Grooming: “Estaba muy asustada y tenía miedo por las amenazas que recibía”

Pablo Pascual

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Técnico Superior en Comunicación Social, con 26 años de experiencia en la redacción del diario La Nueva. Trabajó en las secciones Deportes y La Región. Desde hace más de una década se desempeña en la sección Seguridad. Distinguido en 2017 con el Premio Adepa en la categoría Periodismo Judicial. 

Audionota: Juan Ignacio Zelaya

Por Pablo A. Pascual/[email protected]

La realidad le dio un golpe y la puso a prueba en apenas segundos. 

Hace tres años, una mujer descubrió que su hija estaba siendo amenazada por un hombre que la había contactado a través de las redes sociales y le exigía la entrega de fotos para no exponerla públicamente.

Silvia (nombre ficticio para preservar a la víctima) sabía que eso que estaba pasando se denominaba grooming, porque había escuchado acerca del tema “por el caso de Micaela (Ortega)”, la adolescente bahiense asesinada en 2016 tras ser engañada por Jonathan Luna, quien simuló ser un menor para encontrarse con la chica.

La mujer charló con la menor (por entonces de 11 años), la contuvo y de inmediato realizó la denuncia.

El caso comenzó a ser investigado por el fiscal Rodolfo de Lucia, a cargo de la UFIJ Nº 20, quien logró reunir elementos y en noviembre de 2023 ordenó un allanamiento en una vivienda de la localidad bonaerense de Alejandro Korn, donde efectivos del área de Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires secuestraron un teléfono celular y dispositivos electrónicos.

A principios de este mes, a pedido del Ministerio Público Fiscal y por orden de la Justicia de Garantías, la Policía detuvo por la causa, que todavía está en etapa investigativa, a Lautaro Amir Leiva.

“Siempre le revisaba el celular, pero hubo una semana en la que estaba llegando tarde del trabajo y no lo pude hacer. Un día pude verlo a la noche y encontré unos mensajes, ahí me di cuenta de lo que estaba pasando”, contó la madre de la víctima. 

Silvia ofreció su testimonio a La Nueva. como para alertar a otros padres. Le puede pasar a cualquiera.

El contacto del groomer y la niña se había dado a través de la red social Instagram, donde el sujeto aparecía con un usuario “con la foto de un chico”.

“Hablé con ella y tomamos la decisión de denunciar. Me dijo que estaba muy asustada y tenía miedo por las amenazas que estaba recibiendo”.

Mensajes y temores

Más adelante, mencionó que las conversaciones entre su hija y el individuo que la había contactado comenzaron como una situación amistosa y que luego llegaron los mensajes con tono intimidante. 

“En un principio los diálogos eran normales y se hacía el amigo de ella, pero después le pidió la primera foto y la empezó a amenazar si no se la mandaba”.

Siguió diciendo que “en un comienzo la amenazaba con que le iba a hacer algo. Que sabía a qué escuela iba o que me conocía a mí. Ahí ella le envió la primera foto y le comenzó a pedir más, amenazándola con que iba a publicar esa imagen que tenía”.

Silvia dijo que “en su círculo no le había pasado lo mismo a otra chica, pero son cosas que suceden”.

Del mismo modo, admitió que lo ocurrido dejó una huella imborrable en la menor.

“Queda el temor. Ahora que el tema volvió ella está nerviosa y se pone mal”.

Al respecto, mencionó que la menor concurrió en una oportunidad a un profesional de la psicología.

“Está muy cerrada y no quiere hablar mucho. Le hace mal y todavía no puede".

Necesidad de prevenir

Silvia reiteró que tenía algo de conocimiento sobre el delito y sus características, aunque admitió la necesidad de informar y prevenir.

“Sabía algo, más o menos, por el caso de Micaela, pero no estaba muy metida en el tema. Es necesaria la prevención”, remarcó.

“Me pongo a pensar y es difícil entender qué pasa por la cabeza de estas personas”, sostuvo.

El grooming se configura cuando un adulto utiliza "comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos" para contactar a un menor "con el propósito de cometer cualquier delito contra su integridad sexual”.

El artículo 131 del Código Penal impone penas de 6 meses a 4 años de prisión.

Un trabajo realizado por el Observatorio de uso responsable de redes sociales del Concejo Deliberante, determinó que 10 de cada 100 alumnos de escuelas primarias y secundarias bahienses encuestados en 2024, recibieron solicitudes de personas desconocidas para el envío de imágenes íntimas a través de medios digitales, maniobra que puede derivar en el delito de grooming cometido por adultos y con víctimas menores de edad.

En silencio

El sujeto investigado por el hecho permanece detenido en nuestra ciudad.

Lautaro Amir Leiva fue indagado días atrás por el fiscal de la UFIJ Nº 20, Rodolfo de Lucia, aunque decidió hacer uso de su derecho y se negó a declarar.

El procesado, quien es asesorado por un defensor oficial, se encuentra imputado de los delitos de grooming, producción de representaciones de las partes genitales de menores de 18 años con fines predominantemente sexuales, agravado por ser la víctima menor de 13 años de edad y coacción agravada por el anonimato.

En el caso interviene el Juzgado de Garantías Nº 4, a cargo de la doctora Marisa Promé, donde hasta el momento no se recibieron presentaciones solicitando la excarcelación del sospechoso.

Desde el Ministerio Público Fiscal señalaron que durante el allanamiento realizado hace algo más de un año en la casa de Leiva, ubicada en Obligado al 1.200, de la localidad del conurbano bonaerense, secuestraron dispositivos electrónicos que fueron peritados y arrojaron resultados de importancia para la investigación.

Mencionaron que la inspección permitió obtener los registros de las conversaciones señaladas por la víctima.

Voceros consultados indicaron que en las actuaciones no hay constancias de que el imputado haya pretendido encontrarse con la adolescente.

“Le exigía que mandara fotos y videos, coaccionándola con que si no lo hacía iba a publicar lo que tenía. Es lo que suele pasar en este tipo de casos ultimamente”, señalaron.

También se supo que en los elementos peritados se hallaron otras conversaciones del individuo con mujeres, aunque “no consta que fueran menores de edad”.

Finalmente, indicaron que por estas horas la fiscalía evalua los elementos recolectados para determinar si pedirá la prisión preventiva del detenido.