Condenado: robó una moto, golpeó a una policía y escapó esposado
José María Pindave fue protagonista del violento episodio registrado a fines de 2024 en la zona del Hospital Municipal.
A fines del año pasado, dos hombres sustrajeron una moto de la cochera de un edificio ubicado en la zona del hospital Municipal.
Los ladrones no pudieron poner en marcha el rodado, por lo que escaparon llevándolo a tiro por la calle.
A pocas cuadras del lugar fueron interceptados por la Policía, aunque uno de los sospechosos se resistió y golpeó a una oficial que pretendió reducirlo.
El sujeto logró escapar, aunque poco después fue arrestado cuando caminaba por el sector del barrio Vista al Mar, con una de las anillas de un juego de esposas colocada en una de sus muñecas.
Se trata de José María Pindave (29), quien en las últimas horas fue sentenciado en un juicio abreviado a cumplir la pena de tres años de prisión.
El juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1, Ricardo Gutiérrez, lo declaró culpable del delito de robo en concurso real con resistencia a la autoridad y lesiones graves agravadas.
Previamente, el fiscal Juan Pablo Schmidt y el abogado defensor Valentín Fernández, con la aceptación del procesado, habían acordado el monto de la sanción y la calificación legal del hecho.
Robo y fuga
Para el juez quedó probado que el 30 de octubre de 2024, poco después de las 8, dos hombres sustrajeron un rodado Yamaha YBR 125cc. en Vicente López al 700.
Los delincuentes, quienes se hicieron pasar por albañiles para ingresar a la propiedad horizontal, violentaron el sistema de arranque del rodado y finalmente decidieron trasladarlo a pie por la calle Juan Molina, en sentido ascendente.
Al doblar hacia Güemes fueron abordados por efectivos del Comando de Patrulla, que concurrieron tras ser alertados por los operadores del Centro Único de Monitoreo (CeUM).
Los individuos abandonaron la moto y escaparon corriendo, aunque finalmente les dieron alcance.
Al momento de ser esposado, Pindave forcejeó con la policía que lo estaba sujetando y al ponerse de pie comenzó a golpearla, para finalmente escapar del lugar.
Producto del ataque la oficial sufrió un traumatismo en el pie izquierdo y fracturas en el segundo y tercer hueso del metatarso.
La víctima describió la forma en que se llevó adelante el procedimiento y cómo fue golpeada por Pindave, quien escapó con las esposas colocadas en una de sus muñecas.
Simulación
Tanto el propietario de la moto como un vecino del edificio señalaron haber observado a los dos sujetos en el lugar.
Dijeron que tenían herramientas y que habían manifestado que estaban allí para hacer un trabajo.
Uno de ellos declaró haber visto a uno de los individuos mover el rodado del lugar donde estaba estacionado, con la excusa de poder realizar sus labores.
También señaló que poco después los observó retirase con el vehículo, por lo que dio aviso al 911.
“No le pegué”
El imputado declaró y dijo que no agredió a la policía, refiriendo que lo único que pretendía era poder escapar del sitio.
Mencionó que para intentar huir se paró y que la oficial lo tomó de la remera y se cayó en dos oportunidades.
“No le pegué ni le propiné ningún golpe. Mi única intención era escaparme”, sostuvo.
Pese al descargo de Pindave, el juez consideró que la acusación se encuentra respaldada por el registro de las cámaras de seguridad ubicadas en Güemes y Juan Molina.
Detalló que el sujeto “se opuso mediante violencia a su aprehensión por parte de la funcionaria, tras ser observado acarreando el vehículo sustraído momentos antes”.
Gutiérrez agregó finalmente que “el correcto proceder policial, encaminado a la aprehensión de Pindave, fue resistido activamente por el encartado, ya que en el momento el cual la oficial intentaba colocarle las esposas, se incorporó y como consecuencia directa de los actos de violencia descriptos (tendientes a evadir su aprehensión ya realizada), la funcionaria policial sufrió las lesiones que se acreditaron a la luz de los informes médicos”.