Recapturaron a un peligroso delincuente
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BUENOS AIRES (Télam) -- El peligroso delincuente Julián "Conejo" Molinari, oriundo de nuestra ciudad, evadido hace dos años de la alcaidía de Caleta Olivia y por cuya fuga fueron detenidos dos policías, fue recapturado durante un control vehicular en la ciudad bonaerense de Quequén.
Molinari, que tiene más de un centenar de causas penales abiertas desde 1977, fue capturado en cercanías de la ruta 88, cuando iba en un automóvil Renault 9, y, según la policía, intentó resistirse a la detención e hirió a trompadas a un agente.
La captura, que se conoció en la víspera, ocurrió el jueves pasado, a la altura del camino de Circunvalación, y Molinari quedó a disposición de la fiscal de Necochea, doctora Silvia Gabriele.
De acuerdo con las fuentes consultadas, en el operativo, el malviviente fue apresado junto a otro hombre identificado como Salvador Aquina, quien luego fue liberado.
Molinari resistió el control y, luego de una pelea con un agente, fue apresado e imputado del delito de resistencia a la autoridad.
El 28 de junio del 2001, Molinari fugó de la alcaidía de Caleta Olivia junto a Jorge Retamal y José Mansilla, ambos jóvenes y peligrosos delincuentes.
Según la investigación judicial, el escape de la sede policial se llevó a cabo con la ayuda de dos policías que fueron detenidos en la ocasión.
A los suboficiales se los acusó de permitir la evasión a cambio de una suma de dinero, circunstancia que fue admitida en la oportunidad por jefes policiales de Santa Cruz.
Incluso, apenas fue recapturado, uno de los cómplices de Molinari en la evasión reveló a la justicia que pagaron una "coima" a los policías para escapar.
Tras fugarse, Molinari viajó por tierra hacia Puerto Madryn. En esa zona se apresó a Retamal y a Mansilla, pero el "Conejo" volvió a escapar.
Entre los delitos más notorios que se adjudican a Molinari, la policía chubutense recuerda el sangriento asalto al camión blindado del Banco del Chubut, el que cometió junto a una banda de delincuentes en 1995.
Molinari se fugó además de la cárcel de Mar del Plata y de un puesto de Gendarmería Nacional en Tierra del Fuego.
Se estableció además, su autoría en innumerables robos a mano armada en la Patagonia, el último en un negocio de Caleta Olivia, en abril del 2001.
Por este hecho fue detenido y alojado en la alcaidía de Caleta Olivia.
Apenas dos meses después, el "Conejo" hizo gala de una nueva fuga y provocó la detención de dos policías sospechados de facilitar la evasión, y el recambio del jefe de la Unidad Regional.