Disturbios en el Paseo: "Son muchos años de mirar al costado, parece una zona liberada"
Un vecino llamado Esteban se refirió a las constantes peleas que ocurren en el sector. "Nos cansamos de denunciar", aseguró.
"Son muchos años de mirar hacia el costado, de no darle el interés que corresponde, de no prestar atención a cientos de denuncias que han hecho los vecinos; el Paseo parece una zona liberada, un lugar para que uno pueda hacer absolutamente lo que quiera", dijo Esteban, un vecino del sector.
Este domingo, una violenta pelea entre jóvenes culminó con la aprehensión de tres menores. Uno de ellos fue detenido por hurto y los otros dos por resistencia a la autoridad. "Estos hechos se han vuelto moneda corriente y los vecinos no paran de denunciarlos", comentó con resignación Esteban.
"Este fin de semana fue completo, no faltó nada. Más allá de las peleas que se hicieron virales, también hubo robos en un supermercado y daños en un kiosco", relató en diálogo con Panorama, por LU2.
El vecino señaló que la violencia en el Paseo no es un fenómeno nuevo. "El domingo anterior hubo otra pelea entre dos chicas en la cortada de 11 de abril al 900 que derivó en daños en los vehículos y frentes de las casas", recordó.
"Es un tema que viene de muy larga data, estamos hablando de más de 20 años —continuó—. Los hechos se acentuaron en la cuarentena".
"Todo empieza con las famosas picadas. Después se va desvirtuando hasta llegar a vandalismos en las casas de los vecinos y peleas", explicó, evidenciando una escalada de caos que parece no tener fin.
La dinámica de las convocatorias es otra preocupación. "Se citan a través de las redes sociales y después se reúnen en el sector para generar peleas. Siempre fueron hombres, pero últimamente se están viendo a muchas mujeres", detalló.
Los disturbios no se limitan a los fines de semana, aunque se intensifican durante estos días. "Lo más problemático está en el horario nocturno, generalmente en horas de la madrugada, con el tema de las convocatorias de los autos y picadas, además de las motos que generan unas explosiones tremendas y obviamente las corridas policiales", comentó.
"Los vecinos nos cansamos de denunciar. A veces viene la Policía, rara vez Tránsito, los corren, pero obviamente en moto se fugan por cualquier lado. Una vez que se va el móvil, vuelven", explicó.
"En el sector hay poco control policial y muchísima cantidad de drogas, generalmente marihuana", mencionó Esteban. "Si sumás un grupo enorme de adolescentes con drogas y alcohol, no se va a esperar el mejor resultado", agregó.
Con el correr del tiempo, los disturbios no hacen más que incrementar. "Si seguimos así, se va a llegar a un punto que es el que siempre tratamos de prevenir: una tragedia", advirtió el vecino.
La instalación de una garita policial trajo un breve respiro, pero no fue suficiente. "Cuando pusieron la garita policial se notó la diferencia. Sin embargo, a veces se juntaban demasiadas personas y los que estaban adentro no se animaban a actuar", indicó Esteban.
"Alguna que otra vez, se han acercado vecinos a denunciar que hay problemas a escasos metros y ellos tenían que notificar la situación, modulaban a través de las radios, pero tardaba demasiado en llegar la respuesta de otro móvil. No sé cómo funciona", añadió.
"Hemos tenido incidentes con armas de fuego y personas que han apuñalado a otras. Los vecinos hemos encontrado bisturís tirados en el sector de la pelea. Es cada vez peor", concluyó Esteban.
Ayer por la mañana, comerciantes de la zona también manifestaron su descontento con la situación.
"Vine a las 19 y era un lío. Todos los fines de semana, especialmente a esa hora, son un desastre. Es una cosa de locos", dijo Gian, empleado de un kiosco ubicado en Urquiza y Casanova.