“Próximos a cumplir 100 años, nos propusimos festejarlo a lo grande", dijo el presidente de Pueyrredón
Sebastián Zappacosta estuvo en "El Diario Deportivo" y brindó detalles de la obra, que constará de dos etapas.
El 1 de abril de 2027 el club Pueyrredón cumplirá 100 años y su dirigencia decidió transitar este tiempo restante generando una tan necesaria como importante mejora estructural.
“Próximos a cumplir 100 años, nos propusimos festejarlo a lo grande. Está avanzado para que a principios de 2026 arranque la obra: vestuarios, baños, incluyendo baños de discapacitados y sala de entrenadores. Una linda idea”, dijo su presidente Sebastián Zappacosta.
Hoy todavía es un proyecto, más allá que está avanzado en el aspecto económico, presupuestario y de financiación, según dijo Zappacosta en "El Diario Deportivo", que se emite de lunes a viernes, de 14 a 15, por La Nueva Play,
Naturalmente la obra cambiará la fisonomía del Vicente Palermo.
“La parte de abajo, dentro de todo, se mantendría. El mayor cambio será en la parte superior, que incluirá oficinas, sala de reuniones y vestuario local, todo en construcción en seco”, puntualizó Zappacosta.
El proyecto incluye una segunda etapa.
“Para 2027 proyectamos todo el sector detrás de bancos de suplentes y mesa de control, con el objetivo de ampliar la capacidad”, señaló.
“Últimamente -agregó- nos hemos encontrado con que va mucha gente a la cancha y genera mayor riesgo”.
Detrás de este ambicioso proyecto hay orden, recurso humano y planificación.
“Desde lo económico esto es gracias a la administración contable que es muy prolija y todos los años presupuestamos algunas obras, más allá del día a día”, explicó el presidente.
Las secuelas del 7 de marzo generaron un mayor acercamiento de colaboradores, algo que multiplicó las manos y buenas voluntades.
“Perdimos la cancha dos y la mitad de la uno, por lo que se acercó mucha gente con intenciones de colaborar. Esto sumó fuerzas para hacer uno o dos eventos por mes, los cuales nos generan ingresos adicionales, no presupuestados”, destacó Zappa.
El crecimiento del club favorece a un todo.
“El club ha crecido mucho y hace que la gente vea que hay obras, que los chicos y los profes están bien. Antes del descenso, participamos en un par de semifinales y eso generó un volumen de gente nueva que va a la cancha. Hay que aprovechar este envión y qué mejor que plasmarlo en obras”, entendió.
El próximo proyecto será techar la cancha auxiliar 3.
“Está encaminado que, a través de la Fundación de Bruno (Cerella), podamos techar la cancha tres”, adelantó.
También, detrás de los proyectos de infraestructura existe un orden deportivo.
“Sumar a Sebastián Acosta como coordinador, nos desligó de un montón de responsabilidades y horas adentro del club. Todo lleva un proceso. Nosotros hoy al club lo vemos como una empresa, de estar para tomar decisiones arriba, con algún reporte que nos manda Seba, pero no nos metemos en nada más. Hoy nosotros tenemos que estar abocados a generar proyectos y recursos”, explicó.
El recurso humano es lo más valioso.
“Hay que saber delegar, generando nuevos colaboradores. Hoy me toca ser el presidente por segundo mandato, pero hay que seguir buscando gente que se capacite, genere ideas, proyectos y eso depende mucho de delegar. Hoy el día a día el club va bien, en piloto automático”, aseguró.
Todo este presente cargado de ilusión, también ayuda a canalizar el dolor por la pérdida de Nicolás Verdecchia, un hijo del club, que falleció recientemente y tenía a cargo el gimnasio, dejando un vacío que la dirigencia intenta ocupar.
“La decisión del club fue juntar a la familia y a su socio, para que el gimnasio siga funcionando con el equipamiento y darle continuidad a las fuentes de trabajo. Entonces, se le alquila la infraestructura y se dio una continuidad laboral”, contó Zappacosta.
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