Bahía Blanca | Martes, 07 de mayo

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Morán y el récord: “No sé cuándo será, ya no elijo qué día hacer puntos”

Las ocho unidades que separan al "Pollo" de la historia, sus oportunidades a otro nivel, el extraño debut y las ganas de volver a jugar

Fotos: Pablo Presti y archivo-La Nueva.

Por Mauro Giovannini

Twitter: @MGGiova

Mail: mgiovannini@lanueva.com

(Nota ampliada de la publicada en la edición impresa)

 

   Cuando el 7 de septiembre de 1998, con la camiseta de Olimpo y ante El Nacional, hizo su debut en primera división, seguramente lejos estuvo de pensar en convertirse en el máximo goleador de la historia.

   Juan Pablo Morán tenía, por aquel entonces, 15 años. Roberto Juanpataoro tuvo que llamarlo dos veces para mandarlo a la cancha en el primer tiempo del partido que el aurinegro ganó por 83 a 67. No pensaba entrar…

   Hoy, a las puertas de cumplir 38 (el 1 de febrero) tampoco se desespera por superar a Fernando Lliteras, quien comanda la tabla de anotadores de todos los tiempos.

   “Si tenemos la suerte de que se pueda volver a jugar en algún momento, no sé si a principio o a mitad de año, lo disfrutaré sabiendo que va a ser el último”, le contó el Pollo a La Nueva.

   Los números del ingeniero Roberto Seibane son claros: 11.012 tantos del Flaco, contra 11.004 de Morán.

Lliteras: “Averigüé si pueden secuestrar al Pollo Morán, pero es imposible”

   “Es raro, a lo mejor hace referencia a una vigencia en el torneo a lo largo de los años más que a una característica goleadora de mi parte. El Flaco es el goleador histórico, pero también jugó afuera… Es una linda anécdota, un lindo hecho pero no es significativo ni algo demasiado destacable más allá de marcar una vigencia”, se sinceró.

   —¿Cómo transitaste el 2020 sin actividad?

   — Fue un año raro en todo sentido, porque directamente yo no pude arrancar a entrenar porque estaba trabajando afuera de la ciudad. Me iba a incorporar a fines de marzo o principios de abril, así que no hice ni la pretemporada. A mitad de año empecé a moverme, pero cuando ya se veía que no se iba a jugar, dejé. En el club siguieron moviéndose, pero yo preferí no arriesgar a un contagio sabiendo que esto es un hobby y contagiarme me podría afectar a nivel laboral.

   —¿Cuánto hace que no tocás una pelota?

   — Toqué una pelota una sola vez en todo el año, pero desde noviembre de 2019 que no juego. Y correr, salí por última vez en agosto.

   —Si la situación mejora y vuelven los torneos, ¿vas a estar en condiciones?

   —Obviamente, estoy fuera de ritmo. Pero ya a esta altura de mí carrera, en los últimos años, el nivel físico con la edad se va sintiendo y la velocidad y las piernas no venían siendo mi fuerte, así que no creo que me afecte tanto. Sí, tendré que hacer una buena pretemporada; pero como todos, voy a llegar con falta de actividad.

   El último partido oficial de Morán —y de Bahiense del Norte— fue el 25 de noviembre de 2019. En cancha de Napostá, el por entonces vigente campeón se impuso 84 a 73, cerró la semifinal 3-1 y eliminó al tricolor.

   El Pollo disputó su 800º partido oficial en Primera, se despachó con 22 puntos y fue el goleador de su equipo.

   —Si en 2020 no había pandemia, estarías retirado, ¿es verdad?

   —Sí, ya estaba la decisión tomada cuando terminó la temporada 2019. Lo pensé porque tenía dudas, pero el Colo (Navallo) me mandó algunos mensajes y decidí jugar un año más. Así que si el físico me lo permite, la idea es terminar jugando y no dejar porque no se ha podido.

   —Proyectando en qué momento podrías quedarte con la marca de goleador, ¿sabés que si la Asociación respeta el último fixture sorteado, Bahiense debuta en cancha de Villa Mitre y en la segunda fecha recibe a Olimpo?

