Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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El perro dogo que viaja en colectivo sufrió maltrato; removieron a un inspector municipal

Nino está al cuidado de una agrupación proteccionista que le busca un hogar fijo.
Fotos: Facebook

Por Gustavo Pereyra / gpereyra@lanueva.com

   Nino es un perro callejero de raza dogo. El viernes estaba en un hogar de tránsito, pero se escapó. Tras romper un portón, se subió a un colectivo y se metió en el excolegio Nacional. Ya había estado en otra escuela en la misma cuadra.

   Las autoridades escolares llamaron a la Municipalidad para que se lo llevaran y ahí se desató el calvario de Nino, que terminó herido y con un inspector comunal desplazado de su cargo.

   "Llegó el baqueano [así le dicen al empleado comunal que se encarga de los animales] y le pegó, lo ahorcó, le puso un palo en la boca y se lo llevó —relató Diego Quiroga, de la Agrupación Dejando Huellas—. La gente le pedía que no lo maltratara. Una integrante de la agrupación es docente y vio todo, pero el baqueano se burló de ella y no hizo caso".

   Quiroga dijo que la situación desató la furia en las redes sociales y se pidió que la Comuna despidiera al baqueano.

   Hoy, el intendente Mariano Uset pidió la desafectación y cambio de funciones del agente José Castaño, el baqueano. Además, envió un pedido a la Subdirección de Asuntos Legales para que abra un sumario.

   "Este baqueano tiene un historial de 20 años de maltrato animal, con los perros de la calle y con los suyos", se quejó Quiroga.

   Ahora, Nino, que mordió a tres chicos, está detenido en el corralón municipal, pero lo cuida Dejando Huellas a la espera de un hogar definitivo.

   "Le estamos haciendo curaciones, pero juega, come y está de ánimo. No queremos que se deprima, por eso necesitamos un dueño que ejerza una tenencia responsable", dijo Quiroga.

   La Municipalidad, en tanto, pide a los protecciones pruebas del maltrato y van a buscar otro baqueano.

Cómo adoptar a Nino

   Diego Quiroga contó que el futuro dueño de Nino tiene que entender al perro y conocer su raza.

   "No es agresivo, pero reacciona cuando se siente amenazado. Sé que ha intentado morder a algunas personas", dijo.

   Además, necesita un patio amplio, cerrado con alambrado fuerte o paredones altos para que no se escape.

   Que no lo tengan para cazar, pelear o como alarma.

   Que sea parte de la casa y la familia: "Le gusta sentarse en sillones, estar al calor del hogar y jugar con otros perros. Necesita gastar energía y estar contento para que no salga en busca de aventura". (Agencia Punta Alta-La Nueva.)