Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Reclaman justicia a un año de la muerte de Federico Margiotta

A casi un año de la muerte del menor Federico Nicolás Margiotta, su familia reclama justicia y solicita la colaboración de todas aquellas personas que puedan aportar datos para el esclarecimiento del crimen, que conmocionó a esta comunidad. La última vez que Eva Noemí Molina y Donato Margiotta vieron con vida a su hijo, de 13 años, fue el 18 de agosto de 2002, a las 9 de la mañana.


 CORONEL PRINGLES (De nuestra agencia) -- A casi un año de la muerte del menor Federico Nicolás Margiotta, su familia reclama justicia y solicita la colaboración de todas aquellas personas que puedan aportar datos para el esclarecimiento del crimen, que conmocionó a esta comunidad.


 La última vez que Eva Noemí Molina y Donato Margiotta vieron con vida a su hijo, de 13 años, fue el 18 de agosto de 2002, a las 9 de la mañana.


 "Era un niño al que le gustaba andar en la calle todo el día", comentó la mujer.


 "Venía de la escuela, se sacaba el guardapolvo, dejaba la mochila y se iba. Pero --aclaró-- siempre volvía".


 Ocho días después de aquella fecha, el cadáver del chico --quien falleció por asfixia por inmersión, según se determinó en la autopsia-- fue hallado a la vera de la ruta provincial 85.


 "Nos llamó la atención que esa noche no regresó. Salimos a buscarlo por todos lados. Hicimos la denuncia, la policía buscó por todas partes", sostuvo Eva.


 Desde ese momento, la familia Margiotta inició una lucha, por ahora infructuosa, en procura de dar con los culpables del crimen de su hijo.


 "Se barajan nombres, situaciones, pero no se qué pasa, qué se espera para hacer detenciones. Vino la DDI de Bahía Blanca, se hicieron allanamientos, se tomaron declaraciones, se analizó el estudio de la tierra que había en las zapatillas de Nicolás, que dio compatible con la tierra de Pringles, y hasta el momento no hay nada", enfatizó la mujer.


 "Mi pensamiento es que se está parando la investigación por algo. Pero al mismo tiempo sostengo que en cualquier momento se los llevan (a los responsables). La doctora Claudia Lorenzo (de la UFI Nº 4) me prometió, como madre, que encerraría a los culpables", dijo.

"No voy a parar". El pedido puntual de los padres es de justicia y colaboración. Solicitaron que si alguien vio o sabe algo, que se acerque a la fiscalía.




 El padre de Nicolás, por su lado, se mostró desesperanzado con la posibilidad de que se aclare el homicidio de su hijo, pero la fuerza de Eva lo lleva a seguir adelante.


 "Yo no voy a parar hasta que los asesinos de mi hijo estén presos; Federico no camina más por nuestras calles, pero ellos tampoco lo harán", apuntó la mujer.


 "Los que mataron a mi Federico lo hicieron por manos propias, yo lo voy a hacer por la justicia, porque mi hijo valía más que todo el dinero que los asesinos puedan tener", replicó la mujer.


 Mientras tanto, el papá de Nicolás expresó: "Nosotros queremos ver la causa, tener las fotocopias, pero nos dicen que mañana o pasado y así estamos... Qué hay atrás de todo esto, no sé, pero algo debe haber".


 Los otros hijos del matrimonio fueron blanco de amenazas en dos oportunidades.


 "No encuentro explicación alguna, estamos esperando la audiencia con la doctora Lorenzo para radicar las denuncias que correspondan", dijo la mujer.


 Más allá del sentimiento de dolor, Eva Molina y Donato Margiotta no pierden la entereza y aguardan con expectativa que los culpables de la muerte de su hijo, a corto o largo plazo, paguen por el delito.