   —No está confirmado que vaya a jugar en Bahiense. A ver, no está confirmado por el simple hecho de que no lo hemos hablado. Iba a arrancar el año pasado en Bahiense y no sé cuáles son las expectativas para este año. Con el Colo sí he hablado, estoy en contacto y quiere que siga, pero en definitiva es el club el que toma las decisiones.

   —¿Pero si no pasa nada raro, jugás en Bahiense?

   —Sí, mi intención era jugar en Bahiense. Me he sentido cómodo, el grupo de chicos es bueno, de buena gente, el Colo es un técnico que aprecio, que tiene mentalidad ganadora y que va al frente. De todos modos, yo he jugado en tres clubes, Olimpo, El Nacional y Bahiense, y siempre he tenido buena relación. Olimpo es mi club, pero tanto en El Nacional como en Bahiense no he tenido inconvenientes y me han tratado de diez.

   —Mirá si justo alcanzás el récord contra tu club…

   —Enfrentar a Olimpo siempre es algo especial para mí; si justo se llega a dar sería otro dato. Pero tampoco sé cuántos partidos voy a necesitar, no estoy en condiciones de manejarlo y de elegir cuándo hacer puntos y cuándo no, a esta altura ya no ja, ja, ja.

   Buceando en su carrera, Morán logró cuatro campeonatos en la elite: tres con Olimpo (2004, 2005 y 2007) y uno con Bahiense (2016). Además, fue máximo anotador en dos ocasiones: en 2007, sumando 899 puntos en 49 partidos (18,3 por noche) y en 2009, cuando clavó 876 en 42 apariciones (20,8).

   “He tenido varios buenos años, pero en 2008 y 2009 tuve muy buenas temporadas más allá de no haber avanzado creo ni a semifinales”, recordó al respecto.

   —¿Cambió mucho de aquel Morán que debutó con 15 años al actual?

   —Cambié bastante, cuando era más joven pensaba en ganar, como sea; o al menos, tenía el resultado como prioridad. Cuando van pasando los años le encontrás el gusto a otras cosas, al día a día de los entrenamientos y a todo lo ajeno a lo estrictamente deportivo. Y a disfrutar del juego más allá del resultado que, en definitiva, es una anécdota. Más allá de que siempre es el objetivo, porque cuando entrás a jugar un partido querés ganar, vas entendiendo que el perder también es parte del juego.

   —¿Cuándo hiciste el click?

   — No sé cuándo fue, pero en un momento hacés un click mentalmente y empezás a entender que vas a perder más de lo que vas a ganar.  Empezás a disfrutar de todo lo que tiene extra al resultado. Se acentúa a medida que te hacés más grande porque sabés que en algún momento vas a dejar de jugar y vas a dejar de hacer lo que te gusta, entonces tratás de disfrutar cada momento porque se termina.

   —¿Y en cuanto a tu estilo de juego?

   —No siento que mi estilo de juego haya cambiado demasiado. He integrado equipos que necesitaban de mí que mire más al aro y otros con compañeros que tenían ese rol, o más ofensivos, que tenían que cargar con ese peso.

   —Si viene alguien que nunca te vio jugar y pregunta por Morán, ¿qué le dirías? ¿Qué tipo de jugador sentís que sos?

   —No sé si soy así, pero te voy a decir cómo me gustaría ser. Un base pensante, que en definitiva trata de que el equipo juegue bien y encuentre un orden y las mejores opciones. No me interesa hacer puntos, cuando me ha tocado es porque sentía que ese era el aporte que debía hacer. O si no, porque cuando era joven y quizá uno es más egoísta.

   —¿Ves algún jugador que se parezca a vos?

   —Veo algunas cosas en (Emanuel) Manu Fernández, compartí entrenamientos y me parece que lee el juego y se da cuenta de algunas cosas que para su edad no es normal. Por supuesto, todo lo que pienso es relativo. El deporte ha evolucionado hacia el ritmo vertiginoso y menos pausado, como estoy acostumbrado yo, así que es una buena razón para ir retirándome ja, ja, ja.

Las oportunidades, a otro nivel

   En el ambiente hay una máxima establecida: si tomamos a los jugadores que solo actuaron en nuestro ámbito, Morán es el mejor. Al margen de un fugaz —y altamente fructífero— paso por el Torneo Federal con Olimpo, cuando en 2015 guió al equipo que logró el ascenso al TNA. También jugó en el tercer escalón del básquet nacional con la camiseta de Bahiense.

