“Sacar a abuelos sin vida de una Residencia es una imagen que no puedo borrar de mi cabeza”
A un mes de la trágica inundación, Nicolás Díaz Bender, actual jugador de Libertad, contó lo que tanto desea olvidar. “Es un recuerdo que no se va, me cuesta dormir; fue terrible”, expresó al borde del llanto.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
“No puedo creer que haya pasado un mes, es como que el tiempo se detuvo, hay muchas imágenes que me dan vuelta por mi cabeza, aunque una en particular es la que me no me deja conciliar el sueño. Me despierto no sé cuantas veces a la madrugada; es terrible recordar lo que viví”.
Con la voz entrecortada, Nicolás Díaz Bender, actual defensor de Libertad, confesó que esa mañana del 7 de marzo, cuando la inundación empezaba a dejar bajo el agua a una gran parte de la nuestra ciudad, él salió a trabajar a la hora de siempre, a las 5, pero esta vez para evacuar a vecinos que corrían serios riesgos de morir ahogados.
Nico es capataz de la Delegación Municipal Altos, maneja la pala cargadora y ese día, desde el galpón de la sección de talleres (Brickman y Piedrabuena), salió directo hacia la Residencia Geriátrica de Sarmiento 650 respondiendo a un llamado de Defensa Civil.
“A una cuadra de donde se ubica la casa de los abuelos ya no se podía pasar, por eso me pidieron que encare con la pala. A los camiones de las distintas delegaciones que habían llegado a dar una mano se les complicaba avanzar por la correntada y era imposible mantener los vehículos en la cinta asfáltica. Evacuamos a más de 30 abuelos, los subíamos a la pala, pero cuatro de ellos no pudieron ser rescatados y fallecieron a causa de asfixia por inmersión, según lo que nos explicaron después”, expresó el central de 38 años surgido en Villa Mitre.
“A los abuelos los tenían arriba de las mesas, el nivel del agua ya superaba el metro y medio de altura y el grado de desesperación se multiplicaba con los gritos de la gente. Fue muy traumático sacar los cuerpos de los abuelos sin vida, una imagen que no me me deja ni me dejará vivir tranquilo”, se sinceró el “Colo”.
“Era impactante ver a gente del fútbol colaborando, como Carlos Mungo (DT de Villa Mitre), Facundo Carnicero y el Ruso Nungeser (empleado municipal); todos metidos en el agua y arriesgando sus vidas para salvar otras”, resumió al borde del llanto.
“Había kayaks, tractores y hasta una moto de agua ayudando; los sacábamos de la Residencia y los llevábamos hasta la estación de servicio de Sarmiento y Urquiza, donde esperaban las ambulancias. En uno de los últimos viajes se subieron a la máquina tres efectivos de policía científica y ahí imaginé lo peor. Me dijeron que había que retirar tres cuerpos de abuelos fallecidos y se me vino el mundo abajo”, sentenció.
“Volví a mi casa a las 3 del sábado y estuve sin pegar un ojo hasta el domingo. Vi gente pidiendo ayuda para cruzar de una vereda a la otra, personas nadando para llegar hasta sus viviendas, pero la imagen de los abuelos sin vida es la que no puedo superar, es muy fuerte y sé que se me va a aparecer siempre y en cualquier momento”, señaló Díaz Bender, recientemente operado de osteocondritis en su rodilla derecha.