El rol de la UNESCO en la reconstrucción cultural de Bahía
Una misión de evaluación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura finalizó su labor en nuestra ciudad. Los hallazgos se utilizarán para un informe técnico.

Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
Audionota: Natalia Marinelli
Bahía Blanca fue escenario de una trascendental misión de evaluación de necesidades de la UNESCO que culminó exitosamente tras las inundaciones que impactaron a la ciudad el 7 de marzo.
Esta iniciativa, posible gracias al apoyo del Fondo de Emergencia para el Patrimonio de la UNESCO (HEF), representa un hito histórico para la ciudad, no solo por el prestigio de la entidad, sino por su profundo significado en la reconstrucción y el fortalecimiento comunitario.
La misión, de carácter multisectorial, se extendió por cuatro días y estuvo conformada por una delegación internacional de especialistas de Argentina, México, Perú, y representantes de la sede de UNESCO en París y la Oficina Regional en Montevideo.
Su principal objetivo fue examinar los daños y necesidades en infraestructuras culturales y científicas, así como determinar el impacto del desastre en los ecosistemas cultural, creativo, científico y de investigación.
Durante su estadía, los expertos recorrieron emblemáticos sitios e instituciones clave del ecosistema cultural bahiense, incluyendo el teatro Municipal, el museo de Arte Contemporáneo, el museo de Bellas Artes, la Biblioteca Popular Roberto J. Payró, la Biblioteca José Hernández en General Daniel Cerri, la Biblioteca Rivadavia, el Taller Protegido para Personas con Discapacidad Visual, la Biblioteca de la Universidad Nacional del Sur y el Palacio Municipal.
Además de relevar daños en infraestructura, colecciones y equipamiento, que en algunos casos llevaron al cierre de espacios o la interrupción de actividades, la misión puso especial atención en los impactos sobre los derechos culturales de las personas.
Se relevó información fundamental para fortalecer la resiliencia local a través de la cultura, destacando la pérdida de las bibliotecas populares como puntos esenciales de encuentro comunitario.
"El impacto de la inundación no debe pensarse sólo en términos materiales, sino también como una amenaza al derecho de las personas a la educación, la ciencia y la cultura", señaló Ernesto Fernández Polcuch, director de la Oficina Regional de UNESCO y jefe de la misión.
A su vez, reconoció la "densidad cultural y científica extraordinaria" de Bahía Blanca y reiteró el compromiso de la UNESCO.
“El objetivo es trabajar juntos en generar capacidades y estándares que permitan evaluar y prevenir estos desastres con una mirada interdisciplinaria y centrada en las personas", amplió.
Paralelamente, el equipo está elaborando un informe técnico con recomendaciones a corto, mediano y largo plazo, proponiendo acciones para la cooperación internacional.
La misión también permitió la aplicación de una metodología para medir el impacto en las industrias culturales y creativas, e incluyó un enfoque específico sobre género y emergencias.
Un total de seis expertos internacionales y nacionales en patrimonio cultural, arquitectura, museos e industrias culturales y creativas participaron en la documentación y evaluación pormenorizada de los daños, la identificación de amenazas inmediatas y la formulación de recomendaciones para reforzar las capacidades de resiliencia en materia de acceso y participación en la cultura.
“El trabajo conjunto con la UNESCO nos ayuda a transformar el dolor en conocimiento, aprendizaje y planificación. Esta alianza va a dejar capacidad instalada en la ciudad y fortalecerá el vínculo entre cultura, ciencia y comunidad", analizó el intendente Federico Susbielles.
El Fondo de Emergencia para el Patrimonio de la UNESCO (HEF), establecido en 2015 para la protección de la cultura en emergencias, ha sido fundamental para esta misión, respondiendo eficazmente a crisis causadas por desastres y contribuyendo a fortalecer la cohesión social y la resiliencia de las comunidades.
Este apoyo permite a la UNESCO acompañar al municipio y contribuir a salvaguardar su patrimonio, sus espacios de creación, investigación y memoria, atendiendo las necesidades urgentes del ecosistema cultural, universitario y del sector científico local, pilares fundamentales para una reconstrucción con equidad y resiliencia.
“La estrecha cooperación con el municipio y autoridades locales, cuyo compromiso y articulación han sido clave para hacer posible una respuesta integral y efectiva”, destacó Fernández Polcuch.