"Por suerte tengo un esqueleto bueno y fuerte", dijo el hombre golpeado en una usurpación
Gustavo Ionni contó detalles del ataque que sufrió por personas que estaban en sus terrenos de Pacífico y Biggio. "Está todo organizado, muy bien organizado", aseguró.
"Por suerte tengo un esqueleto bueno y fuerte", dijo hoy Gustavo Ionni, el dueño de las tierras ubicadas en Pacífico y Biggio, en el barrio Maldonado, que fue golpeado por personas que intentan usurpar sus terrenos. En comunicación con La Nueva. el hombre contó detalles del ataque que sufrió y desmintió que haya querido atropellar a los usurpadores.
"Dicen que los quise atropellar, es mentira. Lo que no entiendo cómo es que una madre pueda llevar un pequeño y poner en riesgo la vida de su hijo en una situación peligrosa. Más allá de que yo esté o no, ahí estaban quemando pasto, tirándose piedras, porque ellos mismos se pelean para ver quién tiene los terrenos", sostuvo.
Ionni aseguró que se acercó para conversar porque esta es la quinta vez que intentan usurpar las tierras y, en la última ocasión, el tema se había podido resolver pacíficamente. Pero "ahora lo que hicieron fue apedrearnos y robarnos, lo primero que hicieron fue meter medio cuerpo adentro de la camioneta para agarrar los celulares", contó, y agregó que le robaron el teléfono a su hermana.
"Me sacaron de la camioneta, me pegaron mucho, me sacaron los documentos, dinero, tarjetas de crédito y me caí. Y en el piso me siguieron pegando, pegando y pegando. Una persona me agarró del cuello, me tiró para atrás y me puso la rodilla en la espalda, eso es para quebrarte la columna", describió.
"De alguna manera me zafé, esquivé las piedras, llegué a la camioneta y estaban tratando de subirse, calculo que para robarla. Llegué a la camioneta, mi hermana también y nos acercamos hasta un patrullero que estaba en el cordón. No sé si vieron algo o no, pero si lo vieron llegaron tarde, me salvé de casualidad", dijo Ionni, quien hizo una denuncia contra los agresores.
"Creo que es el negocio de algunos que toman tierras y se las venden a pobres personas que no saben cómo viene la mano"
Al ser consultado por sus heridas, el hombre dijo: "Por suerte tengo un esqueleto bueno y fuerte. La cabeza la tengo llena de moretones, pero ninguna fisura. Me mareé un poco pero no fue nada. En el cuerpo lo que más sufro son los golpes, por suerte no me afectaron ningún órgano interno, pero estuve dos días sin poder moverme, en la cama. En ciertas posiciones el dolor es insoportable, se me caen las lágrimas".
"Por defender lo mío y tratar de conversar, puse en peligro la vida de mi hermana y la mía. No pensé en ningún momento que no estaba hablando con personas civilizadas", agregó.
"La tercera vez que intentaron hacer una usurpación, la justica actuó rápido y se hizo el alojamiento —siguió contando—. Después hice un cerco con cubiertas en desuso, que no tenían valor, pero las robaron y quemaron todo. Esa fue la cuarta vez. Fuimos, conversamos y logramos que se fueran. En esta quinta oportunidad me empezaron a gritar que los queríamos atropellar, lo cual es mentira, estaba andando a 20 kilómetros por hora".
Las personas "siguen en los terrenos, están ahí, siguen usurpando y organizaron una venta de terrenos como si la necesidad de estar fuera un negocio. Creo que es el negocio de algunos que toman tierras y se las venden a pobres personas que no saben cómo viene la mano. Esto está todo organizado, muy bien organizado, sistemáticamente es el mismo procedimiento", sostuvo Ionni.