Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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"Hoy debo agradecer estar viva", dijo la joven salvajemente golpeada en el Paseo de las Esculturas

Lucila Villarreal dio su primera declaración tras ser agredida por José Aníbal Berger, un joven que practica artes marciales y ya estuvo preso por robo. Su padre, Javier, pidió justicia.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Dolorida. Triste. Con la mirada perdida, seguramente pensando en cómo pudo haber terminado todo.

Hoy, Lucila Villarreal puede contar lo que vivió, o mejor dicho sufrió. Pero otras víctimas no pueden hacerlo, y allí radica la lucha de su familia. 

"Hoy debo agradecer estar viva", dijo la joven de 19 años que fue salvajemente golpeada en el Paseo de las Esculturas, hecho que quedó registrado en videos y fue difundido por la familia de la víctima.

Lo que sucedió durante la madrugada del martes último no debe quedar impune. Por las "Lucila" que pasaron previamente, por las "Lucila" que podrían pasar de no frenar esto a tiempo.

"Este tendría que ser un caso para que cambie la ley, no puede ser que, si no te mata, no pase nada. Si mirás dónde tiene la patada, ves que estuvo muy cerca de pasar lo peor. Incluso está el video que comprueba lo que hizo y lo que decía mientras le pegaba, de que la iba a matar. Además, me mandaron videos de que esta persona ya hace estas cosas de armar peleas y meterse. Lo que sucedió fue premeditado", sostuvo su padre, Javier, quien recibió junto a su hija a La Nueva.

El agresor, identificado como José Aníbal Berger, de 24 años, fue condenado, en abril de 2018, a la pena de 1 año y 10 meses de prisión de ejecución condicional (continuó en libertad), por el delito de robo.

"Hoy lo único que pido es que haya justicia y este animal vaya preso. Estoy en contra de que se haya peleado mi hija, por más que la hayan agredido primero, pero todo estuvo mal, desde el que filmaba y no hizo nada para parar las peleas de los varones ni la de las chicas, hasta los que incitaban a la violencia", dijo el padre.

Lucila —que no conocía a los agresores—, aún compungida, comentó un poco lo sucedido.

"No le había dicho nada y me pegó una piña, por eso empecé a defenderme. A las horas, me mostraron que por Twitter subió una historia muy provocativa diciendo que a ella le había quedado la cara intacta", señaló.

"Hoy ya me siento bien, en el momento no entendía nada y la pasé muy mal. Ahora no estoy mareada, pero me duele mucho la zona de la mandíbula", agregó la joven.

"La semana que viene la haremos una tomografía computada, porque parece que está todo bien pero necesitamos quedarnos tranquilos de que es así. Cuando escuchás el ruido que hizo la patada te das cuenta de que no la mató de casualidad. Podemos decir que fue una desgracia con suerte, pero ahora hay que calmar todo y que actúe la justicia", añadió su padre.

Y comentó que "los padres de esta persona no me llamaron, sabemos que la madre tiene problemas con sus dos hijos y la novia, que fue la chica que se peleó con mi hija, me llamó cuando vio que estaba siendo escrachada por todos lados. Él es una persona con antecedentes y esperemos que tenga la condena que se merece", sostuvo.  

Lucila y su familia llevan tres días sin dormir. Aunque lo peor ya pasó.

"Quiero agradecer enormemente a mis compañeros petroquímicos y a la empresa donde trabajo, que me bancaron y me acompañaron en un momento tan feo. Ellos me ayudaron a mantenerme equilibrado", cerró Javier.