Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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¡Los “líos” que tenemos!

   En un año en el que se celebrarán elecciones y en el que ya comenzaron a circular mediciones y candidatos/as, no puedo dejar de pensar en este tema.

   La “asociación libre” regla y método fundamental del Psicoanálisis creado por Freud consiste en que la persona, durante las sesiones, exprese “todo”, pensamientos, ideas, ocurrencias, imágenes, recuerdos, emociones, tal como se le presentan. No hay restricciones, filtros, tampoco es necesaria la estructuración de un discurso; y “todo” vale, lo irrelevante, lo importante, lo impertinente, lo impúdico e insensato, hasta lo incoherente.

   En una mezcla de “asociación libre”, fortuita y también algo forzada, pienso en los “líos” que tenemos.

   Mis queridos/as lectores/as, si digo “los ‘líos’ que tenemos” ¿con qué los asocia? ¿qué imágenes vienen a su cabeza?

   ¡Líos! ¡Me remite a dos célebres argentinos! ¡Argentinos que en muchas ocasiones “son matados” por los propios argentinos.

   ¡Líos! ¡Antropofagia! ¡Surgen preguntas!

   ¿Nos estamos devorando unos/as a otros/as? ¿El instinto depredador no reconoce límites? ¿Vivimos en una sociedad caníbal que devora a sus ídolos/as y hasta sus hijos/as? ¿La carroña no admite errores?

   ¡Líos! “Lio Messi”, un súper dotado, único e irrepetible, ver un partido es un deleite que desborda el corazón del fanático y hasta conmueve la mirada de quien reniega del fútbol. Sin embargo, está siempre bajo la lupa y se le exige: si canta el himno, si siente o no la camiseta; y abonamos una grieta comparando y estableciendo bandos ¿Diego o Lio?

   ¡Líos! En este ejercicio de asociaciones viene a mi cabeza quien entre sus “primeras bajadas de líneas” impartió un orden: “hagan lío”.

   Contra todas las encuestas, apuestas y pronósticos, en 2013, tuvimos la dicha y el orgullo de que un argentino se convierta por primera vez en Papa. Francisco revoluciona las redes sociales, deslumbra al mundo, se acerca al Muro de los Lamentos junto a un rabino y a un musulmán, se enfrenta al poder e intenta sanear una institución milenaria atravesada por la corrupción y la pederastia.

   La lista de gestos y mensajes es interminable, un discurso que sacudió el seno de Naciones Unidas, besar los pies de los líderes de Sudán que fueron rivales, abrazar a los enfermos de Alzheimer, y proclamar que la comida, sí la comida, no es propiedad privada.

   ¡Qué líos tenemos! Al ídolo del fútbol le exigimos mientras su hijo le pregunta “por qué lo matan en Argentina”, a Francisco muchos/as lo resisten mientras otros/as se preguntan “cuándo viene a Argentina”.

   ¿Mezcla de exigencia desmedida y de patriotismo narcisista?

   Para la Psicología la exigencia desmedida está ligada a metas obsesivas, a la intransigencia y conduce a la insatisfacción permanente. Cuando esa exigencia está depositada en los/as otros/as la persona se convierte en formulador serial de críticas, que destruye y hasta devora.

   ¡Qué líos tenemos! Tiempo de revisar frustraciones propias y asumir responsabilidades sin depositarlas en los/as otros/as; tiempo de empezar a hacer lío: liar, atar, juntar y unir.