   Sin embargo, las escasas propuestas para jugar el Torneo Nacional de Ascenso o la Liga Nacional llaman la atención, aún a la distancia.

   “Arrepentimiento de no haber jugado a otro nivel, no tengo. Disfruté de enfrentar a otro tipo de jugadores con la selección de Bahía y después me di el gustito de jugar con Olimpo en el Federal y ascender. Pero no es algo que me queda pendiente haber jugado TNA o Liga Nacional”, señaló.

   La chance más concreta fue en plena temporada 2007-2008, cuando fue convocado por Argentino de Junín quien se armaba para pelear el ascenso a la Liga.

   “Tuve esa oportunidad de ir a Junín que no se dio. Estaba todo acordado con los dirigentes, pero se habían hecho los dos recambios. Y después no he jugado en otros equipos básicamente por un tema de estudios. Y cuando tuve alguna conversación con los equipos bahienses que en su momento jugaban Liga o TNA, como El Nacional o Estudiantes, no se dio”, detalló.

   La entidad juninense tenía todo arreglado con el Pollo; sin embargo, la Asociación de Clubes le recordó que ya había usado las dos opciones de recambio (al contar como tal el pase de Leonardo Peralta durante la Copa Argentina, un certamen que el club entendía como de preparación) y que no podía hacer más.

   —La de Junín fue la chance más concreta, incluso llegaste a viajar…

   —Sí, al equipo lo dirigía Tito (Héctor Santini) y viajé con él. No alcancé a entrenar, porque la práctica era a la noche, nosotros llegamos a la mañana y a la tarde ya me dijeron que los recambios ya estaban hechos.

   —¿Y las otras?

   —Con Estudiantes hubo un par de propuestas, pero yo tenía el pase en mi poder y nunca llegamos a un acuerdo. Y después Juan Andrés (García) me llamó para que vaya a El Nacional pero se complicó la situación del club… Recuerdo que se hablaba de que Liniers podría ocupar su plaza en el TNA y Claudio Queti, que lo dirigía, también me había dicho que me quería.

   El Celeste lo tanteó pero luego estuvo a punto de vender la plaza. En ese momento emergió la posibilidad de una alianza con Monte Hermoso, que finalmente se concretó, aunque con otros planes para el armado del plantel.

Lliteras y los de abajo

   Más allá de los ocho puntos de margen entre el Flaco y Morán, la tabla de los mejores diez habla de un registro difícil de batir en el futuro.

   —¿Sabías que el inmediato perseguidor, entre los jugadores en actividad, está a casi 4 mil puntos? Va a ser difícil que alguien pueda superarte…

   —No lo sé, pero no pasaría nada y estamos hablando de algo que todavía no pasó. Sería un dato de color porque en definitiva todos los jugadores que están en esa tabla han dejado su huella en el básquet local. Lliteras, Campaña, Allende… son jugadores reconocidos en el ambiente más allá de sus puntos.

   —Lo que sí está claro es que compartiste equipo con Lliteras y lo ayudaste a hacer puntos; eso ahora te juega en contra…

   —Sí, jugué con el Flaco, una persona tremendamente ganadora. Recuerdo que me hacía señas para ir a un costado y jugar un pick and roll los dos. Si bien era un jugador al que le gustaba hacer puntos, siempre priorizaba ganar. Antes de hacer un puntito más, prefería asegurar el resultado del partido.

   Por debajo de ambos completan el top ten Mauro Campaña (10.856), Sebastián Acosta (8.788), David Pineda (8.627), Fabricio Starc (8.322), Diego “Manzana” González (8.071), Mauricio Vago (8.008), Hérman Banegas (7.251) y Nicolás Quiroga (7.084).

13.

   Títulos. Morán salió campeón en Olimpo de las categorías Premini (1993), Preinfantiles (1996), Infantiles (1997), U21 (2002 y 2003), Segunda (2003) y Primera (2004, 2005 y 2007). También dio la vuelta con Bahiense, en primera división (2016). Y cortó las redes en tres Provinciales: U19 en Mar del Plata (2001), y Mayores, dos veces en Pergamino (2008 y 2009).