Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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"El Belgrano era mi casa", la historia del sobreviviente que igual le pidió a Dios que el crucero se fuera a pique

Fotos y videos: Sebastián Cortés / Nota: Gustavo Pereyra

   "El Belgrano era mi casa —decía en 2013 Sergio Weingart, con 50 años, de Algarrobo y sobreviviente del hundimiento del crucero—. Era conscripto y me encantaba. Me iba los viernes y los lunes andaba desesperado por entrar de vuelta al barco."

   El momento en que el submarino británico HMS Conqueror atacó al Belgrano, el 2 de mayo de 1982 durante la guerra de Malvinas, Sergio estaba preso en un calabozo del buque, tras discutir con un oficial.

    "Un Ruso de porquería", cuenta Sergio en una nota publicada en la edición impresa de 2013 con el título "¡Que se hunda el Belgrano!".

    Y en este video de lanueva.com, relató cómo escapó de su encierro y logró sobrevivir en el mar helado: "Estuve 25 horas en una balsa. Una eternidad".

   El crucero le dio un cobijo cuando llegó desde su pueblo. Pero también le quitó compañeros y amigos.   

   "Había un tal Fattori, menor que yo pero marinero. Un porteño. Ya al segundo día me quería mandar y terminamos a las trompadas. Y al año ya éramos íntimos amigos", contó.

   Antes de la última zarpada del Belgrano, Fattori le contó que le quería enviar dinero a su madre para el alquiler.

   "Se lo mandás cuando volvemos", le dijo. El marinero primero Gabriel Gustavo Fattori falleció en el hundimiento.

   "Se me cruzó de buscar a la madre para contarle, pero nunca lo hice y siempre me acuerdo de esa mujer que se quedó sin plata y sin su hijo", se lamentó.

Excombatiente, no: sobreviviente

   Sergio advirtió que la memoria del crucero Belgrano se la llevan a la gente ellos, los excombatientes. Y que recién ahora están siendo reconocidos: "Antes nos escondían".

   Igual, para él "excombatiente es una palabra muy grande, muy pesada. No me cabe. Es para los que estuvieron allá 74 días, con hambre y frío. Nosotros somos sobrevivientes, nada más".