Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Llamadas, redes sociales y familia: cómo seguían los pasos de Favretto

El administrador fiduciario acusado de múltiples estafas fue detenido por Interpol en Brasil. El traslado a Bahía Blanca podría demorar algunas semanas.

   A contramano de lo que la gente podía creer, en el núcleo más íntimo de la fiscalía de Bahía Blanca sabían que Sergio Arnaldo Favretto podía caer en cualquier momento.

   Sin embargo, no esperaban “una mano” tan directa de Interpol Brasil.

   Pese a que ya había pasado 4 años en la clandestinidad, y que el tiempo generalmente conspira contra este tipo de investigaciones, la oficina local de búsqueda de personas y distintas fuerzas de seguridad seguían tras sus pasos, por órdenes del fiscal Rodolfo de Lucia.

   En los últimos meses habían surgido indicios sobre su paradero. 

   “El problema es que siempre iba un paso más adelante”, admite un investigador.

   Siempre se sospechaba que estaba en Brasil. O que iba y volvía por algún paso fronterizo ilegal, porque durante los allanamientos en sus propiedades se habían secuestrado mapas de la zona limítrofe con el vecino país.

   Además -antes de engrosar en 2015 la nómina de prófugos-, Favretto también había hecho negocios en Brasil. 

   En la localidad atlántica de Vila Velha, al norte de Río de Janeiro, había abierto un local como el que tenía en el shopping bahiense: la vinoteca Black & White, que allá se llamaba Puerto Madero Winery.

   “Sabíamos que mantenía contacto con alguien de su familia”, reconoce De Lucia.

   Las comunicaciones telefónicas y el uso de redes sociales fueron importantes, más allá de que todavía no se confirmaron las circunstancias de la detención que realizó personal de la Oficina Central Nacional Brasilia de Interpol.

   “El dato de la familia era lo que estábamos explotando para llegar a él”, asegura el fiscal.

   Ese “alguien” sería un hermano que vive en Viedma y que también se dedica a la venta de bebidas.

   El traslado del sospechoso llevará “algunas semanas”, especula De Lucía, quien ni bien llegue seguramente le pedirá la prisión preventiva.

   Favretto, quien el 7 de febrero pasado cumplió 58 años, está a disposición de la jueza de Garantías Nº 1, Gilda Stemphelet.

   Interpol le dio aviso inicialmente al Tribunal en lo Criminal Nº 1, que se encargó de juzgar y condenar a los abogados Benedicto Díaz Flaqué y Roberto Carmona.

   Ambos letrados recibieron una pena de 9 años de prisión en mayo del año pasado, acusados de conformar una asociación ilícita con Favretto.

   Díaz Flaqué y Carmona llegaron al debate en libertad y cuando declararon rechazaron las imputaciones y cargaron contra el administrador de DyF.

   Dijeron, entre otras cosas, que “todo estaba vendido -unidades funcionales- y que no entendían cómo Favretto seguía vendiendo lo que ya estaba adjudicado a distintas personas”.

   La justicia no les creyó y los condenó, aunque como no se presentaron a la última audiencia, se escaparon.

   Sin embargo, Díaz Flaqué fue capturado el mes pasado, durante un operativo de tránsito de rutina en la avenida General Paz y Alberdi.

   Carmona, en tanto, permanece prófugo.

Frases “célebres”

   En agosto de 2013, cuando el malhumor de los adjudicatarios crecía y la situación parecía descontrolarse, Sergio Favretto dio una de las últimas notas profundas a este medio.

   En aquella entrevista dejó algunas frases que, a la luz de su conducta en la clandestinidad, mínimamente llaman la atención:

   * “Siempre dí la cara y trabajo para resolver los problemas. Soluciones mágicas no puedo ofrecer”.

   * “Yo cometí errores... pero no me escondo, ni me fugo. No soy de escaparme. Tengo hijos y lo menos que puedo hacer es darles el ejemplo”.

   * “Nunca me quede con un peso de la gente”.

   * “No tengo nada que ocultar, cometí errores y me hago cargo. No soy un delincuente, ni me quedé con nada que no es mío”. 

   * “Hace 20 años que comencé con los fideicomisos. Tengo más de 600 casas entregadas”.