Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

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Stock bovino argentino: ¿la caída será de 2 millones de cabezas?

“El menor destete, la elevada faena y una mortandad superior a lo normal (por la seca) son las razones que podrán comprobarse a partir de diciembre”, dijo el analista de mercados cárnicos Ignacio Iriarte.

Producción ganadera en el SOB./ Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Las consecuencias de la peor sequía en la Argentina desde 1975, que aún transita el período de relevamiento de daños, también se reflejan en la actividad ganadera bovina.

Veamos.

—Oferta de vacas: en este abril los envíos a faena de la categoría DTE, de acuerdo con los datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fueron un 7 % más altos respecto del mismo mes del año pasado y, además, resultan el registro más alto —para el mes de mayo— de los últimos veinte años, superando, inclusive, los niveles del período 2008-2009 de intensa liquidación.

—Faena de vacas: de acuerdo con la estacionalidad se mantendría todavía muy alta en estos meses y comenzaría a declinar —significativamente— a partir de agosto/septiembre.

La faena diaria, que en este enero era de 10.080 cabezas, en abril fue de 16.480 para caer a 15.200 en el mes de mayo.

—Diferencias entre la liquidación de 2007-2010 y la actual en curso: la del citado período duró más de tres años, con una elevada mortandad de ganado adulto, y con la salida definitiva de muchos productores —principalmente invernadores— de la ganadería, pasándose en forma masiva a la agricultura.

“La combinación de estos factores adversos, sumada a una caída muy fuerte en la parición, llevó a una reducción de 10 millones de cabezas en el stock ganadero nacional”, dijo Ignacio Iriarte, consultor de mercados ganaderos.

Ignacio Iriarte, consultor ganadero.

“La liquidación actual es intensa, pero no lleva más de un año y promete revertirse a partir de agosto/septiembre”, añadió.

“Hasta ahora se registra una baja mortandad y los efectos negativos sobre el stock se moderan por la entrada en escena, este año, de un destete de 600.000 crías, que es mayor que el del año anterior”, aseguró.

“De todos modos, la combinación de un menor destete 2023, con 1-1,5 millones de crías menos; con faena elevada y una mortandad superior a lo normal llevaría el stock, al venidero diciembre, a reflejar una caída del orden de los 2 millones de animales”, precisó el analista en el informe de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra).

A este marzo, según la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, el stock de bovinos en la Argentina era de 54.242.595 cabezas. Esto es, se perdería entonces alrededor del 4 % del stock.

“La faena, especialmente de vacas y de hacienda liviana de feedlot, se mantendrá muy alta y cerca de los récords históricos”.

Respecto del mercado actual, Iriarte señaló que la oferta existente es muy alta; la demanda interna está agotada y que sólo se apoya en los bajísimos precios reales de la carne vacuna.

“También hay un mercado chino a la baja y con nuevas caídas en los valores pagados por la carne”, agregó.

Asimismo sostuvo que la faena, especialmente de vacas y de hacienda liviana de feedlot, se mantendrá muy alta, y hasta cerca de los récords históricos, por tres meses más (por lo menos), y que la expectativa de una recuperación importante en los precios del ganado se traslada para el último cuatrimestre del año.

“Para entonces se espera que la oferta ganadera caiga un 15 o 20 % con respecto a los niveles actuales y que la demanda china, que supone el 75 % de las exportaciones argentinas, se haya recuperado (aunque sea en parte)”, afirmó.

La faena acumulada de los primeros 5 meses del año resulta un 12 % más alta que en el mismo segmento de 2022.

“Hoy, el mercado chino luce desinteresado, con precios a la baja y con una influencia muy negativa sobre los negocios del enorme stock acumulado de carne importada. Esto hizo que, hace unas semanas, se calculaba en un millón de toneladas y que, actualmente, algunos operadores importantes lo ubican bien por encima de ese volumen”, explicó.

Iriarte indicó que el segundo semestre se muestra un poco mejor, pero que no hay nada garantizado.

“De esta combinación de clima, mercados y política económica es difícil proyectar con certeza qué puede salir”, definió.

En este mayo, según datos de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, se enviaron a faena 1,316 millones de cabezas; esto es, un 12 % más que en igual mes del año pasado. Esto representa el registro más alto para el mismo mes de los últimos veinte años.

“Con respecto a mayo de 2022 se faenaron más vacas (+ 7 %) y más novillos (+ 4,6 %), siendo mucho más alta la oferta de novillitos (+ 19 %) y de vaquillonas(+ 21 %), lo que permitiría especular que la oferta de ganado liviano —gran parte proveniente del feedlot— este año podría estar adelantándose”, aseguró.

La faena acumulada de los primeros cinco meses del año, según este registro de DTE, resulta un 12 % más alta que en los cinco primeros meses del año pasado, con un aumento del 18 % en la faena de vacas; del 11 % de vaquillonas; del 6 % de novillos y del 14 % en novillitos, incrementándose sólo el 5,6% la matanza de terneros y un 3,5% la de toros.

“Aun suponiendo una importante contracción de la faena en el último cuatrimestre del año, el año 2023 cerraría con una faena del orden de los 14,4 millones de cabezas; es decir, unos 940.000 animales más que en 2022 (+ 7 %)”, expresó.