Una historia de cien años
El 14 de septiembre de 2011 se cumplieron cien años de presencia ininterrumpida de Esso en la Argentina. Si bien la marca se popularizó como Esso, a partir de 1999, la casa matriz pasó a llamarse Exxon Mobil.
Esso (Eastern Seaboard Standard Oil). La Standard Oil había llegado a la Argentina antes de 1911 y había ido ganando terreno a través de alianzas estratégicas con otras compañías.
En 1911 la Standard Oil adquirió la Compañía Nacional de Aceites de Campana, que pasó a llamarse Compañía Nacional de Petróleo y fue la primera refinería construida en América Latina, aunque por una disposición de la Argentina que impedía a las empresas extranjeras usar el nombre "nacional" pasó a llamarse Compañía Nativa de Petróleo.
En abril del mismo año llegó a bordo del velero Hall, la primera carga de kerosene de la compañía a las costas porteñas.
A pocos metros de la destilería de Campana se había instalado la empresa india West India Oil Co. (WIOC), aunque más conocida como: WICO, que a los pocos años se fusionó con Esso. Hacia 1938 la WICO comercializaba los productos Esso-lene (combustibles), Esso-lube (lubricantes) y Esso-leum (grasas), con el óvalo de Esso.
La empresa pronto se posicionó en la refinación y venta de combustibles, kerosene y otros productos, al punto que en 1916, por necesidad de distribución fluvial, encargaron a astilleros argentinos la construcción del buque tanque Ministro Salaberrry, y en 1917 el primer vagón-tanque para petróleo.
Un hito lo cumplió en 1914, con la inauguración en Plaza Lorea, barrio de Congreso, del primer surtidor de combustible de la Argentina; en 1927 abrió la primera estación de servicio del país, en el Boulevard Gálvez, en la ciudad de Santa Fe.
En 1922 la compañía se hizo cargo definitivamente de la refinería de Campana, de la que participaba desde 1911, y en 1928 construyó la de Puerto Galván, en Bahía Blanca.
En la década de 1920 Esso descubre el yacimiento Dadín y la extensión oeste de Plaza Huincul (1923), lo que constituyó el descubrimiento del primer yacimiento privado de petróleo en la zona.
En Salta y Jujuy descubrieron Aguas Blancas, tenido por el primer yacimiento petrolífero comercial del norte argentino, además de: Lomitas (1926), San Pedro (1928), Ramos y Cerro Tartagal (1927).
En la década de 1920 Esso también puso en marcha las refinerías de Elordi y Dadín.
Mayores áreas.Desde 1922 la Standar Oil estaba formalmente instalada en el país y seguía buscando asegurarse áreas con posibles recursos. Ya tenía yacimientos en Salta y Jujuy y a eso le sumó otros en Bolivia, en cercanías del río Bermejo.
Pero las provincias de Salta y Jujuy tenían la potestad sobre los recursos del subsuelo, por lo que en 1923 Esso pidió al gobierno un acuerdo para la exploración de un área de 90.000 hectáreas, que no fue aceptado.
Desde la conducción de YPF, Enrique Mosconi, preveía el interés de Esso por tender un oleoducto desde Bolivia, por lo que se reunió con distintos gobernadores y logró poner límites a la entrega de los permisos de cateo, permitiendo que YPF alcanzara mayor presencia en la zona.
Desarrollo. Esso siguió adelante con la producción y en 1930 comenzó a producir nafta para aviones Stanavo y, desde 1936, lubricantes Essolube.
Hacia 1943, junto a otras petroleras, aportaba más del 60% del producto nacional.
Tras la Segunda Guerra Mundial aumentó en el país la demanda de combustibles livianos y medianos. Esso incorporó en el término de cuatro años seis buques encargados a astilleros locales, entre ellos el Petromar Bahía Blanca.
A partir de 1958 se aplicó en el país una política orientada a conseguir el autoabastecimiento en el menor plazo posible, con la ley 14773 se estableció el dominio nacional sobre todos los yacimientos de hidrocarburos localizados en el territorio argentino y las plataformas submarinas, lo que derivó en mayores contratos con empresas argentinas, pero también acuerdos de locación con los privados.
Esto le permitió a Esso contratar junto con YPF un área de 5.000 kilómetros cuadrados en Neuquén, que se extendió a Río Negro y Mendoza, donde encontró importantes reservas gasíferas (yacimiento Lindero Atravesado) y petrolíferas (Guanaco y Centenario).
Esso construyó y financió para YPF un oleoducto desde Challacó hasta Puerto Rosales. En 1968 obtuvo permiso para un área en General Alvear (Mendoza) y coparticipó en tareas de reconocimiento sísmico en el Mar Argentino frente a Bahía Blanca y en la plataforma, frente a Río Gallegos y Tierra del Fuego.
En años sucesivos participando en contratos de riesgo, junto con YPF y Esso, exploró a partir de 1978 el Mar Austral Argentino, donde perforó 14 pozos exploratorios en la cuenca de Malvinas, aunque los descubrimientos no dieron resultados económicos.
En la década de 1960 Esso instaló en la refinería de Campana unidades de destilación atmosférica y de vacío, de craqueo catalítico, de coqueo retardado de reformación de naftas y de elaboración de solventes, otorgándole una alta capacidad de producción. En esa oportunidad también se modernizó la refinería de Puerto Galván.
Más de 800 estaciones. Hacia 1970 la empresa había cumplido 70 años de presencia en el país y contaba con más de 800 estaciones de servicio entre Essoservicentros y Agroservices, y comercializaba 2,5 millones de metros cúbicos de combustibles, 750.000 m3 de combustibles industriales y 50.000 toneladas de lubricantes y grasas; 100.000 toneladas de coque y 40.000 metros cúbicos de combustibles para aviación por año, detentando un 15% del mercado argentino.
Su actividad exploratoria finalizó con la perforación del pozo offshore Tayra x-1 en la cuenca de Rawson, con la participación de la plataforma General Mosconi de YPF.
En 1988 Esso lanzó la línea de lubricantes Maxxoil y en 1999 Exxon se fusionó con Mobil y reforzó su presencia comercial.
La fusión hizo que Esso Petrolera Argentina SRL pasara a ser una afiliada de Exxon Mobil, lo que abrió la puerta a nuevas inversiones en la refinería de Campana y reforzó su red comercial.
En el primer trimestre de 2011 se anunció la venta de los activos de Esso Petrolera Argentina SRL, que incluyeron la refinería de Campana, 70 estaciones de servicio propias y la red de estaciones franquiciadas (unas 450) que representan una participación del 12% del mercado argentino y la ubican como la tercera en importancia, después de YPF y Shell.
En la operación de venta también se incluyeron las tres terminales de despacho de Campana --en condiciones de producir hasta 4.300.000 metros cúbicos de combustibles al año--, San Lorenzo y Galván y las instalaciones de despacho y venta de combustible de aviación de Ezeiza, Aeroparque y Pajas Blancas.