El portal del parque de Mayo ya tiene su plaza propia
La obra modifica un punto emblemático de la avenida Alem en particular y de la ciudad en general.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Sin fiesta, ni cinta que cortar ni discursos, quedó liberado al uso la plazoleta construida en la parte anterior del portal del parque de Mayo, como parte de una nueva esquina que además cierra el acceso vehicular al paseo. Curiosamente, el portal tampoco contó en su momento con un acto especial de inauguración. Comenzada su construcción en marzo de 1942, quedó terminado un par de meses después sin pompa ni festejo.
La plazoleta en cuestión se materializó mediante la prolongación de las veredas de avenida Alem y Córdoba, generando un espacio de 280 m2 con piso de pavimento articulado. Por ahora cuenta con unas pocas plantas en sus canteros quedando pendiente la colocación de bancos diseñados para espacios públicos de alto transito, bicicleteros y cestos de basura.
La estética del sitio se ha modificado de manera sustancial y la otrora transitada calle diagonal que lleva el nombre de avenida de las Sophoras refuerza ahora su condición peatonal y su calidad de “Paseo de la arcada”, donde de manera periódica se lleva adelante la denominada Feria de emprendedores.
Un poco más
Una segunda plazoleta se está materializando alrededor del monumento donado por la comunidad sirio libanesa en 1928, pilar originalmente rematado por un reloj. En ese punto fue demolida la pequeña rotonda existente y se construye una plaza triangular, “generando un espacio de ocio”, equipado con canteros y bancos.
Finalmente se construye la plaza Pista de Salud, recostada sobre Córdoba. En ese sitio se instalará una “estación de bicicletas”, con herramientas destinadas al inflado de neumáticos y a reparaciones menores.
Todas las intervenciones se enlazan con el bautizado Paseo de los Guardianes, generado con la adecuación que se lleva adelante en la calle que bordea al lago, la avenida de los Álamos Holandeses, buscando así potenciar las actividades deportivas y recreativas, sumando un área para food trucks, bancos, mesas, cestos, bicicleteros y bebederos.
Lo que queda por hacer
Más allá de estas intervenciones que van reforzando el carácter peatonal del paseo, hay al menos tres tareas pendientes. Una, acaso la más significativa, es la puesta en valor de la arcada, que se encuentra en regular estado, con falta de revoques, fisuras y el desgaste propio del tiempo.
Por otro lado, en la nueva plazoleta se ubica el Monumento a la Rueda, inaugurado en 1956, que ha sido vandalizado y solo cuenta con restos de ese elemento.
Por último, el pilar sirio libanes tenía originalmente en su remate un reloj, el cual fue destruido a poco de colocado, quedando una suerte de remate de la obra que con su vacío no alcanza a dar cuenta de su función original.
Estas intervenciones, sin ser demasiado onerosas, terminarían de poner en valor el espacio y además rendirían merecido tributo a quienes decidieron a partir de las mismas homenajear a la ciudad.