Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

La primera foto de Bahía Blanca

La ciudad todavía estaba limitada en su crecimiento y desarrollo.

Hace 90 años, en junio de 1934, se conoció la primera fotografía de Bahía Blanca, tomada en 1869 por el vecino Domingo Pronsato desde su vivienda de Rodríguez y Zelarrayán.

En 1824, Joseph Nicéphore Niépce obtuvo las primeras imágenes fotográficas. La más antigua que se conserva es “Vista desde la ventana en Le Gras”, obtenida en 1826 con una cámara oscura y una placa recubierta en betún.

Poco a poco la tecnología fue logrando que fuera más simple obtener imágenes. En el caso local, la primera toma reconocida data de 1869, es decir 41 años después de la fundación y fue tomada por Domingo Pronsato, que dirigió su cámara desde el techo de su casa hacia la plaza Rivadavia.

Eran épocas donde la amenaza del indígena era moneda corriente, eran pocos los habitantes que se animaban a alejarse del fuerte que ocupaba la manzana fundacional, limitado por las calles Moreno y O’Higgins, entre Estomba-Chiclana y Vieytes-Brown.

Esas pocas construcciones eran de paredes de adobe y techos de paja, ninguna de las cuales ha sobrevivido.

Al fondo, las torres de la vieja catedral
La misma esquina, actual

La fotografía mencionada permite tener “una idea más exacta” de lo que era el pueblo y medir la magnitud de los progresos logrados. La toma fue realizada desde donde en 1934 operaba el almacén “La criolla”. A lo lejos se ve la iglesia parroquial, derribada en 1900 para construir el actual edificio de la Catedral.

Después se observan, de izquierda a derecha, la farmacia Italiana de Berardi, el Bar Americano (donde hoy se ubica el edificio Caviglia), la escuela pública que fue luego el restaurant Roma y más tarde el Palacio de La Nueva provincia, y más a lo lejos, la casa de José María Araujo, la primera de altos de la ciudad, frente al edificio que hasta 1930 ocupó la biblioteca Rivadavia.

La magia de la primera fotografía, el estar allí de los que ya no está, un instante congelado.