Rodrigo Palacio, el “Senior” fútbol de Bella Vista: “Siempre es un orgullo vestir esta camiseta”
Se retiró hace dos años como futbolista profesional, pero el físico le da y las ganas lo pueden para seguir activo en la +40 de la Liga del Sur. “Es un placer enorme volver a jugar con ex compañeros y amigos”, sostuvo el delantero bahiense que vistió la azul y oro de Boca y con la Selección fue subcampeón mundial en Brasil 2014.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
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(Nota ampliada de la edición impresa)
Está intacto. El paso de los años no le dejó secuelas extrañas en su físico privilegiado y va a seguir jugando mientras haya una categoría acorde a su edad y pueda competir de manera amateur pero a nivel oficial. Si es con amigos y ex compañeros mejor, pero siempre con la camiseta de su amado Bella Vista. Porque sé lo que piensa: el día que rompa relaciones con la pelota, y para siempre, será vistiendo la 7 del club albiverde, donde transitó desde infantiles a menores hasta saltar a Primera división.
A los 42 pirulos, Rodrigo Sebastián Palacio (en la foto principal junto a Amadeo Ferreyra Carta, hincha de Pacífico) sigue haciendo del fútbol un culto y no necesita más que su presencia, que dicho sea de paso jamás pasa desapercibida, pare vestir de gala al Senior de la Liga del Sur antes, durante y después de cada partido.
El 2 de julio debutó en un 5-4 ante Huracán y en el lapso de casi cuatro meses, mientras no cesa en la búsqueda de quedarse en Italia o de instalarse definitivamente en Bahía junto a su familia, disputó otros cinco encuentros, incluido el del lunes pasado frente a Pacífico, victoria del “Gallego” 4-2 por la fecha 8 del torneo Clausura.
Ante el Verde marcó un gol (llegó a 4 en el certamen) y dio dos asistencias, aunque calentó el césped sintético de la cancha 8 del complejo Zibecchi cuando se asoció en el toque con el “Gula” Aguirre o tiró alguna que otra pared con el gran Pablo Arriagada.
A mi lado, mientras esperaba para jugar en el segundo turno, estaba firme contra el alambrado el arquero del “Globito” del bulevar, Martín “Cusco” Melcon, quien siguió fijamente cada corrida de Rodrigo para finalmente exclamar: “hice bien en venir antes para ver a este fenómeno”.
Y acotó algo más para afirmar lo que estábamos mirando: “tiene tres marchas, una cuando arranca, otra cuando acelera para dejarte tirado por ahí y la última para definir sin que puedas percibir el movimiento de sus pies”.
Tras ese compromiso y la atención a chicos y grandes que le pidieron una foto, nos dimos un abrazo y me aclaró lo que viene sosteniendo desde hace 14 años: “Nota no voy a hacer, me aburrió hablar de mi, pero nos conocemos desde hace una banda y charlamos de lo que quieras”.
Antes de ir a comer un choripán con papá José Ramón, la “Joya” surgida del semillero bellavistense y con paso por Huracán de Tres Arroyos, Banfield y Boca, citando solo a los equipos argentinos en los que estuvo, resaltó: “Me siento bien, contento de volver a jugar con mis ex compañeros y ver a gente del club que se acerca al Senior y que hace mil años no veía”.
“Además es muy lindo compartir cancha junto a rivales con los que antes nos sacábamos chispas y ahora nos reímos de lo viejo que estamos”, chicaneó quien abandonó la actividad profesional en la temporada 2021-2022, en la serie B de Italia con los colores del Brescia, con el que no renovó contrato al cumplir los 40.
Fueron 21 años de carrera, con un paso endiosado por Boca Juniors, donde completó 185 cotejos y marcó 82 goles (integra el top 15 de máximos artilleros de la historia xeneize). Entre 2005 y 2009 en la entidad de la Ribera obtuvo los 8 títulos que tiene en su carrera, entre los que se destacan la Copa Libertadores 2007 y el subcampeonato en el Mundial de Clubes de ese mismo año.
