Bahía Blanca | Miércoles, 24 de septiembre

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Juega en Pacífico de Cabildo, su sombre es Luca y su apellido Lucas: “Se le ocurrió a mi papá”

Más allá de las aclaraciones que tiene que hacer a diario cada vez que le preguntan como se llama, el volante bahiense surgido en Bella Vista contó que lo más dramático de su corta carrera futbolística fue superar cuatro operaciones de rodilla en tres años.

 

Fotos: Facebook Luca Lucas

“Toda la vida me cargaron, más que nada en la escuela y en el club, pero ahora menos que antes; ellos lo naturalizaron y yo también”.

Aunque a veces se canse de dar explicaciones, él sabe que a donde va debe aclarar que su nombre y apellido, por más que suenen igual, se diferencian por una “s”. Luca Lucas, así se llama este tenaz volante bahiense de 22 años surgido en la Escuelita de fútbol de Bella Vista y hoy atravesando su mejor año deportivo en la Primera de Pacífico de Cabildo, en la B de la Liga del Sur.

Hijo de Fernando Rafael Lucas, emblemático marcador de punta multicampeón con el “Gallego” de la Loma, Luca aclara: “Cuando mis padres me fueron a anotar al Registro Civil, no aceptaron que el nombre, fonéticamente, sea similar al apellido, entonces pidieron que me pongan un segundo nombre, por eso también me llamo Agustín, aunque esa historia solo la conoce mi familia; nadie sabe que soy Luca Agustín Lucas, ja, ja”.

Antes de avanzar con más preguntas, papá “Nando” contó el motivo de la elección del nombre asignado: “Cuando yo era chico y correteaba todo el día por la calle, me imaginaba que Luca Lucas sonaba hermoso para un relator de fútbol, aunque la madre (María Beatriz Mariezcurrena) no quería saber nada. Fue una batalla dura, de mucho tiempo, pero pude cumplir el sueño que tenía con el nacimiento de mi primer hijo”.

A los 4 años, Luca arrancó en el albiverde, cumplió al pie de letra con infantiles y menores y, cuando su maduración lo perfilaba para picar en Reserva (en esa disvisional disputó 12 encuentros), las lesiones le complicaron la existencia. ¡Lo operaron de la misma rodilla 4 veces en tres años!.

--¿Cómo?

--En 2021, en un partido frente a Villa Mitre convertí un gol, salí a festejar y sentí como que la rodilla derecha se me trababa. Al otro día jugábamos contra Dublin en las juveniles, pero a las 4 de la mañana me levanté porque no podía más del dolor, la zona se me había llenado de líquido y la pierna, a la altura de la rótula, no tenía flexibilidad.

“Cuando me fui a hacer los estudios comprobaron que se me había desprendido un pedazo de cartílago, que se había metido en la parte de atrás, sobre el ligamento cruzado, y eso trababa todos los movimientos. El diagnostico que me dieron fue osteocondritis disecante (un trozo de hueso y cartílago se desprende de una articulación debido a una falta de flujo sanguíneo, pudiendo causar dolor y problemas de movilidad) y no tuve otra opción que ir a cirugía”.

Y siguió: “Me operé el 9 de junio de 2021, volví a jugar sobre fin de año, todo bien hasta el séptimo partido, ante Sporting en Punta Alta, cuando en la entrada en calor sentí la misma molestia y el resultado fue calcado: desprendimiento de un trozo de cartílago”.

En su relato casi sin pausas, mejor fue no frenarlo: “Otra vez al quirófano, pero para hacerme una artroscopia (técnica quirúrgica que nos permite observar directamente el interior de las articulaciones y tratar las diversas lesiones sin necesidad de abrir la articulación que se está evaluando), es decir una limpieza del sector afectado. En dos meses ya estaba recuperado y en enero de 2022 arranqué con la pretemporada”.

--¿Y? No me digas que…

--Sí. En un entrenamiento que no era intenso se me trabó la rodilla (siempre la misma), pero esta vez con mucho más dolor. Dejé pasar el tiempo, me operé a principios de 2023 y, como estaba medio bajón, me tomé todo el año para rehabilitarme bien, fortalecer y estar firme de la cabeza. Y lo volví a intentar, pero en la pretemporada de 2024, en un trabajo de fútbol reducido, se me trabó otra vez (en esta ocasión fue por un problema del injerto).

“Ahí ya estaba en el Tifón cabildense, y me acuerdo que volviendo a Bahía, llamé a mi papá desde la ruta y le confirmé que no iba a jugar más al fútbol. Estaba cansado y perseguido”.

--Pero…

--Cuando llegué a mi casa y me enfríe, dije “no me puedo dar por vencido”. Después de la tercera intervención conocí al médico Salvador Cantarelli, quien ante mi consulta me dio como día de operación el 21 de febrero de 2024. No me olvido más de esa fecha, porque a partir de ahí, y tras una recuperación muy controlada, puede volver a jugar. Fue en la segunda fecha del Clausura de Reserva del año pasado.

“Y acá estoy, completé un año sin ningún aviso pesimista de la rodilla y, por suerte, juego sin medio y arriesgando como cualquier futbolista que se quiere ganar un lugar en el plantel mayor”.

Luca suma cuatro presencias en la Primera de Pacífico de Cabildo y un gol, el que le convirtió al verde de Bahía en la última programación que se desarrolló por el Promocional.

“Estoy de 10, haciendo lo que me gusta, feliz de ser quien soy y de no haber bajado los brazos en ningún momento”, señaló el futuro Profe de Educación Física (completó el segundo año de cursada en el Instituto Superior de Formación Docente N° 86 de nuestra ciudad).

“También acabo de terminar un curso de musculación y personal trainer; por las dudas, uno nunca sabe”, señaló, entre risotadas, el hermano mayor de Alejo (18 años) y Nacho (Ignacio Nicolás, de 16).