Evangelina Martínez, feliz de documentar la vida en África

Redacción de La Nueva.

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“Feliz, feliz, feliz”, repite sobre su estado la reportera gráfica maragata Evangelina Martínez (colaboradora free lance de La Nueva.) desde Luanda, Angola, adonde viajó la semana pasada como voluntaria junto al médico Horacio Ciavatti para sumarse a la obra que los misioneros salesianos llevan a cabo allí desde hace tres décadas.

La fotoperiodista, quien desde chica soñaba con vivir una experiencia de este tipo y el año pasado se capacitó en Neuquén para poder concretar el viaje, está eufórica. Desde que llegó al continente no ha parado ni un minuto de sacar fotos y ya recibió su primera misión: crear un banco de imágenes para el archivo de la editorial salesiana.

La tarea le fue asignada por el padre Víctor Sequeira, quien la recibió a su llegada el sábado 19 por la madrugada, para acompañarla hasta la casa de la Escuela Don Bosco, donde se aloja junto a otros voluntarios de todo el mundo.

"Llegué y tomé la cámara porque había actividad en la escuela: final de fútbol infantil, capoeiras, scouts y ensayo de coro. Fue muy emocionante y lindo. ¡No lo podía creer! ¡Estaba en Angola!”, contó con entusiasmo por whatsapp, todavía sin salir del asombro.

A la entidad educativa concurren niños del barrio Liyeira, municipio de Sambizanga. Aunque están de vacaciones, la escuela funciona como un espacio de contención social, en el que se practican diversas actividades.

“Estaré aquí hasta después de las fiestas; luego recorreré el interior de Luanda, pasando por casas de salesianos y documentando las actividades y obras que están llevando a cabo”, comentó.

“Desde el día en que llegué, no paro. Estoy rebien. Abocada a hacer el archivo fotográfico del trabajo de la obra de Don Bosco. Tienen editorial y publicaciones propias, desde folletos hasta manuales de grado. Y hay comunicadores y diseñadores, pero no reporteros”, dijo.

Hasta el momento, además de retratar la vida cotidiana en la escuela, la voluntaria recorrió, cámara en mano, el centro de salud de la villa, también a cargo de los misioneros salesianos, quienes contratan enfermeros y demás personal y administran la compra de insumos.

“No puedo andar con libertad haciendo fotos en la calle, ya que está prohibido. El presidente de Angola está hace 38 años en el poder y se nota más en Luanda, porque es la capital”, agregó.

En estos días, también fotografió la actividad de una banda de música que llegó desde 500 kilómetros para presentarse a la capital en un evento de cierre de año y una actividad con chicos de la calle que concurren a distintos talleres, que se hace en la playa, de noche.

“Mientras tanto hago cosas por acá y me meto en la cocina o con las lavanderas o cosas que surjan”, dijo, divertida, la maragata, que está cumpliendo uno de sus más grandes anhelos. En 2011 había querido sumarse como voluntaria, pero el atentado a las Torres Gemelas retrasó sus planes.

Navidad distinta

Este año, a Evangelina la Navidad la recibió cuatro horas antes que en Argentina.

"Estuvo rebueno. Hubo una misa de cuatro horas, alegría, cantos , bailes y cariño. Después, una cena con voluntarios y llegaron las 0 horas", contó.

"La Navidad llegó sin pirotecnia, porque les recuerda a los años de guerra, sin Papá Noel y sin pan dulces, pero con mucho amor. No necesitamos más que eso", relató.

Ayer compartió la jornada con nenes de la calle que no tienen familia.

"Nos dividimos para acompañar a gente que no tiene con quién compartir. Estoy muy feliz de estar acá con estos nenes", concluyó.