Su extraordinario suceso en Boca lo catapultó al fútbol italiano. En la Serie A vistió primero la camiseta de Genoa y luego la de Inter, donde en 169 partidos convirtió 58 tantos. Finalmente, su último fichaje fue en Brescia, en la Serie B, luego de cuatro temporadas en Bologna. Cerró su derrotero con 737 encuentros y 246 conquistas.
Con la Selección Argentina disputó dos mundiales. El primero fue en Alemania 2006 y el otro en Brasil 2014, donde se coronó subcampeón. En total, con la albiceleste disputó 27 partidos y convirtió 3 goles.
Después de semejante trayectoria, el hincha de Bella Vista se pregunta: ¿se retirará en la Loma, en un partido oficial de Liga del Sur?
“Ese sueño lo tuve alguna vez, pero no va a suceder. Pasaron dos años del retiro y no tengo ganas de competir otra vez a escala profesional, por llamarlo de alguna manera, porque la Liga es amateur pero se entrena y se juega a nivel profesional”, respondió “Rodri”, quien disfruta del Senior “porque el foco está puesto en la diversión más que en la competencia”.
Aclara que la recuperación después de cada partido cuesta el doble o el triple que antes y que, al llegar 15 minutos antes del pitazo inicial y no hacer una adecuada entrada en calor, expone a los “veteranos” a un peligro grande de lesiones.
“Como en la semana no entrenamos y la mayoría entran fríos a jugar, el riesgo de joderte es grande, pero bueno, somos así y le damos para adelante. Nos esforzamos como cuando teníamos 20 años, más allá de que las piernas no van al ritmo de la jugada o la acción que la cabeza nos está indicando”, detalló.
Tras irse del Brescia, el básquet lo llamó: durante dos años jugó en el Garegnano, equipo que compite en la serie D de Italia.
“Era una divisional bastante amateur y el club quedaba al lado de mi casa, en Milano. Tenía algunos amigos basquetbolistas, me insistieron y jugué varios partidos. Me daba para ese nivel; la pase bien y disfruté bastante”, declara quien en Bahía llegó a picar en la Primera de La Falda.
Con todos y para todos
Mientras ya jugaban Huracán y Sporting, volvió a recalcar: “prefiero mil fotos antes de dar una nota, hoy pienso así, pero no tengo problemas con ningún periodista ni con nadie”.
Así y todo seguimos para adelante.
--Si Olimpo tuviera Senior, ¿tu papá (pronto a cumplir 74 años) estaría jugando?
--Ja, ja... Esta medio complicado el tema, aunque si está categoría se hubiese creado hace una década atrás, por ahí, quien diría, ¿no? Hubiese estado bueno, Olimpo fue el club de casi toda su vida.
“Por lo que me dijeron, papá fue un grandísimo jugador, un wing con desborde y buenos centros, me quedo con eso”, disparó antes de caer en la irreal comparación que muchos periodistas han hecho sin ni siquiera preguntarle: ¿quién era mejor?
“Si es por mi, él era mejor”, dijo “Pala” entre risas.
Dos por tres le da al pádel, a veces insiste con el básquet pero aclara que lo que mejor le sale es “jugar al fútbol”.
Sostiene que no va a ver a Bella Vista porque no se ha dado la oportunidad pero que en cualquier momento, como hincha y enamorado del club, se da una vueltita por el escenario de Charcas y D' Orbigny.
Se secó la transpiración por última vez, se acomodó la famosa trensita que sigue viva con el paso del tiempo y suspiró con ganas mientras guardaba la albiverde en el bolso: “siempre es un orgullo vestir esta camiseta, acá o donde sea”.
En Bella Vista, entre 1999 y 2002, Rodrigo marcó 40 goles en 110 presencias, siempre contando Liga del Sur y torneos Regionales.