El sacerdote de los pobres dejó diez profecías sobre la Argentina
BUENOS AIRES (Télam) -- Cuando hace una semana el Juan Pablo II anunció la próxima santificación del sacerdote italiano Luis Orione, más conocido como Don Orione, trajo a la memoria su larga estancia en la Argentina pero, en cambio, no se recordó que hizo predicciones políticas sobre nuestro país.
Don Orione, que realizó una importante obra, --en el Gran Buenos Aires, por ejemplo, se refleja en el Cottolengo-- por la que se lo llama El sacerdote de los pobres, dejó al menos diez predicciones sobre el futuro argentino, las que se remontan a 1937 y que luego fueron reflotadas por el antiperonismo, sobre todo en los tiempos de la Revolución Libertadora, ya que a varias de ellas aludían a situaciones propias de esa época.
Sin embargo, en la imaginería de tiempos posteriores también hubo varias que fueron vinculadas con hechos tales como "El Cordobazo" de 1969 y hasta existen otras que no se explican hasta el presente y que se considera que están incumplidas, pero que se producirían a lo largo del siglo XXI. De hecho, Don Orione dio pistas acerca de la posibilidad de que ocurran en la actual centuria.
El sacerdote, que nació el 23 de junio de 1872 en Pontecurone, en el norte de Italia, desde la orden de los salesianos de Don Bosco fue un seguidor de la obra de Giuseppe Benedetto Cottolengo, hoy San Benito Cottolengo, que hacia 1832 comenzó a fundar distintas comunidades en Bologna, Torino y otros lugares de Italia para la atención de ciertas enfermedades.
Siempre relacionada con el antiperonismo, se da por cierta aquella otra predicción que señala que "el dictador" no iba a morir en "la revolución", también asociada a 1955.
La saga de Don Orione atribuida a Juan Domingo Perón continúa con que el golpe no iba a solucionar los problemas del país y con una cuarta predicción que califica a quienes lo sucedieron en el cargo como "una serie de gobiernos anodinos". Sus seguidores afirman que todas ellas están cumplidas al igual que algunas otras posteriores.
La quinta, la sexta y la séptima también tienen quienes las dan como verificadas. Son las que adelantaron que Córdoba se iba a convertir en un hervidero ("El Cordobazo"), que "el caudillo" (siempre Perón) iba a regresar al país y que ríos de sangre iban a correr en la Argentina.
Esta interpretación de sus seguidores, sin embargo, no alcanza para explicar plenamente las tres últimas, ya que anuncian que un presidente será colgado en la Plaza de Mayo, que la bandera no flameará por dos días en la Casa Rosada y que, finalmente, se encontrará la paz y la tranquilidad cuando un "hombre del norte", católico, gobierne por muchos años.
Don Orione falleció el 12 de marzo de 1940, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, y fue beatificado exactamente 25 años después bajo el papado de Juan XXIII, cuyo verdadero nombre era Angelo Roncalli, también conocido por sus predicciones, como antes lo habían sido otros católicos, de los cuales el más famoso fue Nostradamus.
Al ser exhumado el cadáver de Don Orione se encontró que estaba incorrupto y su corazón, en esas condiciones, traído en una caja a la Argentina.
Las que faltan
Otras predicciones pendientes, además de las mencionadas sobre la política argentina, son las que señalan que "Roma será bombardeada" y que "un Papa caminará sobre sus escombros". En cambio, se consignan como verificadas algunas relacionadas con el anuncio preciso de la muerte de un monge una semana antes de las festividades marianas en 1982 y hasta la de que el cottolengo de Claypole se haya fundado allí porque había "olor a santo" --como dijo-- porque años después se constató que San Francisco Solano había residido cuatro siglos atrás.