Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

De Boer: "El primer objetivo, que era poner la casa en orden, está cumplido"

El interventor de la UOCRA, seccional Bahía Blanca, se refirió al trabajo realizado y a los proyectos que se emprenderán.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Transparencia. Es una palabra que Carlos Segundo Jongewaard de Boer, interventor de la seccional Bahía Blanca de UOCRA utiliza permanentemente.

   Y hoy, la tranquilidad de esa entidad gremial, es noticia. Alejado de las polémicas por los hechos de corrupción, es indudable que la institución bajó su perfil y se enfocó en brindar servicios para sus más de seis mil afiliados.

   Nativo de La Plata, De Boer lleva 16 meses de gestión, en la que consiguió el objetivo prioritario (normalizar la seccional) y ya se planteó nuevas metas, como son la inauguración de una Escuela de Capacitación y habilitar el predio recreativo.

   ”La verdad es que llegué a Bahía sumamente preocupado. No por sentirme incompetente, ya que estuve en otras intervenciones en distintas partes del país, sino porque no sabía lo que me iba a encontrar y cuál sería la reacción de la gente. Yo siempre la ví como “La República de Bahía Blanca”, porque era una seccional autónoma, que no rendía muchas cuentas”, analizó.

    Y agregó: “Debo reconocer que hubo un trabajo previo a cargo de Ricardo Rodríguez muy bueno, lo que me allanó un poco la labor. Pero a nosotros nos quedó la parte más dura, que fue afrontar la realidad y arrancar de cero con todo. Y a su vez, comenzar a limpiar una mancha grande, y muy dolorosa”.

   Una de las primeras medidas que tomó De Boer fue abrir la institución.

   “Había muchos compañeros que no conocían su propio gremio, o bien no tenían aceptación. Nosotros tomamos la decisión de darles posibilidades a todos. Hoy transitamos esa etapa, peleando puestos de trabajos. Tenemos acuerdos que mantuvimos, muchos otros que hubo que reestablecer y varios que hemos mejorado. No es fácil negociar cuando el gremio es sinónimo de corrupción y violencia. Pero creo que ya demostramos lo que somos y que se puede trabajar con transparencia y credibilidad. El primer objetivo, que era poner la casa en orden, está cumplido. Hoy el gremio está trabajando muy bien, brindando muchos servicios”.

   --¿Cómo es el diálogo con los empresarios?

   --Nos costó muchísimo llegar a las empresas. Muchas, incluso, no querían sentarse a dialogar con nosotros, pero fuimos reestableciendo las comunicaciones y hoy estamos trabajando sin grandes conflictos. Somos concientes del lastre que todavía tenemos en nuestras espaldas por todo lo realizado anteriormente, pero la UOCRA está para defender los derechos de sus trabajadores. Y en ese tren, el diálogo con los empleadores es fundamental. Los empresarios saben cuáles son sus obligaciones.

   --¿Cómo está la obra pública, que es un pilar para generar fuentes de trabajo?

   --La obra pública está muy mal. Y no es de ahora, ni este comentario tiene una intencionalidad política. En Bahía tuvimos la suerte de que se levantaran varios parques eólicos, que ayudaron a paliar la crisis del sector. Eso nos permitió mantener los puestos de trabajo y hasta incrementarlos en épocas del año que históricamente eran bajas. 

   “Lo primordial es que la sociedad vea que somos trabajadores comunes y corrientes y que la organización está por encima de los intereses personales. Que no queremos las cosas de prepo, sino que buscamos trabajos dignos y seguros”.

   “Hoy tenemos más de 6.000 afiliados. Cuando llegamos no había más de 3.000. Ya no existe el amiguismo. Para nosotros, todos son iguales y tienen los mismos derechos”. 

   --En ese tren de normalización, ¿qué falta?

   --Falta bastante todavía. Hay que lograr consolidarnos como organización, pero desde el punto de la confiabilidad. Que nos vean como una entidad confiable, seria y transparente. Y eso no se logra de un día para el otro. Hemos hecho un trabajo muy bueno, pero hay que apuntalarlo. 

   “Tenemos muy buen diálogo con las cámaras, pero nos falta mayor comunicación con las empresas. Para que sepan que no lo van a ir a visitarlos para presionarlos, sino para mejorar las condiciones de trabajo. Nos afecta que la industria inmobiliaria está muy frenada, pero así y todo desde que llegamos los puestos de trabajos se incrementaron. 

