Parto en el agua: una opción que cada vez tiene más adeptos en Bahía
El Hospital Italiano ya practicó más de 20 nacimientos de este modo. Y el Privado del Sur inaugurará en el transcurso de este mes un sector específico.

Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Audionota: Romina Farías
El Hospital Privado del Sur –Ex Maternidad del Sur— habilitará este mes un sector especialmente diseñado para la práctica de parto en el agua, una alternativa que crece por los beneficios que genera, tanto para la mujer como para el bebé.
En el Hospital Italiano esta práctica ya se realiza desde enero último.
En ambos casos se implementó como respuesta a una modalidad que además alienta el parto natural, generando en la mujer un clima de confianza, relajación y contención emocional.
El comienzo
En 1805, la revista Annales de la Société de Médicine Practique reportó el primer parto acuático del mundo. Fue un recurso usado para relajar a una paciente que llevaba 48 horas de trabajo de parto. Para eso la colocaron en una bañera con agua que, además de aliviarla, le devolvió las fuerzas para culminar el parto. A partir de esa experiencia se estableció al nacimiento en agua tibia como una alternativa adecuada para ese singular momento.
Desde entonces la práctica ha ido ganando lugar y lejos de ser algo inusual o extravagante, los profesionales de la salud lo consideran un camino viable, con varios beneficios, tanto para la madre como para el bebé.
Agua terapéutica
El parto en el agua se encuadra dentro de la hidroterapia, es decir el uso del agua como agente terapéutico. El mismo consiste en la inmersión de la mujer embarazada en una bañera o piscina con agua a 36.5ºC, donde transita la fase de dilatación y expulsión del bebé.
El médico Sergio Mendoza, especialista en Ginecología y Obstetricia y coordinador de la Guardia Obstétrica del Hospital Privado del Sur, hizo algunas consideraciones sobre el sistema, a poco de haber participado, junto a colegas y auxiliares, de un curso de posgrado en la Universidad de Buenos Aires, de cara a la próxima habilitación de esa práctica en ese hospital.
“El uso del agua está en las reglas del Colegio de Enfermería y Matronas del Reino Unido y en las pautas clínicas”, explicó, al tiempo de detallar que “su realización se lleva adelante en la llamada “Unidad de trabajo de parto y recuperación”, conformada por habitaciones preparadas para tal fin, con una cama, banco, telas, pileta y una luz regulable.
“La habitación se ubica cerca del quirófano y del área de neonatología”, agregó.
Si bien una preparación específica no es excluyente para este tipo de parto, Mendoza indicó que lo ideal es que los profesionales se certifiquen y cuenten con una capacitación básica.
“Es necesario conocer la fisiología de este trabajo, de modo de no perturbar las funciones físicas y químicas normales del nacimiento”, detalló.
De acuerdo a la evidencia científica disponible, la hidroterapia reduce “de manera significativa” el uso de analgesia epidural (método para el alivio del dolor que consiste en el bloqueo nervioso central mediante la inyección de un anestésico en la región lumbar), sin efectos adversos sobre los parámetros maternos ni fetales.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) avala el uso del agua como uno de los métodos no farmacológicos ni invasivos. Hace referencia además al derecho de la mujer a decidir cómo controlar el dolor durante el parto”.
Bajo riesgo, menos dolor
El doctor Mendoza dio cuenta de algunas de las características de esta práctica.
--¿Cuándo es conveniente este tipo de parto?
--En embarazos de término, de bajo riesgo y feto único, el parto de inicio espontáneo y la serología negativa. La exclusión se sugiere en casos de necesidad de monitorización fetal continua, fiebre materna, peso fetal mayor de 4 kg o limitación de la movilidad materna.
--¿Aumentó esta alternativa?
--Va ganando espacio. No es una moda sino una opción segura, tanto para la madre como para el hijo. Tampoco es una excentricidad, es una alternativa.
--¿Se acorta el tiempo de parto en relación a uno tradicional?
--El fin de recurrir al agua no es acortar el tiempo, sino mejorar el confort y la seguridad de un proceso influenciado por factores hormonales, químicos y de ambiente. Para la mujer se suma el hecho de sentirse confiada. Cuando esto se logra se puede eventualmente acortar el tiempo.
--¿Cuáles son los principales beneficios para la madre y el bebé?
--Podemos mencionar la libertad de movimiento, menos estrés, ayuda a la mujer a conservar su energía y le permite una relajación, minimizando el dolor.
--¿También el recién nacido tiene beneficios?
--Claro. Porque hay un contacto inmediato e ininterrumpido de piel a piel, la transición suave del útero al cuarto. Se verifican además menos admisiones a cuidados intensivos y una mayor tasa de lactancia materna.
--¿Es un parto que recomiendan o es una elección de la familia?
--Nuestro rol es acompañar las decisiones de las embarazadas, explicando pros y contras de cada práctica, de manera que pueda tomar una decisión desde. Es cada vez más frecuente que las mujeres pregunten sobre la hidroterapia.
--¿Existe una preparación previa para este tipo de parto?
--Resulta imprescindible concurrir a los encuentros de preparación para el nacimiento y firmar un consentimiento. La hidroterapia en la fase de la dilatación es eficaz y segura. En la mujer potencia su capacidad para controlar el dolor, aumenta la sensación de control y disfrute del parto.
La experiencia del Italiano
Desde el primer día de este año, el Hospital Italiano Regional del Sur comenzó a aplicar esta modalidad acuática, con la idea además de fortalecer la práctica del parto natural, más allá de respetar la decisión que cada mujer tome al momento de parir.
“Es una herramienta que sumamos a nuestro objetivo de disponer de una sala de partos con mínima intervención. El agua brinda una capacidad analgésica increíble porque suaviza las contracciones, acorta un poco los tiempos de la dilatación y el período expulsivo. Todo eso le da una sensación de seguridad y evita un montón de cesáreas”, detalló el médico Matías Basso, jefe de Obstetricia del establecimiento.
En lo que va del año su equipo ha practicado más de 20 nacimientos gestados de ese modo.
“Cada vez son más los que se inclinan por esta modalidad”, señaló.
Refirió la importancia de que todo el equipo que participa en esta práctica tenga una formación específica. En el caso del Italiano la misma comenzó a realizarse en agosto de 2022, cuando llegó a la ciudad gente del PRONANI (Programa de Parto
Respetado del Instituto de Diagnóstico de La Plata y que nació como una necesidad de atención integral acompañando el parto y nacimiento sin intervenciones innecesarias), especialista en partos no intervenidos y los que más partos en agua han desarrollado en el país.
“Volvieron este año para una segunda capacitación y ahora fuimos nosotros a hacer la certificación internacional en la Sociedad Argentina de parto en agua y realizar un posgrado de la UBA. No es lo mismo asistir un parto en el aire o en la tierra que bajo el agua. Es importante esta capacitación”.
Juntos a la par
A la tranquilidad y relajación que logra cada mamá durante el trabajo de parto en el agua, se suma la posibilidad de tener el acompañamiento de su compañero, con lo cual ese momento tan trascendente se vive en comunión. Las siguientes imagenes muestran alguno de los veinte nacimientos verificados en lo que va del año en el Hospital Italiano Regional del Sur de nuestra ciudad.
Fanny y Aaron con Aylén en brazos. Parto en el agua para el primer bebé nacido este año en la ciudad
Faustina ya en la habitación, en brazos de Carla, acompañada por Facundo y con la supervisión del Dr. Basso.
Eliseo ya con sus papás, Florencia y Andrés
Amadeo en brazos de su mamá, Martina