Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

White: el ex cine Jockey Club sigue camino hacia la recuperación

Es lugar fue adquirido por la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara). La primera intervención se concentró en el retiro de las cabreadas y de las chapas de la cubierta.

La obra se viene realizando en etapas, de acuerdo con las evaluaciones que realizan los profesionales. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.
imagen
layout="fixed-height">

Audionota: Juan Ignacio Zelaya

Si algo apena a la comunidad de Ingeniero White es ver cómo muchos de sus edificios emblemáticos, los cuales supieron funcionar como cantinas, bares y almacenes, han quedado en desuso, abandonados y poco menos que condenados al olvido.

Pagan el precio del cambio de vida que ha tenido la localidad en el tiempo y aguardan que, en algún momento, su historia cambie y, de alguna manera, se puedan reinventar.

Es lo que viene ocurriendo desde hace un año con el edificio donde funcionara el cine Jockey Club, un lugar que lleva décadas de abandono, que ha sufrido el vandalismo y cuyo destino más cercano era terminar en ruina.

La Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina, cuya sede se ubica en Belgrano 3740, cerca del edificio, ocupando un inmueble también relevante que, oportunamente, se encargaron de recuperar y darle un nuevo uso, ha tomado la firme decisión de ponerlo en valor y destinarlo a diversos usos por parte de la entidad.

Pablo Palacio, secretario general del gremio Urgara, mencionó —a este medio— que desde hace tiempo la entidad tenía necesidad de expandir sus instalaciones.

Por eso cuando lograron un acuerdo con los propietarios del ex cine se decidió poner en marcha su restauración.

“La idea es respetar sus características arquitectónicas y darle funcionalidad para que sirva para nuestra entidad pero, también, para el desarrollo de actividades comunitarias de Ingeniero White”, señaló el dirigente.

La obra se viene realizando en etapas, de acuerdo a las evaluaciones que realizan los profesionales, y ya se ha cumplido, por caso, el recambio de la cubierta, intervención clave para evitar que se siga deteriorando el inmueble.

“No tenemos un plazo. Vamos avanzando de acuerdo a nuestras posibilidades”, agregó.

Pablo Palacio, secretario general del gremio Urgara.

El ingeniero Néstor Robles, integrante del estudio encargado de los trabajos, señaló que el edificio estaba “bastante dañado” y que la primera intervención se concentró en el retiro de las cabreadas y de las chapas de la cubierta para proceder a su reconstrucción.

“Fue nuestro primer objetivo: renovar la cubierta, incluso, recuperando un sector que en su momento era corredizo. Después vamos evaluando las prioridades y a los recursos”, señaló.

La historia

El edificio a recuperar está cargado de historia.

Allí funcionaron dos lugares emblemáticos de la localidad: primero, el cine Jockey Club y, posteriormente, la cantina Il vero Tulio, una de las más populares del puerto.

El diseño del inmueble es resultado de la intervención realizada en la década del 30 por el arquitecto Enrique Cabré Moré, quien sumó una sala de proyecciones, cuyo volumen asoma en la planta alta, sobre Guillermo Torres.

En esa ocasión también se agregaron baños, vestuarios y más comodidades para los asistentes.

Como cine es parte de la memoria colectiva de White, con sus funciones de ronda y matiné, equipado con 365 butacas pulman y otras 100 de madera.

Las noches de primavera y verano se abría la claraboya corrediza del techo y así se podía disfrutar del espectáculo bajo un cielo plagado de estrellas.

Cuando en la década del 60 el cine cerró su historia, el lugar fue ocupado por Tulio Angelozzi con su muy concurrida cantina. Eso significó una modificación interior para adecuarlo al nuevo destino.

Fueron años de alegría, baile, música y buenos platos, en mesas donde supieron sentarse personalidades como Irineo (El Pulpo) Leguisamo; el quíntuple campeón mundial de la Fórmula 1, Juan Manuel Fangio, y el cantante italiano Nicola Di Bari.

Por eso esta recuperación no es un gesto menor. Por el contrario, es recuperar un bien patrimonial, poner en valor una esquina referencial y, finalmente, marcar el camino para la puesta en valor de una calle como Guillermo Torres, que merece largamente volver a llenarse de vida.

Un incendio de película

La creación del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ingeniero White está íntimamente atada a la historia del Jockey Club. Fue cuando, el 29 de mayo de 1907, una chispa en el dinamo del proyector de películas desató un incendio en el edificio.

La estructura de madera se encendió en pocos minutos y el fuego se comenzó a propagar por las casas vecinas. Media hora demoraron en llegar al lugar un piquete de la Subprefectura y algunos policías, que limitaron su labor a tratar de que el fuego no se expandiera.

El Jockey club quedó reducido a cenizas, afectando —además— a la peluquería de Amílcar y Rigonelli; el colegio del estado, la fonda La Nueva Española de Luis Margoni; la fonda La Castellana de Francisco Blanco y la librería y cigarrería de Carlos Realli.

Este desafortunado acontecimiento motivó a la comunidad, encabezada por Antonio Valle, a crear la Asociación de Bomberos Voluntarios de Ingeniero White, fundada cuatro meses después del incidente: el 7 de septiembre de 1907.