El pibe mimado de Saporiti



"Recién estoy cayendo. Lo que viví no lo puedo describir con palabras, pero estoy seguro que no me lo voy a olvidar jamás".
Martín Wagner estaba convencido de lo que decía, pero su imaginación "volaba", se encontraba en otra cosa. Es como que se había quedado en Rafaela, donde el "Polaco", oriundo de Coronel Suárez, debutó con Olimpo en la primera división del fútbol argentino.
Si bien jugó sólo dos minutos --los que descontó el árbitro Gabriel Favale antes que los aurinegros consumaran la victoria por 2-0 frente a Atlético--, poco le importó.
"Debuté antes de lo previsto. Siempre imaginé ese día, pero no sabía cuando iba a llegar. Era parte del plantel profesional y muchos hablaban de mí, pero, la verdad, esperaba debutar más adelante", dijo el volante central de 18 años.
--¿Estás más tranquilo o te duran los nervios?
--Ya me relajé. No sé si estaba nervioso, yo diría demasiado ansioso. Tenía unas ganas de entrar que me moría, pero a su vez quería que todo termine porque nunca me imaginé que un partido de Primera iba a ser así.
--Jugaste dos minutos, pero nunca te dejaron de temblar las piernas.
--No me temblaron porque íbamos ganando 2-0 y el partido estaba por terminar. No sé que hubiese pasado si entraba antes. La ansiedad me carcomía y no sabía qué podía llegar a suceder si estaba más minutos en cancha.
"No fue un partido más, fue todo muy distinto. Cuando ingresé me fui para arriba y empecé a correr como loco. Iba para todos lados y quería la pelota; el tiempo no me alcanzó".
--Si no ingresabas, ¿igual te hubieses vuelto contento?
--Sí. Estaba conforme con estar en la delegación. Fuimos 17 jugadores y no me iba a enojar si era el que quedaba afuera. Fue bárbaro el solo hecho de estar ahí.
--¿Por qué Roberto Saporiti te tiene tan en cuenta?
--No lo sé. Nunca se lo pregunté ni se lo voy a preguntar. Tal vez porque en mi puesto están Rogelio Martínez y Marcelo Sarmiento y no hay otros que los puedan reemplazar.
--¿Cuánto te hablaron antes del debut?
--El día que salimos, Roberto (Saporiti) me llamó aparte y me dijo que esté tranquilo. No me comentó más nada hasta el momento de entrar frente a Rafaela, aunque las indicaciones me las dio Oscar (Quiroga).
--¿Cuál fue el jugador que más te aconsejó?
--Todos me alentaron, aunque Mauro (Laspada) y el "Flaco" (Vivaldo) fueron los que más encima mío estuvieron. Me dijeron que, si me tocaba entrar, me podía quedar con la camiseta porque ellos me la regalaban.
"Me dieron un apoyo total, y recalcaron mucho sobre mi juego: que haga lo que sé, que piense siempre en el equipo y que no me descontrole".
Desde la segunda colonia
--¿A qué edad empezaste a jugar?
--A los 5 años en Independiente de pueblo San José (segunda colonia alemana). Estuve hasta los 12 y mi cuñado (Javier Martínez) me llevó a Deportivo Sarmiento. Me quise quedar ahí, pero en Independiente no me dieron el pase y tuve que volver.
--Hasta debutar en Primera.
--Sí, pero jugué un sólo partido. Fue en la última fecha del campeonato oficial 2001. Le ganamos 3-1 a Tiro Federal de Puan. Después, en ese verano, me fui a probar a Estudiantes de La Plata y ya, en 2002, me incorporé a Olimpo.
--¿Quién te trajo a Bahía?
--Después de pasar las pruebas en Estudiantes, me quedaron en llamar. Dieron muchas vueltas, no se confirmó nada y mi cuñado me trajo a Olimpo porque conocía al "Pájaro" (Hernández) y a Gustavo Echaniz.
"Vine con pocas expectativas, porque estaba cansado con lo que me habían hecho en La Plata. Empecé en 5ª división, salimos campeones y viajaba sólo para jugar. Al otro año empecé a vivir en la pensión y, además de jugar en la 4ª, también debuté en la tercera juvenil".
--¿Sos un "5" clásico y nada más?
--Me siento cómodo en la mitad de la cancha y no me importa jugar atrasado o adelantado, pero no de carrilero. Me gusta ser el eje del equipo, tener mucho contacto con la pelota y que el juego pase por mí.
--Decís que no te gusta ser carrilero, pero Gustavo Echaniz, tanto en menores como en tercera, te ponía por el carril izquierdo.
--Sí, pero yo mismo me daba cuenta que no rendía nada. A lo último estaba un poco bajoneado porque sabía que ese no era mi puesto.
--¿Nunca le dijiste a Echaniz que estabas disconforme?
--No. Estuve a punto, pero justo se dio esa práctica con el plantel profesional donde faltaba un "5". Me mandé, me vio Saporiti y ahí cambió todo. A él le empecé a gustar de un primer momento, en un día se modificó todo lo que sufrí en dos años jugando en un puesto que no era el mío.
--¿Qué es lo que mejor sabés hacer dentro de la cancha?
--Ahora marco más y estoy más ordenado. Cuando recupero la pelota le doy un buen destino y no la rifo tanto. Me estoy dando cuenta que trato de clarificar más el juego, lo que no hacía antes.
--También sos peleador, eso no lo decís...
--¡Uhhh!.., me enojo fácil. No pego con mala intención, pero me caliento con los rivales o les contesto si me dicen algo.
--¿Qué hay que hacer de ahora en más para seguir siendo parte del plantel?
--Lo mismo que hasta ahora y un poco más también. Debo ser más rápido con la pelota en los pies y acostumbrarme al juego profesional. Oscar (Quiroga) me da muchas indicaciones y es el que más me ayuda. Antes era muy vueltero, ahora sé que hay que jugar a uno o dos toques.
Se viene "Chi"
--El domingo ante Nueva Chicago, ¿otra final?
--Sí, un partido clave. Todos los cotejos son difíciles, emocionantes, con mucho en juego. El sábado, Mauro (Laspada) gritaba a la par del técnico y eso es motivante para los que están adentro.
"A mí no me salía nada y miraba para todos lados, estaba sorprendido. Eso sí, grité el gol como si lo hubiese hecho yo. Quieras o no, si te pasa esto, te terminás haciendo hincha de Olimpo. Siento la camiseta como si hubiera estado acá toda la vida".
--¿Ya te olvidaste de Independiente de la Colonia?
--No, eso nunca... (risas). Cuando perdió la final del año pasado (frente a Peñarol), me largué a llorar agarrado del alambrado. No lo podía creer.
Sin nada
Por ser menor, Martín no tiene casa ni contrato, por lo menos hasta dentro de dos años.
"Vivo en la pensión del club y estoy bien. Ahora, con Julián Sirion --el otro menor que entrena con el plantel profesional-- vamos a comer al restaurante de Olimpo junto a los demás jugadores", comentó el "Polaco".
Sus datos
Nombre. Martín Wagner.
Fecha y lugar de nacimiento. 19 de septiembre de 1985, en Coronel Suárez.
Padres. Roberto Omar Wagner y Blanca Noemí Rogel.
Hermanos. Paula Fernanda (28 años), María Cecilia (23) y Yanina Vanesa (18 y melliza de Martín).
Trayectoria. Independiente de pueblo San José (1990-1997 y 1998-2002), Deportivo Sarmiento ('97-'98, octava y novena categoría) y Olimpo (desde '03).
Sergio Daniel Peyssé