Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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A 5 meses de la muerte de Leandro Fernández: "La pérdida de un hijo no tiene cura"

Mientras los padres están destrozados, robaron en la casa del joven asesinado.
María Inés Ayestarán y Carlos Fernández conviven con el dolor. Hace cinco meses su hijo murió a raíz de una paliza.

Impotencia y dolor son los sentimientos que experimentan a diario Carlos Fernández y María Inés Ayestarán, los padres de Leandro (28), quien perdió la vida hace cinco meses tras ser brutalmente golpeado y apuñalado por un grupo de inadaptados en su vivienda de la calle Angelelli al 400.

El joven tenía la ilusión de terminar su casa en el barrio Estomba, donde ya vivía con su novia Florencia Quintana.

Pero el pasado 3 de enero --por motivos que aún se desconocen, aunque no se descarta el robo-- varios individuos fuera de sí, algunos armados, entraron en el domicilio. Florencia llamó de inmediato a su padre Hugo, quien junto a su yerno los enfrentaron pero resultaron con gravísimas heridas.

Leandro nunca se recuperó y más de dos semanas después falleció en el Hospital Municipal, donde se encontraba internado.

"Es muy difícil controlar el dolor que se siente, porque la perdida de un hijo no tiene cura. Me desespero porque lo veo en todas partes; estoy destrozada por su ausencia. Pienso en todo lo que ocurrió y mi mayor impotencia es que nada de lo que haga me lo va a devolver", afirmó Ayestarán, quien con lágrimas en sus ojos admitió que no puede superar la muerte de su hijo y que está bajo atención médica.

"Estoy en manos de médicos porque a partir de todo lo que ocurrió tengo un severo cuadro de gastritis. Esto no lo puedo superar sola; necesito de la ayuda de profesionales. Además, cada vez que apoyo la cabeza en la almohada me viene a la mente lo que ocurrió aquel día", confesó.

"Los nervios y la angustia me ganaron la batalla y a raíz de esta situación me enfermé. Pero son cosas que no puedo evitar porque el dolor es una bacteria que no se va más", admitió la mujer.

"Casi todos los días, cuando va cayendo la tarde, no puedo aguantar la ausencia de Leandro y me largo a llorar. Esto es algo que no voy a superar nunca hasta el día que me muera", manifestó la entrevistada en diálogo con un cronista de La Nueva.

Y aclaró que "voy dos veces por semana al cementerio. Y ahí me derrumbo porque no puedo creer que mi hijo esté enterrado. De todas maneras se que tengo que aprender a transitar mi vida con esta ausencia".

Contenida por su familia, la madre de Leandro confía en la justicia y en una condena ejemplar para los responsables del crimen de su hijo.

"Quiero que las personas que lo mataron se pudran en la cárcel. Las leyes están para cumplirse a rajatablas hasta el final. Mi dolor es inmenso e irreparable; ellos están encerrados y vivos", concluyó.

El peor día

Carlos Fernández atravesó ayer una jornada cargada de recuerdos y lágrimas.

"La herida es inmensa y estoy viviendo el peor día del padre de mi vida. Es la primera vez que no lo tengo y extraño sus bromas. Cada vez que salgo al patio se me parte el alma. Leandro era un chico muy bueno, que le gustaba trabajar y soñaba con ver bien a su familia", recordó el hombre, visiblemente consternado por la situación.

"A mi hijo lo espero todos los días. Siempre sueño que va a abrir la puerta de casa y me va a decir: 'hola papá'".

"Todavía no me entra en la cabeza que su voz quedó en mi recuerdo y que ahora no lo escucho más. No lo puedo ver y eso me desespera. Toco sus herramientas, miro su bicicleta y me largo a llorar desconsoladamente, no puedo superar este amargo trance y no lo voy a poder hacer nunca", reconoció.

Robaron lo que quedaba. Otra muestra de fastidio se registró días atrás cuando el matrimonio fue a la casa de su hijo, en calle Angelelli al 400, y constató que desconocidos sustrajeron los pocos elementos que quedaban. "La casa está deshabitada y estos individuos aprovecharon esa situación para robarse las pocas cosas que habían. Me duele el alma contar esto, pero es la dura realidad que nos toca vivir", expresó Carlos Fernández.

3 detenidos. En relación al brutal asesinato de Leandro Fernández la policía detuvo a Heraldo Fermín Hermosilla, César Ernesto Hermosilla y Héctor Santellán. En tanto, dos menores de edad que habrían participado del hecho se encuentran en libertad.

Robaron lo que quedaba. Otra muestra de fastidio se registró días atrás cuando el matrimonio fue a la casa de su hijo, en calle Angelelli al 400, y constató que desconocidos sustrajeron los pocos elementos que quedaban. "La casa está deshabitada y estos individuos aprovecharon esa situación para robarse las pocas cosas que habían. Me duele el alma contar esto, pero es la dura realidad que nos toca vivir", expresó Carlos Fernández.

3 detenidos. En relación al brutal asesinato de Leandro Fernández la policía detuvo a Heraldo Fermín Hermosilla, César Ernesto Hermosilla y Héctor Santellán. En tanto, dos menores de edad que habrían participado del hecho se encuentran en libertad.

Robaron lo que quedaba. Otra muestra de fastidio se registró días atrás cuando el matrimonio fue a la casa de su hijo, en calle Angelelli al 400, y constató que desconocidos sustrajeron los pocos elementos que quedaban. "La casa está deshabitada y estos individuos aprovecharon esa situación para robarse las pocas cosas que habían. Me duele el alma contar esto, pero es la dura realidad que nos toca vivir", expresó Carlos Fernández.

3 detenidos. En relación al brutal asesinato de Leandro Fernández la policía detuvo a Heraldo Fermín Hermosilla, César Ernesto Hermosilla y Héctor Santellán. En tanto, dos menores de edad que habrían participado del hecho se encuentran en libertad.