Origen y evolución del Proceso APELL y cómo se aplica en Bahía Blanca
El programa funciona con altos niveles de capacitación y capacidad, significando para la comunidad un servicio comunitario esencial.
El Manual APELL se publicó en 1988, proporcionando orientación a agencias gubernamentales, autoridades locales y gerentes de plantas para establecer acciones coordinadas entre individuos e instituciones con el fin de crear una mayor conciencia sobre las instalaciones peligrosas en una comunidad local y preparar planes de emergencia apropiados.
A partir de 1989, el PNUMA inició una serie de actividades en todo el mundo para ayudar a las comunidades a implementar los pasos prácticos descritos en el proceso APELL. Hasta la fecha, se han implementado proyectos de APELL en al menos 800 comunidades, representando a más de 90 países, incluyendo eventos a nivel regional, nacional y local.
En algunas comunidades, las actividades iniciales llevaron a esfuerzos continuos para mantener y expandir los esfuerzos, incluyendo en algunos casos, la replicación de los seminarios/talleres en ubicaciones adicionales, modificaciones a leyes/políticas o cambios institucionales (como el establecimiento de un "Centro APELL" o una nueva organización local para apoyar los esfuerzos de preparación para emergencias). A continuación se enumeran algunas actividades de APELL en la línea de tiempo.
Inicialmente, el enfoque de APELL estaba en los accidentes industriales que amenazan con extenderse más allá del perímetro de una instalación peligrosa. Desde 1996, el alcance del proceso APELL se ha ampliado para abordar los riesgos de accidentes en otros contextos, como el transporte de mercancías peligrosas, áreas portuarias, operaciones mineras y turismo.
Más recientemente, el alcance del Programa APELL se amplió para incorporar un enfoque de múltiples peligros, a la luz de una serie de desastres naturales recientes que causaron daños extensos a la salud, propiedad y medio ambiente, además de alinearse con los esfuerzos para abordar la adaptación al cambio climático.
Cómo llegó a nuestra ciudad
En 1995, ante el desarrollo del polo industrial en Ingeniero White, vecinos de la localidad comenzaron a manifestar sus inquietudes acerca de cómo estar protegidos y qué hacer en caso de un accidente industrial.
En consecuencia, la Sociedad de Fomento de Ing. White junto con los Bomberos Voluntarios y la agrupación Scout Don E Pilling toman la iniciativa de entrevistar a las autoridades del gobierno municipal sumando además a las gerencias de las empresas instaladas hasta el momento en el sector.
Surge de las distintas reuniones y diálogos, el conocimiento de la iniciativa de Naciones Unidas sobre la existencia del Proceso APELL como plan de preparación y respuesta ante un evento industrial, reuniendo Bahía Blanca las condiciones básicas para aplicar la metodología APELL, como son, la participación de la Comunidad, las Empresas y el Gobierno local, iniciándose así las gestiones correspondientes.
En 1996, el PNUMA (Plan de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), junto con la Dirección General de Defensa Civil Bonaerense y la Dirección Nacional de Defensa Civil, nominaron a Bahía Blanca como ciudad piloto para la implementación del Proceso APELL en Argentina. De ésta manera, el Municipio de Bahía Blanca, la Provincia de Buenos Aires, las empresas del polo petroquímico y representantes de entidades comunitarias, deciden aplicar el Proceso APELL en el área circundante al polo petroquímico.
¿Qué sucesos pueden ocurrir?
-Fuga Tóxica: escape accidental de sustancias tóxicas hacia el exterior del recipiente que las contiene. En el caso de gases y vapores, el efecto principal es la formación de una nube tóxica, el grado de afectación de la población dependerá del producto, la concentración, la distancia, el tiempo de exposición y las condiciones meteorológicas reinantes en ése momento.
-Explosión: reacción producida a gran velocidad, con expansión violenta de gases. El efecto principal de las explosiones es la generación de ondas de presión que pueden destruir construcciones cercanas. En el exterior pueden producirse roturas de cristales y daños materiales de menor magnitud. Otro efecto a tener en cuenta es la proyección de fragmentos.
-Incendio: reacción de oxidación rápida entre un combustible y un comburente. Un incendio en una instalación química se manifiesta por grandes llamas y humo. Las llamas pueden producir quemaduras por radiación térmica y los humos pueden ser tóxicos o asfixiantes, si bien normalmente solo sucede en el interior de la instalación, todo depende de los productos, la distancia y el tiempo de exposición.
Aunque es posible limitar el efecto de la mayoría de los accidentes industriales dentro del perímetro de las propias instalaciones, pueden existir situaciones en las que el impacto supere éstos límites, afectando zonas aledañas.
Una buena organización de respuesta a la emergencia y una comunidad informada permite reducir los posibles daños sobre las personas y bienes materiales.
Información de contacto
-Dirección: Avenida San Martín 3568 (PA), de Ingeniero White.
-Teléfonos: +54 (291) 4572721/ (291) 4571359/ (291) 4315952
-Emails: [email protected] / [email protected] / [email protected]
-Facebook: Proceso APELL Bahía Blanca
-Twitter: @apellbahia
Las funciones del proceso
1) Identificar a los participantes de la respuesta a una emergencia y definir sus funciones, recursos y responsabilidades.
2) Evaluar los peligros y riesgos que pueden provocar una situación de emergencia en la comunidad.
3) Hacer que los participantes revisen su propio plan de emergencia para adecuarlo a la respuesta coordinada.
4) Identificar las tareas de respuesta necesarias que no han sido cubiertas por los planes existentes.
5) Armonizar estas tareas con los recursos disponibles de cada uno de los participantes.
6) Realizar los cambios necesarios para mejorar los planes existentes, integrarlos al plan global de la comunidad y buscar un consenso.
7) Poner por escrito el plan integrado de la comunidad y buscar la aprobación de las Autoridades Locales.
8) Informar a todos los grupos participantes sobre el plan integrado y asegurarse de que todos los encargados de responder a una emergencia estén debidamente entrenados.
9) Definir procedimientos para probar, revisar y actualizar el plan de manera periódica.
10) Informar y entrenar a la comunidad en su conjunto de la utilización del plan integrado.