   --¿Cómo son las labores en los parques eólicos?

   --Es un tema especial, porque tenemos un problema que estamos tratando de solucionar. Los fabricantes de los motores exigen determinada certificaciones para poder instalarlos y operarlos, pero el curso es demasiado costoso para que lo hagan nuestros afiliados. Por ese motivo, vienen montadores de afuera para hacer un trabajo que nuestros trabajadores saben hacer a la perfección. Por eso, estamos intentando que, a través de la Fundación UOCRA, podamos hacer esa misma certificación y capacitar a los operarios. 

      “De todos modos, mientras tanto, exigimos que tomen trabajadores de la zona para que aprendan con los operarios que vienen de afuera y luego sólo tengan que calificar para obtener esa certificación. De ese modo, dentro de un tiempo, ya habrá un grupo amplio que pueda hacer esa labor y no será necesario traer gente de afuera”.

   --Pero sí tienen injerencia en la obra civil.

   --Sí, en la fabricación de las bases y en el montaje. Hay mucho trabajo de hierro y en algunos casos escasean los armadores. Por eso también vamos a realizar en breve algunos cursos de capacitación. Son trabajos que empiezan y terminan rápido, pero a nosotros nos ayudaron mucho para paliar la crisis. Sino, hoy estaríamos haciendo ollas populares en la puerta del gremio.  La crisis es una realidad que se siente en todos los sectores. 

   --¿Se vienen cursos de capacitación?

   --Serán bastante específicos y con un círculo virtuoso. La idea es, hasta poder inaugurar nuestra propia Escuela de Capacitación, realizar los cursos en determinadas entidades intermedias. Y allí mismo efectuar la práctica. O sea que esa entidad, por facilitarnos las aulas para dictar las teorías, se vea beneficiada con una obra, de acuerdo a sus necesidades. 

   “En agosto la intención es lanzar cuatro cursos, dos de armadura y dos de albañilería. Los primeros se dictarán en la ONG “Cangrejitos” y otros en una sociedad de fomento, aún no determinada. Serán abiertos a todo público, por lo que no es necesario ser afiliado o pertenecer a esta organización. Sólo será requisito ser mayor de edad. La idea es tener entre 20 y 25 personas por curso”.

   --¿Te molesta que se vincule a la UOCRA con la corrupción?

   --Muchísimo. Me dolió muchísimo lo que se hizo aquí en Bahía Blanca. Yo amo la organización, me crié en una familia de dirigentes. Para mi, la organización es lo más sagrado que podemos tener. Y cuando se la mancha de esa forma, es doloroso. Y a veces me da vergüenza salir a aclarar que no somos todos iguales y demostrar que hay otra forma de trabajar, con transparencia y por el bien de nuestros afiliados. 

   “Hoy, la tranquilidad es noticia. No ha habido muchas empresas quejándose de nosotros y sí lo ha hecho fue porque no cumplían con las normas legales y nosotros se lo hemos marcado”. 

Se viene la Escuela de Capacitación

   “La Escuela de Capacitación la prometió Gerardo Martínez y se verá cristalizada. Tengo el orgullo de decir que la voy a hacer yo, obviamente con la ayuda de la central. Estará en el piso superior de la Obra Social, en calle Las Heras. Hoy es un sitio que está sin uso y que se necesita adecuarlo, pero tendremos nuestro propio lugar, algo muy demandado por nuestros afiliados. Estamos en la etapa de planificación, porque hay que adecuar las instalaciones a las normas que un establecimiento educativo requiere”.

   “Hacemos muchos trabajos solidarios para reinsertarnos en la sociedad y que vean quiénes somos. Ayudamos a varios merenderos y, por ejemplo, levantamos el alambrado olímpico del Club El Cometa, a partir de donaciones y de aportar la mano de obra". 

   “El predio es mi otro sueño. Quiero irme con el predio habilitado. Se ha avanzado mucho en ese tema, porque queremos darle un lugar de recreación a los afiliados. Porque se lo merecen, porque la gran mayoría se ha puesto la camiseta de la organización. Tenemos varios proyectos más en mente, pero el predio es una cuenta pendiente. Ya en la justicia se ha aclarado su situación y tenemos potestad sobre el mismo, pero tenemos que conseguir habilitarlo, ya que ni siquiera había planos presentados. Y faltan obras, como por ejemplo una pileta y baños públicos, además de adecuar las medidas de seguridad. No creo que pase mucho tiempo hasta que podamos abrirlo”.