Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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La contundencia de las elecciones primarias

Para hacerlas, el Estado nacional hace un desembolso de dinero que no pasa desapercibido en un país en crisis. ¿Son solamente una encuesta?

Desde hace una década, nuestro país dispone de elecciones primarias. Primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias. Las PASO, una herramienta que permite definir qué partidos estarán habilitados para participar de las elecciones nacionales.
Hay un porcentaje, 1,5 por ciento de los votos, necesario para ser parte de la compulsa electoral que tiene lugar tres meses después de esta práctica que reunió a casi el 75% del padrón, apenas por debajo del porcentaje de una elección general.
Analizadas desde su objetivo más trascendente -resolver las internas de algunos partidos- las PASO nacionales se alejan cada vez más de esa propuesta y hay una suerte de percepción de que funcionan como una gran encuesta para que los posibles candidatos sepan la inclinación de los votantes.
Para esto el Estado nacional hace un desembolso de dinero que no puede pasar desapercibido para un país en crisis. Se habla de 85 millones de dólares (con la moneda estadounidense a 47 pesos, al momento de las PASO) aportados a su organización y ejecución.
Con la particularidad de que ningún partido tenía que definir internas, sino que cada uno llevó sus precandidatos definidos. El voto era entonces para asegurar ese 1,5% a los partidos y habilitar su participación en las elecciones de octubre próximo.
Pero sin duda lo trascendente en la mentalidad de los votantes y de los partidos es que el resultado se toma como una elección general, un anticipo  cercano a los resultados de las generales, con lo cual se verifican celebraciones y penas de acuerdo al escrutinio, sin ponerse a hilar fino sobre el espíritu que rige esta práctica.
Lo más preocupante es que el gobierno nacional -que ha quedado debajo de su principal competidor- ha reaccionado con un paquete de medidas económicas, con el desplazamiento de algunos hombres de su gabinete, con un mea culpa que incluye aseveraciones como las de no haber interpretado a la sociedad.
Es preocupante que un gobierno de cuatro años, cualquiera sea su color, necesite unas PASO para tomar conciencia de la realidad, para advertir cosas mal hechas e instrumentar medidas. Es difícil creer que el país estará mejor cuando no existe capacidad para comprender y escuchar a los ciudadanos cada día, sin necesidad de unas PASO.