La construcción en Bahía Blanca, con cifras de pandemia
La superficie gestionada entre enero y noviembre de 2025 en nuestra ciudad se ubica un 2% por debajo de la tramitada en 2020. Y es poco más de la mitad de los gestionados en 2021, 2022 y 2023.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
“La construcción sigue en un punto bajo, con valores de pandemia, cifras anormales”. Esa es la lectura realizada el mes último por la Asociación de Pymes de la construcción (Apymeco) sobre la actualidad de esa industria en el país, cuya realidad alcanza también a Bahía Blanca.
Si bien en nuestra ciudad los metros cuadrados (m2) tramitados para su construcción en lo que va del año (Enero-noviembre) siguen siendo bajos –poco más de la mitad de los gestionados en 2021, 2022 y 2023--, su cantidad aumentó un 13% en relación al mismo período 2024, pasando de 72.694 m2 a 82.144 m2.
Para relacionar estas cantidades con las de pandemia, cuando durante varios meses no se pudo construir, la superficie gestionada en 2025 se ubica un 2% por debajo de la tramitada en 2020.
El destino
De acuerdo a las estadísticas que elabora de manera mensual la Central Territorial de Datos del municipio, dependiente de la secretaría de Planeamiento Urbano, los m2 presentados en 2025 para su ejecución muestran una gran paridad entre los destinados a vivienda multifamiliares (26.254 m2, 31,97% del total) y las unifamiliares (26.012; 31,67%).
Se ubican luego los premisos gestionados para locales (23.330 m2; 28,40%) mientas que el resto se reparte entre ampliaciones (0,88%), depósitos (6,07%) y otros (0,88%).
Los permisos
El dato que también deja en evidencia el mal momento de la construcción es la cantidad de permisos tramitados, el número de obras que se pretenden construir.
En enero-noviembre de este año se presentaron 259 permisos, una baja del 36% en relación a los 406 del mismo período de 2024.
Es la cantidad más baja de los últimos cinco años, en un listado que lidera 2021, con 1.013 permisos.
Por otro lado, se tiene el detalle de las denominadas “obras sin permiso”, que refleja la siempre importante cantidad de obras realizadas fuera de la ley, es decir sin presentar los planos correspondientes antes de su realización, avalados por un profesional, ajustados a las normativas vigentes y sin pagar los correspondientes derechos de construcción. Esta referencia no refleja la situación actual, ya que muchas de estas obras no necesariamente fueron ejecutadas en tiempos mediatos.
Este año, entre enero y noviembre, hubo 500 presentaciones de obras sin permiso, la segunda marca en los últimos cinco años, apenas superada por los 514 de 2024. Resulta además inédito que esta modalidad haya casi duplicado este año a la tramitación legal.
En los últimos 5 años (2021-2025) se declararon obras sin permiso por 967.198 m2, un 48% más de superficie que las realizadas con la correspondiente presentación.
Esta modalidad no es un mal nuevo: conforma una práctica que históricamente se ha verificado en nuestra ciudad.
Cuando en 2008 se decidió la intervención del área de Contralor de Obras Particulares del municipio, el informe final señalaba la existencia de un "ineficiente paradigma burocrático", una “completa falta de planificación para ejecutar y controlar", una total "inobservancia del ordenamiento de expedientes", la carencia de “medios técnicos elementales para cumplir esa labor" y el no cumplimiento del "deber de celeridad" en los trámites. Sobre los sin permiso mencionó que se trataba una actividad "alentada desde la propia comuna”.
Los colegios profesionales –arquitectos, ingenieros, técnicos—hay señalado en más de una oportunidad que las distintas gestiones municipales “no han tenido vocación de control”, a pesar de ser la municipalidad la única que tiene poder de policía sobre el territorio.
Construir sin permiso permite en muchos casos ocupar más terreno del permitido por el código, ejecutar más superficie que la autorizada o destinar inmuebles a usos indebidos. Tampoco se tenga constancia de la participación de un profesional que garantice la seguridad estructural o la buena ejecución de las instalaciones.
Cuestión de números
Superficie presentada para su construcción en metros cuadrados, enero-noviembre 2021-2025:
--2021; 204.248 m2
--2022; 169.095 m2
--2023; 123.448 m2
--2024; 72.694 m2
--2025; 82.144 m2
Cantidad de permisos tramitados, enero-noviembre:
--2021; 1.013
--2022; 947
--2023; 513
--2024; 406
--2025; 259
Cantidad de superficie declarada, construida sin permiso:
--2021; 67.188 m2
--2022; 48.941 m2
--2023; 65.812 m2
--2024; 79.647 m2
--2025; 53.981 m2
Cantidad de expedientes sin permiso:
--2021; 453
--2022; 363
--2023; 366
--2024; 514
--2025; 500
Datos al margen
Hay una línea en la evolución edilicia de la ciudad que tiene un quiebre en cuanto a su perfil y es la que se identifica con el auge de la ejecución de edificios en altura.
Por eso no extraña que haya habido dos grandes “oleadas” de esta tipología estableciendo la mayor cantidad de permisos y superficie construida en la ciudad.
Entre 1953 y 1955 hubo 7.495 permisos otorgados para realizar 446.600 m2, mientras que entre 1967 y 1969 se tramitaron 14.669 permisos para 1.2331.147 m2. La mitad final de los 60 marcó un hito en esta industria.