El presente de Alex Freidig en Pigüé: antes y después de La Voz Argentina
El cantante que en 2021 llegó a semifinales en este concurso televisivo en el equipo de Soledad Pastorutti logró consolidar su carrera artística. Acaba de estrenar dos zambas y hoy, a las 21, se presentará en el Espacio Cultural “El Descanso” de Arroyo Corto.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
Alex tenía 10 años cuando supo que quería dedicarse a la música el resto de su vida. Fue entonces cuando subió a un escenario por primera vez en una peña de su pueblo natal, Huanguelén, a cantar unas canciones del Chaqueño Palavecino. Y, simbólicamente, ya no se bajó.
Aquel deseo impostergable corría por sus venas y se haría más real que nunca cuando en 2021 fue elegido por Soledad Pastorutti para participar de La Voz Argentina, concurso televisivo a través del cual logró entrar en los hogares y corazones de millones de argentinos, sobre todo, de los amantes del folklore y llegar hasta la semifinal.
Su versión de “Zona de Promesas”, de Gustvo Cerati y Mercedes Sosa, conmovió profundamente a su coach, quien lloró en el escenario. En cuartos de final interpretó “Para siempre” de Kany García y fue elegido por el público para avanzar a semifinales.
Hoy, aún con las marcas de aquella experiencia que le permitió ganar visibilidad y consolidarse como artista, disfruta de una apacible vida en Pigüé junto a su mujer y sus dos hijos y sigue realizando giras, lanzando música y conectando con el público de distintos puntos de la región y el país.
De hecho, en mayo pasado, se presentó en el Paseo La Plaza de Capital Federal con entradas agotadas y repetirá el próximo 19 de setiembre. Además, esta noche, a las 21, se presentará en El Descanso, espacio cultural de Arroyo Corto, invitado por Andrea Cortés, amante de la cultura y una gran difusora de las expresiones artísticas.
“Llevo la música en la sangre. Por parte de mi mamá tengo una familia muy amplia ya que son 9 hermanos, y la música siempre estuvo presente”, dijo.
“De hecho, en cada Navidad, Año Nuevo o cumpleaños sigue estando presente. Tengo tíos que cantan bien y afinan bien y otros que bailan bien”, agregó.
No es un dato menor que su abuelo fue, en sus tiempos, el músico del pueblo, de los que animaba los bailes, fiestas y casamientos.
“Siempre con la música a flor de piel. Yo creo que lo mío debía ser así”, expresó Alex.
Antes de su participación en La Voz Argentina trabajaba con su papá, quien es molinero, en campos cercanos a Huanguelén.
“A los 18 años decidí que no iba a estudiar y me fui a trabajar con él. Todos los días viajábamos al campo para arreglar molinos y alambrados y hacer otras tareas. Fue un trabajo muy duro en el que aprendí a su lado, como todo en mi vida”, reflexionó.
Hoy su papá lo acompaña a todos lados en este camino de la música.
“La experiencia en La Voz Argentina fue algo maravilloso. Mucho más porque siempre fui un poco reacio a esas cosas y mi papá, cuando vio que se hacía el casting en Bahía, me dijo: ‘¿Por qué no lo hacés? Tal vez está bueno, podés entrar al programa y te ve gente y sale trabajo para vos'”, contó.
“Le hice caso, como la mayoría de las veces, con mucho respeto hacia él, y me fue muy bien tanto en el casting como el programa”, sumó.
En esas semanas hizo muchos amigos y conoció gente “muy linda” con la que hasta el día de hoy mantiene trato frecuente.
“El programa me dio la oportunidad de conocer lugares y artistas que jamás pensé que iba a conocer”, señaló.
Hace casi 4 años que Alex se dedica exclusivamente a la música y va cantando por el país como artista independiente. Su padre, que tanto lo impulsó, es hoy su manager, chofer, compañero y hasta plomo (el que arma y desarma los escenarios).
“Hago mucho esfuerzo y cuento con el apoyo de mi mujer y mis dos bellos hijos, mis papás y toda mi familia que me apoya y siempre están detrás. Estoy completamente agradecido por eso. Hay más personas detrás a la que agradezco en cada video por apoyar esto que hago”, insistió.
“Espero que siga así por el resto de mi vida”, subrayó.
Para cantar en calle Corrientes hay que ganarse el espacio y a Alex todavía le cuesta creer que la gente compre entradas para verlo y escucharlo cantar pero tan solo 24 horas después de promocionar su show del 19 de setiembre logró vender una gran cantidad de plazas.
“Los espero a todos, les agradezco y estoy muy feliz por la repercusión que tuvo”, añadió.
El cantante lanzó hace muy poco las zambas Gustito a mistol y Milagro del tiempo, cuyos videoclips se filmaron en Curamalal, pueblo cercano a Pigüé.
“Es una hermosura, un lugar que tiene al folklore y a esa esencia de antes, ahí, en cada calle de tierra. Invito a todo el que no lo conoce a pasar a visitarlo”, motivó.
“Siempre escuché folklore y lo canto desde los 10 años. En cada escenario al que subo siempre dio que canto y escucho cualquier género pero cuando escucho una zamba o una chacarera me pasa algo que no me pasa con el resto de los géneros o canciones”, admitió.
Para Alex el folklore tiene ese no se qué que le llega a la gente, algo que una vez que aparece ya no te quiere soltar. En el Norte argentino, lugar que visitó hace poco, quedó maravillado por los lugares que pudo recorrer y vivió el folklore en cada rincón.
“Para mí el folklore es familia, es ir a cantar a una peña y ver cómo andan los nenes por ahí con sus padres y ver a las parejas bailando. Me parece que tiene muchas cosas que no tiene el resto y que ojalá, Dios quiera, no se pierda”, dijo.
También habló de su presente en Pigüé lugar que eligió para vivir hace 4 años.
“Formé mi familia acá. Mis hijos Conrado, de casi 3 años y Amapola, de casi 6 meses, cambiaron mi vida completamente y siento por ellos algo que jamás pensé que podía sentir”, confió.
En IG, donde tiene más de 100 mil seguidores, lo encontrás como @Alexfreidig.
“Amo ser padre y estar para mis hijos, para mí es algo muy importante. Crecí así y me enseñaron a ser así. Ojalá que siempre pueda con eso”, agregó.
A Conrado le cantaba Diamante, la canción de Jorge Fandermole, cuando estaba en la panza y en sus recitales suele contar esta historia. Además grabó un video de esta canción en el Teatro Español de Pigüé en el que el pequeño aparece en la última escena.
“La música para mí es eso: es familia, es estar juntos”, concluyó.