Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

El puerto, clave en el crecimiento del sector energético del país

La curva de crecimiento de la producción de Vaca Muerta impacta directamente y en positivo al complejo portuario ubicado en Ingeniero White. Pero también concentra a importantes empresas petroquímicas.

Aunque sus inicios estuvieron ligados al agro, creció de la mano del Polo Petroquímico.

El Puerto de Bahía Blanca tuvo en sus inicios una finalidad agroexportadora, impulsado por la presencia de varias líneas ferroviarias que convergían en la estación marítima, y, desde 1908 con los elevadores en operación, comienza una etapa que por años lo tuvo como eje de la salida al mundo de los productos del agro.

Pasarían muchos años hasta qué en la segunda mitad del siglo XX, con la conformación del nodo energético Bahía Blanca, fundamentalmente con gas proveniente de las cuencas patagónicas y neuquinas, comienza a perfilarse el Polo Petroquímico. Hoy se ha convertido en el más grande de Argentina.

En ese tren, el puerto de Bahía Blanca sigue diversificando su manejo de carga. Desde operar el 80% de los aerogeneradores que ingresan al país, hasta ser una herramienta clave como parte del crecimiento de Vaca Muerta, los planes y proyectos se siguen desarrollando con potencia.

La curva de crecimiento de la producción de Vaca Muerta impacta directamente y en positivo al puerto de Bahía Blanca, tanto por el ingreso de insumos o maquinaria para la explotación petrolera y de gas como obviamente por la salida y transformación de la energía que llega por los ductos y que se transforma o sale directamente en su amplia terminal.

Así lo reafirma Santiago Mandolesi Burgos, actual presidente del Directorio del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB).

Entre los últimos proyectos que maneja el puerto, se destaca el de la empresa Transfigura que ha invertido más de U$120 millones en tancaje -entre 30/50.000 toneladas- y descarga de camiones- y el acuerdo con Oldeval para el desvío de su oleoducto hasta su planta para la exportación.

“Desde este año, el puerto exporta crudo desde las postas de inflamables de esta terminal, que tiene la idea de seguir invirtiendo como elemento de  salida de petróleo desde Bahía Blanca”.

En este aspecto se debe recordar que en abril Oldeval concretó el Duplicar Plus, la obra que permite aumentar de 225.000 a 540.000 barriles diarios la capacidad de evacuación desde Vaca Muerta hacia el Océano Atlántico.

Asimismo, la empresa Mega está invirtiendo también cerca de U$300 millones duplicando su capacidad de exportación de gases.

“Eso también claramente tiene que ver con el aumento de la producción de crudo en Vaca Muerta”.

El crudo sale con gas asociado, una obra que está para finalizar en marzo del 2026 y para entrar en producción e ir creciendo a fin de ese año y lograr la duplicación de los volúmenes exportables de gas.

“Recordamos que Mega tiene muelle propio -que hasta hace un tiempo es el que ocupaba el buque de regasificación que tomaba el gas importado-. Por eso, hoy tiene disponibilidad para aumentar su volumen y la capacidad de su propia infraestructura para seguir creciendo en volúmenes”.

“El puerto también ha invertido en un re-bumping de las postas de inflamables – proceso de reinyección de gas para incrementar la presión y mejorar la producción- que administra el puerto de Bahía Blanca por donde sale el crudo, químicos y petroquímicos que exporta”.

“No sólo estamos poniendo en valor obras que tenían más de 70 años, sino que se han comprado nuevos brazos de carga con inversiones millonarias en dólares para mejorar la tecnología y distribuir mejor los tiempos de carga para ser más eficientes”, señaló el actual presidente del CGPBB.

Estas mejoras permitirán, con la misma infraestructura, –aunque esta previsto incorporar una cuarta posta de inflamables- aumentar en dos tercios los tiempos de carga.

“Así se eficientiza el tiempo en que el buque está en muelle para que rápidamente cargue e ingrese el próximo buque”, añadió Mandolesi Burgos.

Respecto a la producción y la exportación de energías verdes, reconoció que es un tema donde Bahía Blanca viene trabajando desde hace tiempo con alianzas locales y globales.

Esto se da en un contexto donde a partir de los ataques de Rusia a Ucrania y la incertidumbre respecto al abastecimiento de energía global, se dejó un poco de lado la urgencia por incorporar esas energías verdes en los países más avanzados.

En este punto, Mandolesi destacó la ventaja de Bahía Blanca que tiene 20 años de experiencia en generación y exportación de amoníaco y es uno de los 38 puertos del mundo que lo exporta.

“Asimismo, el puerto y el área que lo circunda cuenta con varios elementos de la cadena de valor del hidrógeno, además de la generación de energía eólica, líneas de alta tensión y cuenta con la termoeléctrica, etc”.

El tema de renovables viene siendo estudiado con mucha profundidad por los técnicos del puerto a partir de la creación de su área de innovación, además de formar parte de consorcios sobre la materia con otros emprendedores y compañías líderes a nivel local y global y que buscan generar las condiciones para avanzar en la transición energética.

“El puerto de Bahía Blanca quiere ser punta de lanza en el país en esta materia y en exportación de hidrógeno y contamos con un nodo muy particular por la experiencia y por la capacidad instalada. Un ejemplo es lo que viene exportando en amoníaco hace muchos años”, manifestó.

En ese sentido destaca dos cuestiones claves: Bahía Blanca es un nodo energético en el cual llegan distintas líneas de alta tensión, gasoductos que vienen del sur y de Vaca Muerta, lo que permite junto a la curva de crecimiento de la producción de petróleo y gas asociado y la construcción del gasoducto Perito Moreno (ex Presidente Néstor Kirchner) hasta Salliqueló, una gran capacidad de retención de gas.

Esto genera muchas expectativas de radicación de industrias y nuevas plantas como los proyectos de Profertil, Mega, TGS y las potenciales ampliaciones de plantas petroquímicas que utilizan ese gas como insumo.

En definitiva, la clave del crecimiento y la posibilidad de radicación de industrias tiene que ver con estos dos factores: el aumento de la capacidad de la producción de Vaca Muerta y la infraestructura de transporte con la capacidad de contar con gas, resalta Mandolesi.

“Insistimos en que la clave no sólo está en la inversión en la producción, sino también en el transporte para sacar la producción”, opinó.

En cuanto a la capacidad del puerto para hacer frente a la demanda de espacio en muelle y equipamiento para los buques, que vienen más grandes y la necesidad de un potencial dragado para aumentar el calado.

“Seguimos muy de cerca el avance de la inversión de Oldeval primero y de Oil Tanking con su nuevo muelle, analizando la posibilidad de profundizar el canal para que ingresen buques más grandes. Se deben hacer los estudios técnicos necesarios para poder avanzar en la profundización y ver cuáles son los sectores más complejos para el dragado. El puerto de Bahía Blanca ha tenido siempre la capacidad de ir por delante en esta materia, pero hay que analizar los impactos y costos”, agregó.