Olimpo y una porción de sede perdida en el tiempo
Parte original de la sede aurinegra, durante 50 años y hasta su demolición fue ocupada por distintas dependencias militares.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Nadie sabe con precisión cuándo se perdió. Ni los dirigentes actuales, ni los memoriosos, ni los ocupantes del terreno. Lo cierto es que hace al menos 40 años la sede del club Olimpo de Sarmiento 52 resignó el 30% de su frente. Es decir que el edificio original se quedó sin uno de sus cuerpos laterales, el cual fue demolido y su lugar ocupado por un terreno baldío, devenido luego en estacionamiento.
Incluso resulta llamativo lo poco que relacionan hoy a ese vacío con el edificio. Lo tienen presente algunos pocos que cumplieron el servicio militar en ese inmueble, vecinos que recuerdan la presencia de militares en esa vereda. No mucho más.
Paso a paso
En 1935 Olimpo adquirió un par de inmuebles existentes a mitad de cuadra de calle Sarmiento, uno de ellos propiedad de la familia Laspiur, el otro un local que supo ocupar el colegio Nacional. De inmediato instaló allí su secretaría y encargó el proyecto de una monumental sede social y deportiva que contendría un salón de usos múltiples, cancha de pelota, pileta de natación, cancha de básquet y dependencias.
En marzo de 1936 la comisión directiva se inclinó por la propuesta del arquitecto Manuel Mayer Méndez, un edificio de líneas modernas, organizado en planta baja y cuatro pisos. Sin embargo, el proyecto excedía los recursos económicos de la entidad, por lo cual finalmente se inclinó por una obra más modesta, de dos plantas, con todas las comodidades como para ser un exponente del progreso y poderío del club.
Los trabajos comenzaron a fines de 1936, a cargo de la empresa constructora de Avelino Tanera, y quedaron terminados en 1939.
Crece una parte
En 1951 la sede tuvo una mejora integral. Fue cuando el club obtuvo un empréstito del gobierno nacional para su reforma y ampliación. En esa obra es cuando, se estima, modificó uno de los cuerpos laterales del edificio, sumándole un piso adicional, destinado al alojamiento de deportistas.
Esa parte fue la que tomó al poco tiempo un destino militar. Primero fue alquilado para alojar al comando de la Sexta división del Ejército, luego por dependencias del Comando V Cuerpo y, finalmente, entre 1965 y 1981, por Gendarmería Nacional. De allí que durante casi 50 años hubiese un movimiento de efectivos militares en el lugar.
Cuando Gendarmería se mudó a su edificio propio de avenida Alem 1352, el edificio quedó desocupado y sin un destino definido.
Fue entonces que la entidad, presidida entonces por Roberto Migliorini, decidió su demolición, quedando desde entonces el terreno desocupado y desde hace décadas concesionado por el club a privados que manejan un estacionamiento.
Las fotos
Unas pocas fotografías documentan aquella fachada completa de la sede aurinegra, donde se advierte este volumen perdido, que a pesar de haber dejado al frente original sin una parte importante, nadie parece notar ese faltante y mucho menos relacionar la actual sede con el terreno vecino.
Al no estar presente en la memoria colectiva, es como si nunca hubiese existido. Tempus edax rerum (El tiempo lo devora todo).