me dediqué a hacer otra cosa siempre recordando la satisfacción que ello me generó.

El hoy y el ayer

Susana aprendió a nadar, leer y escribir, prácticamente, al mismo tiempo. La primavera de 1965 fue el punto de partida de su largo y exitoso trecho recorriendo las templadas aguas, al tiempo en el que la voz de la natación casi ni se oía en la ciudad.

A los 5 años, Coppo conoció a Julio César Serrani. Y juntos elaboraron una relación infranqueable que excedió el ámbito deportivo.

"En aquella época, eran los primeros pasos de la actividad en Bahía Blanca. Desde siempre, este deporte involucró a la familia y requirió de sacrificio, entusiasmo y corazón. Me tocó visitar varias partes del mundo, y puedo asegurar que justamente el corazón es lo que se resalta del argentino por sobre cualquier deportista estadounidense o europeo".

—¿Susana Coppo hubiese sido Susana Coppo sin Serrani?

—No. Hay personas muy importantes en la vida de uno. Rememorando lo que hizo Serrani a nivel personal, sacrificando sus cosas para ir a la pileta de la Base Naval (Comandante Espora) por ejemplo, fue algo que me marcó. Hubo mucha gente que me ayudó, directa o indirectamente. Mismo, el club Olimpo. A todos ellos, les agradezco lo que hicieron.

—¿Te considerás la precursora de la actividad en nuestro medio?

—... (duda y piensa) No siento que lo hice sola. Si mi historia sirve para que alguien encuentre inspiración y motivación, te diría que sí, por supuesto.

—¿Cómo observás nuestra natación actual?

—La noto muy bien. Ver a tantos jóvenes nadando, aprendiendo y creciendo, con gran dedicación, me llena de alegría. Es como que se continúa con aquel camino iniciado hace varios años.

Con cariño, hacia los Países Bajos

La carrera Traductorado de Inglés en la Universidad de Buenos Aires sedujo a Susana, motivo por el cual decidió trasladarse hacia Buenos Aires. Por entonces, la nadadora ignoraba lo que el destino le tenía preparado.

"Durante mi época de estudios universitarios, conocí a un chico holandés. Y al recibirme, tan enamorada, me fui con él", reveló, claramente avergonzada.

El impulso pudo más que cualquier barrera de la razón. Con 24 años, Coppo hizo borrón y cuenta nueva. Se instaló en Haaksbergen, pueblo de 25 mil habitantes en el este de Holanda, en el límite con Alemania.

"Allí estudié Licenciatura en Economía en idioma holandés y comencé a trabajar en una agencia de publicidad", agregó.

Pero para no desacostumbrarse, su vida continuó dando vuelcos inesperados.

"Después de varios años, la relación con el holandés terminó. Luego, me mudé mucho y recorrí toda Holanda buscando lo mejor para mí. Al tiempo, decidí estudiar Ingeniería en Computación. Me recibí el año pasado".

Al parecer, lo nómade ya no tiene cabida en Susana. Actualmente, a sus 49 abriles, reside en Amsterdam, trabaja como analista de datos en una empresa de seguros y, desde hace 6 años, se encuentra en pareja con otro holandés, Gerber Sinnama.

"Si no hubiese venido para acá, no lo hubiese conocido. Siempre hay que encontrar el lado positivo de las cosas", concluyó.

En dos frases

"A fin de cuentas, lo gracioso es que lo que vive conmigo todos los días no son los récords ni triunfos que me dio la natación, sino las pequeñas cosas: las amistades, el hecho de aprender a perder, poder regresar a la ciudad y recibir un reconocimiento o conversar con Serrani y notar su entusiasmo diario".

"Aprendí muchas cosas en el agua que pude transferir a la vida cotidiana. Eso lo destaco como una ventaja muy grande. Ahora que estoy en los 50, a veces sueño y me pregunto qué haría si volviese a tener 20 años. Y después de mucho evaluar, siempre llego a la conclusión de que volvería a hacer lo mismo que hice".

Y hubo un torneo con su nombre...

Los resultados del torneo "Susana Norma Coppo" inaugurado el pasado sábado en el natatorio del club Olimpo, son los siguientes:

Varones-Masters. 100m. combinados: 1) Carlos Tartaglia (Uno).

Varones-Mayores. 50m. mariposa: 1) Lucas Bianco (San José), 26s 72/100; 2) Horacio Salgan (Uno), 26s 76; 3) Jano Alimenti Bel (Uno), 27s 48. 50m. espalda: 1) H. Salgan (Uno), 28s 47/100; 2) Nahuel Morales (Uno), 30s 23; 3) Gastón Andreani (Uno), 30s 31. 50m. pecho: 1) Martín Lavopa (Uno), 31s 31/100; 2) Marcos Paties (Olimpo), 31s 33; 3) Rodrigo Ocampos (Uno), 32s 15. 50m. libres: 1) L. Bianco (San José), 24s 16/100; 2) Joel Clemant (Olimpo), 24s 91; 3) R. Ocampos (Uno), 25s 08.

Damas-Mayores. 50m. mariposa: 1) Victoria Lagos (Uno), 31s 11/100; 2) Marisol Fernández (Uno), 31s 25; 3) Guillermina Cabrera (Uno), 31s 43. 50m. espalda: 1) G. Cabrera (Uno), 32s 55/100; 2) M. Fernández (Uno), 34s 20; 3) Paula Banegas (Uno), 36s 20. 50m. pecho: 1) V. Lagos (Uno), 35s 90/100; 2) Valeria Martínez (Uno), 38s 03; 3) Aymará Domenichelli (Uno), 39s 22. 50m. libres: 1) M. Fernández (Uno), 28s 30/100; 2) A. Domenichelli (Uno), 30s 65; 3) V. Martínez (Uno), 30s 71.