Tocó fondo
Con el simple argumento de explotar a la perfección los gruesos errores colectivos de su rival, Independiente Rivadavia de Mendoza se alzó con un triunfo de suma importancia para sus pretensiones de mantener la categoría.
Con una tremenda efectividad en ofensiva y mucho oficio, ganó 5-1 estableciendo claras y decisivas diferencias en sólo 45 minutos.
Rosario, no obstante, facilitó enormemente su tarea. Especialmente en la primera etapa, donde estuvo "ausente" y permitió todo tipo de ventajas.
El equipo no tuvo coordinación, se equivocó en las marcas, lo sorprendieron ingenuamente en una pelota parada y lo liquidaron de contragolpe.
Cada avance de los cuyanos terminó en la red de Néstor Larrondo sin que los volantes o los defensores, siempre mal parados, pudieran detener a Andrés Bogado y compañía.
En el complemento, con un 0-4 prácticamente irreversible, el elenco puntaltense salió con otra actitud por su obligación misma de forzar el trámite.
Fue tarde, por más que los cambios --sobre todo el de Leonardo Melinger-- revitalizaron la imagen. Descontó por intermedio de Lucas Gamietea, dispuso de un par de ocasiones en los pies de Alexis Olivera y corrigió algunas falencias por demás evidentes en la etapa anterior.
El categórico traspié como local, ante un oponente directo por esquivarle al descenso, dejó sus secuelas: 1) la dimisión de su técnico Alberto Saldico, 2) la expulsión de su capitán y símbolo Horacio Schumacher --por doble amarilla, la segunda discutible-- y 3) un clima de profundo malestar en sus hinchas que, incluso, provocó una pelea posterior entre ellos al término del cotejo.
Rosario quedó ahora en la retaguardia de la sumatoria total de la temporada. Con 9 puntos en su haber tiene por delante a Independiente Rivadavia y Juventud Unida Universitario de San Luis, que reúnen 11.
De movida, la "Lepra" controló las acciones sin mayores problemas. Su dibujo 4-3-1-2 surtió efecto muy pronto. Cubrió mejor el terreno, neutralizó las intenciones de Alejandro López Rueda y prevaleció por el andarivel de Paolo Malentachi.
El "11" se filtró a espaldas de Juan Manuel Hué y usufructuó un callejón muy fértil para armar las situaciones de riesgo.
Saldico destinó a Alejandro Torres para encimar a Bogado, pero el "10" dominó ampliamente el duelo. El lateral no lo pudo parar y además, en la persecución, dejó su andarivel muy libre.
Ni Hué, ni Lisandro Beratz, ni Francisco Temporetti cerraron por allí y el descalabro fue general.
A los 9, combinaron Malentachi y Nicolás Aguirre y cedieron para Bogado. El enlace se acomodó y facturó con un disparo a media altura.
Enseguida, Julio Marinilli le puso la cabeza a un córner que atravesó el área sin que ningún hombre tricolor atinara a cortarlo. Esa pasividad costó el 2-0 cuando apenas se disputaban 15 minutos.
El dueño de casa, todavía conmovido, no halló respuestas. Subió el balón con excesiva lentitud, chocó en su búsqueda, no se ordenó nunca del medio hacia atrás y se expuso a la réplica.
Bogado, a los 23, nuevamente por la izquierda, convirtió un golazo desde lejos y a los 42, Malentachi, solo en el cuadro menor, empujó a la red un centro de Lucas Gómez tras desbordar por el lado de Oscar Barrios.
El 4-0 llenó de estupor el estadio de Humberto Primo y Villanueva, fundamentalmente por la muy mala producción de Rosario.
En la parte complementaria, los de la casaca francesa apelaron al banco con Melinger y Nicolás Domínguez de arranque y con Olivera un ratito después. Martín Cardozo pasó de "8", Schumacher se corrió al centro, el ataque se compuso de tres efectivos y las ocasiones frente a la portería de Alejandro de la Riba por fin llegaron.
El "1" visitante desvió un tiro de Gamietea, pero luego no pudo con otro zurdazo contra un poste. El envión anímico dio para un remate de Olivera que no entró por muy poco y una salvada de De la Riba sobre el ex Los Andes.
Independiente se dedicó a esperar con la tranquilidad que le otorgaron las cifras y, una vez que aflojó la presión de su adversario, contestó con los punzantes Gómez y Aguirre.
En el epílogo, once contra diez, los azules sellaron la victoria con una exquisita definición de Aguirre.
La derrota caló hondo en Rosario, aunque deberá levantarse en forma urgente. Tendrá que resolver varias cuestiones y retemplar su ánimo. De lo contrario, su futuro en la divisional corre muy serio peligro.
Néstor Eduardo Avila/"La Nueva Provincia"
Los números con Saldico
12 partidos dirigió Alberto Saldico a Rosario. Ganó 2, empató 2 y perdió 8.