Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

El presidente de Estrella le apuntó a varios tras los hechos de violencia en cancha de Liniers

Luciano Gardela detalló todo lo que le habían advertido a la dirigencia albinegra y a la ABB. El partido por los cuartos de final de Primera se suspendió anoche en el tercer cuarto.

El momento que hinchas de Liniers trepan la baranda. Foto: captura de pantalla.

 

“Siento un dolor tremendo y estoy apenadísimo por tener que estar hablando de esto y no para contar lo mucho que estamos trabajando en el club, lo lindo que está y cuánto vamos evolucionando en general. Es triste y dan ganas de llorar”, confesó un apesadumbrado Luciano Gardela, presidente de Estrella.

Su sentimiento lo manifestó anoche, luego de la suspensión por incidentes, en el tercer partido de la serie contra Liniers, correspondiente a los cuartos de final de Primera, cuando se habían disputado tres cuartos y ganaba el Chivo 52 a 42.

Gardela se mostró sumamente molesto porque consideró que lo sucedido pudo haberse evitado, porque según detalló, ellos trabajaron e insistieron desde la prevención.

Y narró la secuencia desde antes de comenzar la serie.

“Cuando fuimos a jugar el primer partido de la serie con Liniers nos pusimos de acuerdo con el dirigente Jorge Groppa que nuestra hinchada iba de un lado de la tribuna y la de ellos del otro lado, las cuales están separadas solamente por una baranda. En consecuencia, a modo preventivo, dos o tres dirigentes iban a ubicarse de sus respectivos lados. Los de Estrella cumplimos y de Liniers no hubo nadie”, contó.

La vista previa al primer partido.

“No solo eso –agregó- también llevaron unas siete u ocho personas, hinchas impresentables de fútbol, borrachos y drogados, porque los veíamos tomando y fumando. Lo único que hicieron fue insultarnos todo el tiempo, nunca se enteraron de que había una pelota picando, hasta que alguno de Estrella les dijo que pararan, lo cual fue suficiente para que se vinieran y generaran un tumulto que, por suerte, pudimos separar rápido”.

No obstante esto, según relató Gardela, los hinchas terminaron rompiendo un cartel que cayó adentro de la cancha.

“De casualidad, no lastimó a nadie. A todo esto, los árbitros, nada, es más, ayudaron a sacar el cartel. Estas personas se colgaban de la baranda, los insultaban, y nada, cuando ante mismas situaciones en otras canchas echan a gente y generan multas económicas”, apuntó.

Una vez finalizado ese partido, según contó Gardela, los árbitros les comunicaron que harían un informe ejemplar. A partir del mismo, el TdP de la ABB multó con un arancel tanto a Liniers como a Estrella: “Un papelón”, criticó.

Con este antecedente, la dirigencia de Estrella fue más firme en su decisión de evitar males mayores en su propia cancha.

“Para el segundo partido volví a comunicarme con el dirigente Groppa y le dije personalmente: 1) que no lleve a esos hinchas a la cancha, 2) que si los llevaba no los dejaríamos entrar, 3) que no los lleve más a su cancha y 4) que si los llevaba, que los pusieran lejos nuestro y con seguridad conteniéndolos. Me dijo que no sabía qué dirigente de Liniers los había convocado. Ante esa aclaración le respondí que todos sabíamos que quien los llevaba era Ignacio Dignani, el vicepresidente del club y que se ocupa de esas cosas”, apuntó.

Después, decidieron acercarse a la Asociación Bahiense junto con los dirigentes Juan Pablo Gutiérrez y Oscar Avio, para solicitarles a las autoridades que se involucren en el tema.

“Les contamos al presidente Guillermo Barco, al vicepresidente Leonardo Gómez Talamoni y al gerente Javier Sánchez lo que habíamos hablado con Liniers. Les pedimos que tomaran cartas en el asunto, pero haciéndolo efectivo, hablando con quien tuvieran que hablar y que si esta gente aparecía en la cancha los árbitros no iniciaran el partido. Y que se afrontaran las consecuencias si se enojaban, porque esto iba a terminar mal”, advirtió.

En el segundo partido de la serie, finalmente, el grupo de Liniers se llegó hasta el barrio San Martín.

“Obviamente estos hinchas aparecieron en cancha de Estrella y los frenamos entre cuatro o cinco dirigentes, de los cuales uno terminó golpeado en una pierna, porque fue quien primero les informó que no podrían entrar. En el acceso hubo algunos empujones, maltrataron a algunas mujeres que colaboran en la cantina y golpearon cosas. En ese momento les dijimos que les habíamos comunicado a los dirigentes de Liniers que no fueran, porque no los íbamos a dejar entrar. Y ellos mismos me aseguraron que Nacho Dignani les había dicho que fueran, al igual que en el primer partido”, aseguró.

“El argumento que les daba era que fueran porque tenían que defender al club, después de lo que había pasado en el partido que se jugó en diciembre, cuando hubo algún altercado y terminó con suspensiones de jugadores de los dos clubes”, agregó.

Superada esta situación, se llegó el tercer juego, anoche, en el Hernán Sagasti.

“Hablamos otra vez con la Asociación y les pedimos que fueran ellos quienes se pusieran al frente para impedir que ingresara esta gente. La ABB dispuso poner seguridad y asumió simplemente que esta gente de Liniers se ubicaría lejos del público de Estrella. Es decir, ni los dirigentes de Liniers, ni la Asociación se puso firme. Empezó el partido, los árbitros también hicieron caso omiso y terminó pasando lo que se sabía: se vinieron, subieron a la tribuna donde estaba nuestra hinchada y golpearon, inclusive, a gente mayor, de hecho, una mujer terminó en el hospital. Había bebés y nenes, a quienes no los aplastaron de casualidad”, detalló.

Y definió: “Nos duele porque Estrella es familia. De hecho, Liniers también con la gente que acompaña todo el torneo, a excepción de este grupo de impresentables”.

A la salida también se generaron algunas corridas.

“Los barras salieron por la cancha de fútbol, en una zona liberada, ya que los dirigente en vez de llevárselos los dejaron libremente”, se quejó.

En su descargo, Gardela nuevamente apuntó directamente a la figura de Dignani.

“A todo esto, en un boletín que se publicó a la tarde, Ignacio Dignani, quien es el que lleva a los barras y estaba suspendido por 18 meses, el Tribunal de Penas accedió al pedido de reducirle la pena tras cumplirse 14 meses. Es decir, volvió a la cancha, llevó a los barras y se metió a la cancha a protestarle en la cara a los jueces, como siempre, y ellos nada”, criticó.

Y amplió: “Uno de los árbitros fue Emanuel Sánchez, quien vio cómo los barras le metían la mano en la cara y no hizo nada. Es más, en el segundo cuarto el dirigente Oscar Avio le dijo que sacara a la gente porque se estaba metiendo en la cancha. Entonces, no hay ningún tipo de criterio en cuanto a cuándo expulsar a un hincha y multar a un club. En consecuencia, existieron varios factores que influyeron para que terminemos así, incluyendo responsabilidad de dirigentes, Tribunal de Penas y árbitros”.

A modo de cierre y con la carga emotiva después de haber vivido una situación peligrosa e indeseada, Gardela dejó su pedido, entendiendo que será para beneficio de la actividad.

“De una buena vez se necesita una sanción deportiva ejemplar, no económica. Basta de sanata con sanción ejemplar, castigo deportivo de real magnitud e importancia: que la dirigencia vea afectada su actividad por haber atentado contra el deporte por el que todo el resto tanto trabajamos", pidió.