Bahía Blanca | Martes, 22 de julio

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Dejar de fumar, el mayor éxito en la vida de Roberto Gómez Bolaños

El actor mejicano Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito", creador de personajes entrañables como el Chavo del Ocho o el Chapulín Colorado, aseguró, al presentar sus memorias tituladas Sin querer queriendo, que el mayor éxito de su vida fue dejar de fumar. "Hace once años y medio que dejé de fumar. No he vuelto a tocar un cigarrillo", afirmó orgulloso el hombre que creó a algunos de los personajes más famosos de la televisión latinoamericana en los años 1970 en series que siguen viendo millones de personas en el continente.


 CIUDAD DE MEJICO (AFP-NA) -- El actor mejicano Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito", creador de personajes entrañables como el Chavo del Ocho o el Chapulín Colorado, aseguró, al presentar sus memorias tituladas Sin querer queriendo, que el mayor éxito de su vida fue dejar de fumar.


 "Hace once años y medio que dejé de fumar. No he vuelto a tocar un cigarrillo", afirmó orgulloso el hombre que creó a algunos de los personajes más famosos de la televisión latinoamericana en los años 1970 en series que siguen viendo millones de personas en el continente.


 Sobre cómo nacieron esos personajes, cómo entró de manera "casi fortuita" al mundo de la radio y televisión, cómo fue su infancia y otros episodios relevantes de su vida, habla Bolaños en sus memorias, para cuyo título eligió una de sus frases más célebres.


 "Fue sin querer queriendo" es el lema de disculpa popularizado por El Chavo del Ocho. "Es una creación mía, que me han copiado por ahí en algunas partes", reivindicó Bolaños al explicar que su significado es que "no quería querer".

Humor y nostalgia




 En su autobiografía, "Chespirito" narra sus vivencias hasta el año 2000 a través de anécdotas, sazonadas tanto por el humor como por la nostalgia.


 "He tenido momentos en que he llorado y además aprendí a desechar aquello de que los hombres no lloran", indicó el actor, de 77 años.


 Siempre políticamente correcto, "Chespirito" sotuvo que en la computadora en la que escribió sus memorias, labor que empezó hace años, "se quedó mucho" sin publicar.


 "En primer lugar, porque evité ofender. Pensé que no tenía derecho, ni mérito alguno, decir algo en contra" de nadie, señaló.


 Igualmente, adelantó que en las 450 páginas de que consta la obra, hace algunas confesiones, pero sólo "las necesarias", entre ellas, que es pariente lejano del ex presidente de Méjico Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), algo que nadie quiere reconocer ya que el mandatario se atribuyó la responsabilidad directa de la matanza estudiantil de 1968.


 "No puedo estar haciendo confesiones de más, las necesarias sí, y también de las que me avergüenzo. No son muchas afortunadamente porque he tenido la suerte de no caer en los vicios. Tal vez por meloso, pero qué bueno", destacó acompañado de su esposa Florinda Meza, con quien trabajó durante muchos años y que interpretó algunos de los personajes por él creados.


 Sobre la actriz, con quien se casó hace dos años tras 27 años de vínculo sentimental y 33 de relación profesional, comentó que se conocieron en 1971, cuando comenzaron a trabajar juntos en la serie de El Chavo del Ocho.


 "Yo estaba enamorado de ella hacía mucho tiempo, pero no me hacía caso. Y yo no quería insistir porque si hay una conducta que me parezca horrible es ésa de un jefe que da empleo a cambio de favores particulares", rememoró.


 Bolaños dijo que a su lado ha sido feliz, ya que Meza fue su "gran apoyo en todos los sentidos".


 "Todos los días me sube el desayuno a la cama y la cena. Inclusive cuando hemos tenido algún pleitecito", aclaró.


 El actor, que está prácticamente sordo de un oído, aseguró no tener miedo a la muerte, aunque sí a agonizar lentamente.


 "Sí le tengo miedo a estarme muriendo, que no es lo mismo. A una muerte lenta y dolorosa claro que le tengo miedo, pero no al hecho de morir, ya que después de una vez muerto... vale", dijo, para rematar: "Lo digo consciente: no me he muerto todavía, lo juro".