Solo uno de cada cuatro hogares bahienses sigue teniendo teléfono fijo
Todavía está, pero ya casi nadie lo usa. Su esplendor no fue hace tanto tiempo, pero hoy claramente es más un recuerdo pintoresco que una herramienta indispensable.
Por Federico Moreno / [email protected]
--¿Nadie atiende el teléfono en esta casa?
--Para mí no es, a mí al fijo no me llaman.
Hasta esta conversación, que se escuchó más de una vez en más de una casa argentina, ya resulta pasada de moda, como si de otro siglo se tratara. Es que, si bien hace unos años, ya con la telefonía móvil más que instalada en nuestras vidas, todavía convivían los dos servicios, hoy el teléfono fijo es, para aquellos que lo conservan, poco más que un adorno.
Claro está que todavía hay quien lo tiene –-tanto el aparato como la línea--, quien lo usa y quien depende de él para cosas importantes, pero así como tantas cosas en la vida, el teléfono fijo ya no es lo que era, la gente puede prescindir de sus servicios y, con su desaparición paulatina, nadie lamentó ni pataleó por su lenta agonía.
Leticia, de 66 años y usuaria activa de internet y telefonía móvil, cuenta que tras casi 30 años de poseer una línea hogareña, hace pocos meses la dio de baja. “Para llamadas personales no lo usaba hace años, tal vez sí para algún trámite o esos reclamos a grandes empresas que te tienen varios minutos y convenía económicamente llamar desde el fijo. Pero desde que me enteré que no era indispensable para estar conectada con el servicio de alarma y vigilancia, me di de baja automáticamente”, explicó.
Más allá de la apreciación subjetiva sobre su agonía, la realidad en números indica que en Bahía Blanca, que aproximadamente cuenta con unos 310 mil habitantes y unas 132 mil viviendas –-fuente: Creebba--, las líneas de telefonía fija del segmento individuos son un poco más que 33.000 –-fuente: Telefónica--, es decir exactamente una conexión por cada cuatro hogares.
Sin embargo, y si bien no brindaron cifras sobre cuántas líneas llegó a tener nuestra ciudad en el auge de este tipo de telecomunicación, desde la citada empresa comentaron que “si bien no hay nuevas altas de líneas fijas, el decrecimiento es mucho menos marcado de lo que uno podría suponer. Todavía permanece en buen número en determinados sectores de clientes, como empresas, comercios o viviendas conectadas a sistemas de alarmas”.
“Las líneas que tienen 20 o 30 años no se dan mucho de baja, sí se nota el cambio de paradigma en las mudanzas o cuando los jóvenes se independizan y no instalan líneas nuevas. Hoy esos clientes prefieren obviamente los teléfonos móviles, de los cuales en Argentina ya hay 50 millones de líneas, es decir más de una por habitante”, agregaron desde Telefónica.
Lejos quedaron en el tiempo marcar el número de la pizzería mirándolo desde el imán de la heladera, atender sí o sí diciendo “¡hola Susana!” entre las 20 y las 21 horas aunque el televisor no estuviera prendido, y hasta los pequeños candados en los teléfonos a disco para ponerles límites a los adolescentes que podían estar horas contándose las últimas novedades.
Hoy, según cifras del Enacom, las conexiones fijas de internet en nuestra ciudad ascienden a 105 mil, es decir más del triple que de conexiones de telefonía fija. Entrando al 2020, ninguna sorpresa.
Desde la empresa de telefonía sostuvieron que uno de los motivos por los cuales, según dicen, no hubo un bum masivo de desconexiones, es que desde 2002 al presente, en términos relativos prácticamente las tarifas de telefonía fija no aumentaron.
También comentaron que, si bien con otro tipo de tecnología --el cable de fibra óptica a través del cual llega a los hogares la internet de alta velocidad--, la telefonía “hogareña” sigue existiendo.
“Hoy superamos los 2 millones de hogares alcanzados en todo el país y los 500 mil clientes conectados con fibra óptica. Es la tecnología que permite tener múltiples dispositivos conectados en el hogar, que hoy es un poco la demanda de los clientes. Al igual que el 4G, el que hoy brindamos en todas las capitales de provincia del país y con el que en 2020 esperamos llegar a localidades de menor tamaño”, explicaron desde Telefónica-Movistar.
¿Qué son?
Así como generaciones pasadas de niños preguntaban qué eran los buzones o las conexiones de agua para bomberos en las calles bahienses, hoy más de un padre cuenta que tiene que explicarles a sus hijos qué son esos aparatos grandes, vidriados, verdes y azules que están en algunas veredas de nuestra ciudad.
Los famosos teléfonos públicos, que en nuestro país aparecieron en la década del 70 y llegaron a ser casi 50.000, ya no cumplen, al menos en nuestra ciudad, ningún tipo de función.
En Bahía todavía quedan en la vía pública alrededor de 30 –-sí, aunque se sorprenda, ese es el número--, la mayoría de ellos están ubicados en el micro y macrocentro y, si bien hasta hace algunos años desde los mismos se podía llamar en casos de emergencia, hoy la verdad es que, salvo alguna excepción, su presencia es más combustible para los melancólicos que otra cosa.