Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Entre todos y con transparencia, las claves para el futuro de Bahía

Resulta esencial que quienes tienen hoy la responsabilidad de gobierno puedan garantizar la transparencia en el uso de todos los recursos económicos.

Foto: Archivo La Nueva.

Por Martín Salaberry (*)

A más de dos meses de la catastrófica inundación que sufriera nuestra ciudad, más allá de los anuncios y acciones en marchas destinadas a la reconstrucción de su infraestructura, mejora de los servicios y apoyo a los hogares y la comunidad, resulta necesario reflexionar sobre la necesidad de estimular con conductas apropiadas, desde los distintos niveles oficiales, el compromiso colectivo de la comunidad, con el fin de que la misma sienta orgullo y pertenencia de una acción colectiva y solidaria destinada a su recuperación.-

El espíritu solidario y fraterno que surgió en forma inmediata, destinada a socorrer en necesidades básicas a los vecinos más afectados y que puso de manifiesto un rasgo característico de nuestra sociedad, debe potenciarse aún más en la tarea de reconstrucción y recuperación, de una ciudad devastada no solo en su infraestructura, en su actividad ecónomica y social, sino también en términos psicológicos, emocionales y humanos.

En ese sentido, resulta esencial que quienes tienen hoy la responsabilidad de gobierno puedan garantizar tres aspectos vitales para transformar este accionar en una gesta colectiva.

El primero de ellos, la transparencia en el uso de todos los recursos económicos obtenidos en términos de ayuda solidaria y aportes oficiales.

A ese fin es vital la publicación de cada peso erogado de manera digital, de modo que el acceso a dicha información sea público y al alcance de todos, principio básico de todo sistema republicano. A la fecha, no hay un solo dato al respecto.

En segundo lugar, las decisiones del destino de los fondos deben ser tomadas en forma democrática, participativa, con ciertos niveles de consenso, sumado a criterios claros, objetivos, en cuanto a la forma en que se asignan los recursos. La discrecionalidad es la antítesis de los consensos que Bahía necesita luego de una catástrofe humanitaria sin precedentes, que requiere otro tipo de respuestas oficiales, más de conjunto, más alineada con ese espíritu que la sociedad claramente mostró.

En tercer lugar, las prioridades en esa asignación de los fondos es vital para lograr construir una futuro de ciudad diferente, saliendo de la precariedad y el abandono que todos en mayor o menor medida vemos hace tiempo, para lograr ingresar a un sendero de desarrollo urbano cuya calidad de vida resulte muy superior a la del presente.

En ese sentido, las prioridades de infraestructura deben tomarse en función de lo urgente, inmediato y mediato. Y allí deben destinarse todas las energías y los fondos existentes. Ejemplo de ello es el destino del crédito de 200 millones de USD que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha otorgado con motivo de la inundación y que debe ser utilizado en obras que logren evitar y mitigar cualquier evento futuro climático como el que hemos vivido días atrás, siendo un contrasentido que se termine destinado a obras viales, sean rutas de jurisdicción nacionales o provinciales ya presupuestadas, no porque ello no fuese importante, sino porque debemos priorizar infraestructura que nos evite tener que pasar por lo que ya hemos padecido.

En suma, la trazabilidad en el uso de los recursos, la apertura de la información sobre ello y el evitar decisiones discrecionales en la asignación de los mismos, fundamentalmente por parte del Gobierno local, son conductas destinadas a apuntalar el involucramiento de todos, la unidad en la acción y la solidaridad colectiva, para apuntalar este verdadero resurgimiento que reclama nuestra querida ciudad.

Se trata de mostrarle a todas las instituciones y vecinos que es una tarea exenta de especulaciones y personalismos, en la que nadie se sienta excluido.

La información sobre el avance de proyectos, las decisiones sobre inversiones estructurales y la determinación de prioridades, deben pasar por el tamiz no solo de las instituciones políticas, sino también del conjunto de instituciones sociales, productivas, culturales y representativas del quehacer cotidiano de esta ciudad.

Es lo que le venimos proponiendo al Intendente y lo que le expresé en ocasión de la visita que en mi carácter de Presidente del Comité local de la UCR realizara a pocos días del triste suceso y cuando aún no habían bajado las aguas.

Estoy convencido que Bahía tiene Futuro, tenemos que trabajar por esa ciudad futura, ponernos de pie y resurgir de tan dramático suceso. La comunidad, nuestros vecinos, con su enorme solidaridad nos han dado una lección. Es el esfuerzo conjunto el que nos saca adelante. Nadie se salva sólo.

Estar a la altura de este gran desafío, demanda transparencia, apertura y prioridades.

(*) El Dr. Martin Salaberry fue concejal y actualmente Preside el Comité de la UCR de nuestra ciudad.