Bahía Blanca | Martes, 22 de julio

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Entubado del Napostá: una obra inconclusa que se busca terminar

Cuando se completó la obra, en 1984, ya se sabía que el proyecto de hacer una avenida con bulevares y amplias veredas era prácticamente una utopía. ¿Realmente lo es o se puede realizar?

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.
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Audionota: Juan Ignacio Zelaya

“El entubado del arroyo Napostá es una herida que cruza Bahía Blanca”. Quien da la definición de la obra que escondió a ese curso de agua dentro de un conducto de hormigón es Jaime Linares, tres veces jefe comunal, en un documental que sobre el tema realizó Museos Caseros. 

Precisamente esa herida, que también es absurda e incompleta, es la que ahora analiza mejorar la municipalidad, mediante una intervención planteada al intendente Federico Susbielles y a su equipo técnico por el ingeniero civil Horacio Varela, quien actúa, de manera ad honorem, como consultor y asesor del Departamento Ejecutivo.

“El entubado es una obra sin terminar desde lo urbano. Es decir, el arroyo está dentro del conducto de hormigón, desde calle Casanova a Estados Unidos, pero nunca se completó el proyecto planteado para la parte superior de ese conducto que era, desde siempre, convertirlo en una gran avenida”, señaló Varela.

Hoy la tapa del entubado tiene un tratamiento completamente dispar, con sectores que han sido transformados en atractivos paseos, como el Paseo Boronat y el de las Esculturas, conviviendo con otros que sirven como avenidas y varios tramos que permanecen perdidos e inaccesibles. 

A medio vivir

Cuando se completó la obra, en 1984, ya se sabía que el proyecto de hacer una avenida con bulevares y amplias veredas era una utopía. Desde la provincia se dijo que esa intervención era “inviable”, tanto desde lo económico como desde lo técnico.

También la municipalidad se encontró con múltiples problemas para definir la traza, incluso con varios juicios de parte de los vecinos cuyas viviendas estaban en los márgenes del arroyo. Sin embargo, Varela tiene una visión positiva sobre el tema.

El Napostá antes de Llegar a Sarmiento, 1977

“Aquella idea original de una avenida no está desvirtuada. Se puede hacer desde Sarmiento hasta Estados Unidos, intervenir en los tramos faltantes y conectarlos con los existentes. No es complejo darle continuidad”, aseguró Varela.

Además de corregir el actual estado del entubado, la calle a generar cumpliría una función importante como colectora del tránsito vehicular de Villa Mitre y Tiro Federal con la zona céntrica. 

“Nosotros tenemos desarrollado un proyecto. Hay detalles para ajustar, por caso como sería el paso por el paseo Boronat y hacer acupuntura urbana en puntos críticos como es el puente de calle Corrientes, al que habría que demoler y corregir los niveles como se hizo en su momento con el puente de calle Brandsen. Hoy esa zona es de total incertidumbre, un lugar oscuro, escondido, al cual no se puede acceder y del cual incluso la gente se va apropiando ya que ni siquiera hay definida una línea municipal”, detalló. 

Una intervención interesante que Varela considera es la posibilidad de reabrir el arroyo a la altura del paseo Boronat y dejarlo a cielo abierto en ese espacio.

Entubado sobre paseo Boronat

“Es muy interesante recuperar el agua, como parte del paisaje y reguladora de la temperatura, un atractivo adicional para ese tipo de espacios”, mencionó.

La propuesta de Varela fue elaborada hace varios años como un trabajo en la carrera de ingeniería en la UTN y desde entonces se ha ido trabajando, completando y mejorando hasta lograr, según manifestó, “una buena avenida”.

Fue recibida con entusiasmo por el jefe comunal, Federico Susbielles, y por la arquitecta Rosana Vecchi, responsable del área de Planificación y Urbanismo del municipio.

“Es una intervención que consideran entre las prioritarias, que mejoraría la conectividad y terminaría de dar forma a una obra inconclusa desde hace 40 años. Generaría además un beneficio para la ciudad, al poner en valor una zona y una pieza urbana hoy devaluada y subutilizada”.

El camino

La primera manifestación a favor de entubar el Napostá data de 1958, por parte de las sociedades de fomento de las villas. El argumento era que el arroyo era “un foco infeccioso”, lleno de ratas, moscas y basura y volcadero de desechos industriales.

En 1964 el diputado socialista Francisco Muñíz presentó en la legislatura un proyecto para entubarlo entre Sarmiento y Estados Unidos, manifestando que en su estado natural el arroyo era “una rémora para el progreso”.

Cuando en 1970 se presentó el Plan Regulador para la ciudad, los arquitectos autores hicieron la misma sugerencia, mencionando que el cauce “en su paso por la zona urbanizada a cielo abierto origina un corte molesto, quebrando la continuidad de la trama y considerarlo que por su escaso ancho carece de una fisonomía de interés”.

El entubado avanza hacia Casanova

Finalmente la obra se inició en abril de 1978 y se completó en 1984. Curiosamente, recién un par de años antes de ser terminada se elevó una voz crítica a la intervención. Lo hizo la Sociedad de arquitectos local que, por un lado, mencionó que el tratamiento superior (la planteada avenida) no quedó incorporado a la ciudad, “generando lugares confusos, degradados y con restricciones al tránsito”. Y además criticó la decisión adoptada.

“No es posible que ante la imposibilidad de un control municipal sobre el arroyo (en referencia a su uso como depósito de basuras y volcado de efluentes industriales) sea preferible anularlo”.

De todos modos ya era tarde para esa discusión. El Napostá se había perdido dentro de un conducto y cruzaba la ciudad como una herida que, para peor, cicatrizó de mala manera.

Apuntes cronológicos para una historia

--1955. Los vecinos piden que se entube el arroyo, al que consideran "que conspira sobre la expansión edilicia y conforma un foco malsano y afeante". Plantean convertir luego el entubado en "una avenida con recreos y plazoletas".

--1958. Sociedades de fomento de los barrios aledaños al arroyo plantean que entubarlo colocaría a Bahía Blanca "en un plan de progreso, al igual que muchas ciudades europeas y americanas".

--1976. Se licita el primer tramo --desde Estados Unidos a Liniers--, aunque sin incluir la posterior construcción de una avenida, ni su parquización o iluminación.

--1981. Con terminación de ripio se habilita el primer tramo como calle, entre Liniers y la terminal de ómnibus. Se la bautiza avenida Napostá.

--1982. Se licita la segunda parte del entubado, hasta el parque de Mayo.

--1982. La Sociedad de arquitectos se opone a que se entube el tramo entre Casanova y el parque y califica de "un despropósito urbanístico" haberlo hecho entre Sarmiento y Casanova.

--1984. La sociedad de arquitectos critica la obra. "Se argumenta que ante la imposibilidad de un control municipal fue preferible anular el arroyo. Llama la atención la peligrosidad del criterio si se aplica en otros temas". También cuestionan que "una obra de semejante magnitud", haya sido realizada "sin un mínimo plan urbanístico que la justificara".

--1987. El gobierno provincial rechaza el pedido del municipio de diseñar y financiar una avenida sobre el entubado. Considera de altísima complejidad su ejecución y que la misma tiene carácter urbano y no provincial.